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Avance Donkey Kong Country: Tropic... ,WIIU

Todo un ejemplo de segunda parte.  Exprimimos los dos primeros mundos del regreso de DK.
Lunes 07 de Diciembre de 2015 por Adrián Suárez Mouriño

El regreso de Donkey Kong es un regreso más bien continuista. Ya no es un 'Returns' que cuenta con el factor nostalgia de devolver el aspecto jugable de la trilogía original de Rare para Super Nintendo a Wii y posteriormente a Nintendo 3DS, sino que ahora ese Donkey Kong Country Returns se ha consolidado como todo un éxito y ha sido un nuevo punto de partida para la saga, por lo que este Tropical Freeze ha cogido el formato de Returns tal cual y lo ha trasladado a una bellísima alta definición, ha retirado lo molesto y ha ampliado lo útil.

 

Dixie aparece en el juego que revoluciona la saga en lo jugable y ofrece niveles para recordar. Tal y como lo hizo en su primera aparición en Diddy's Kong Quest.

 

Hemos podido jugar dos mundos completos de Donkey Kong Country: Tropical Freeze y la impresión es justo esa. Esto es una continuación con todas las de la ley que ha servido para equilibrar el juego y sacar todo el partido posible. Lo primero y más notable es la eliminación del movimiento de 'soplar', y sobre todo para quienes vengan del Returns de Wii, lo mejor sin duda es que ahora ya no hace falta agitar el mando para nada. Un juego que requiere una precisión endiablada que obligue al jugador a zarandear el mando para hacer ciertos movimientos con la consecuente pérdida de precisión, tiene un gran punto negativo, que por suerte en Tropical Freeze no está.

 

Tropical Freeze es justo lo que podíamos esperar de Donkey Kong Country, pero tiene un detallismo que lo hace mucho más especial. En los siete niveles por mundo que hemos jugado, no se ha repetido ni un sólo tema de la banda sonora, y hay algunos realmente impresionantes que hasta se sirven de la acción en pantalla y los decorados para hacer funcionar a la vez plataformas y música sin querer ser un plataformas rítmico. No hay una Stickerbrush Symphony, pero hay grandes composiciones para recordar. Además ese detallismo se nota también en el apartado gráfico. Sí, claro, el pelaje de Donkey Kong. El pelaje, la paleta de colores, el (a veces excesivo) detalle de los escenarios, son todo un sinfín de motivos que hacen que el juego luzca muy bien, pero en cuanto llevas un par de niveles te das cuenta de que todo eso no importa, que el juego pide tu atención a los mandos al 100%.

 

Los desafíos contra los jefes rompen la tónica de repetir tres veces la mecánica. Cada uno ofrece un combate largo y con muchas posibilidades de atacar y no sólo un momento justo.

 

Por supuesto, el desarrollo hereda todo lo que ya nos dio Returns. Un mapamundi separado en fases donde esta vez hay bastantes caminos alternativos a encontrar en los propios niveles y no comprando el desbloqueo en la tienda, niveles en los que recoger piezas de puzle para desbloquear objetos de la galería y las letras K-O-N-G para abrir un nivel secreto en cada mundo con una dificultad extra, cuando ya el propio juego en sus fases normales no es nada permisivo.

 

La principal novedad está en el acompañante de Donkey Kong. Diddy, Dixie o Cranky aparecen a lo largo de pantallas concretas a modo de power-up. Diddy sigue ayudando con su jetpack otorgando un planeo limitado que prolonga el salto, Dixie con su coleta-hélice nos impulsa en vertical como si del pataleo de Yoshi se tratase, y Cranky utiliza su bastón como el Tío Gilito en Ducktales, rebotando sobre pinchos y otros peligros, pero con un timing especial y no simplemente pulsando el botón de contínuo. Todos los personajes tienen su miga, y aunque el juego está hecho a la perfección para poder superar todos los niveles con cualquier personaje como aliado, que en una fase te aparezca un barril de un personaje en concreto quiere decir que los secretos de esa fase te harán exprimir las habilidades de ESE personaje y no de otro.

 

Las fases de vagoneta son más espectaculares que nunca y requieren toda tu concentración. Más aún en los casos en que la vía se va destruyendo y construyendo sobre la marcha.

 

De todos modos, incluso aunque el modo cooperativo no permita cambiar de personaje con libertad al segundo jugador, todas las fases están hechas para todos los personajes y sólo habría obligación de que el segundo cambie de personaje en caso de querer conseguir todos los coleccionables.

 

Donkey Kong Country: Tropical Freeze aún tiene mucho que ofrecer, y sigue habiendo expectativas para que regresen más animales aliados además del rinoceronte Rambi. Por el momento, todo lo que tenemos es un 'mucho más y mejor', con fases más largas y más profundas, con partes subacuáticas, con alocadas fases de vagoneta, con escaladas y huídas al límite mientras todo el escenario se desmorona,... Todo un ejemplo de segunda parte.


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