Premios Mundogamers 2010: Los mejores videojuegos del año, del 25 al 21

Los premios Mundogamers.com tienen un propósito muy definido en esta edición: conseguir una reacción en la industria, aunque sea en escala microscópica. Aunque sea despertándote a ti, como consumidor. En 2009, nuestro juego del año fue una 'mera expansión', gracias a que pudo ofrecer más y con mejor gusto que la mayoría de su competencia: innumerables trabajos perezosos publicados bajo el arrope de una secuela. 2010 es el año de las decepciones, de productos con años de desarrollo a sus espaldas y que lo único que han conseguido fueron nuestros bostezos. Una vez dicho esto y sin ánimos de pataleo (ni mucho menos agarrarnos a ese fantasma del ayer, en el que todo parecía mejor), destapamos los verdaderos 25 juegos más destacados del año. Por humildad, calidad y riesgo, incluso por homenajear a plataformas con una presencia inesperada.

Como último preámbulo aclarar, que en la lista incluimos algunos juegos del 2009 publicados en Europa este año, con menos peso quizás del que deberían. Son juegos pertenecientes al 2009, pero que el gran grueso de lectores y nosotros mismos, hemos disfrutado en profundidad en 2010 (como el caso de la secuela de Sin & Punishment 2, reseñada a continuación).

Sorpresas, esperanzas y como siempre, claros y oscuros. Pero nos toca mover ficha y este ha sido nuestro veredicto del año que está a punto de concluir:

Es curioso que cuando se critica a Metal Gear por sus aspiraciones cinematográficas, su entrega menos pomposa pase relativamente inadvertida. Es verdad que sin el ruido de su puesta en escena las aventuras de Snake parecen menos ambiciosas, pero no quita que el juego tenga un desarrollo rico en matices y que su combinación de conceptos de sagas tan arraigadas al consumo portátil como Pokémon o Monster Hunter para equilibrar sus carencias visuales y jugables consiguen transformarlo en el Metal Gear más raro y especial de la columna vertebral de la franquicia. Hideo Kojima nos ha demostrado que un Big Boss en miniatura también puede pelear.

Las revoluciones verdaderas siempre son silenciosas. Y que nuestro teléfono móvil se iba a convertir paulatinamente en la plataforma portátil más jugada en nuestro día, debe estar dando más de un quebradero de cabeza al futuro de sus dispositivos tanto en Nintendo como en Sony. Entre toda la infinita gama de juegos para iOS o Android, Game Dev Story no es ni un puzzle, ni un juego de habilidad ni un arcade como es habitual: es un simulador de productora de videojeugos, donde tendremos que equilibrar el dinero, el valor del mercado, elegir la plataforma de mayor éxito y ajustar nuestros recursos. Como gestor no es brillante, pero sus múltiples guiños irónicos a la industria del videojuego y agilidad lo convierten en la sorpresa para iOS del año.

Treasure no consiguió resucitar el shmup, pero da la sensación de que no pretendía ni intentarlo. Con unos valores de producción sin parangón en el género desde Panzer Dragoon Orta y con una mecánica desafiante y rica, Treasure firma una de las apuestas comerciales más arriesgadas del año y que mejor trata a sus fans. Puede que la nueva dirección, donde se descuida el sentido ininterrumpido de la acción (donde completar el juego oscila los 50 minutos) para crear más tipos de juegos encubiertos en niveles satisfaga a unos jugadores y decepcione a otros, pero sus espectaculares jefes finales y virtuosísimo artístico consiguen catapultarlo hasta juego de culto desde el día de su lanzamiento.

Si Nintendo intenta vender un software para mejorar la percepción especial y las deducciones lógicas no consigue convencer a casi nadie, pero si crea un puzzle cerebral, adictivo y con una fórmula más sólida a medio camino entre el arcade contrarreloj y un buscaminas tridimensional, consigue derribar nuestro muro contra puzzles mediocres y juegos para mejorar nuestro córtex. Picross 3D es adictivo y redondo, consigue atraparte tras el tutorial y penetrará en tus sueños mediante sus cubos y rotaciones mecánicas. Ah, y aunque no te importe, conseguirá mejorar tu agilidad mental.

Nunca habíamos desconfiado tanto de Sonic como hasta en Colours. Hartos de decepciones y de involuciones (y lo grave es que no desde la torpeza, si no del sentido común), Sega enfría su cabeza y nos regala un Sonic ágil, dinámico, técnicamente sorprendente y con un desarrollo que, al fin, no desmerece de sus entregas 2D. Si Sega hubiese titulado este Sonic como Sonic the Hedgehog 4, por una vez, no hubiese pecado de soberbia con su mascota y todos nos alegraríamos con esta evolución natural: un juego que nos devuelve la esperanza y honra un icono que al fin encuentra su sitio en la tridimensionalidad sin perder su entidad.


Los 25 mejores juegos del año, del 20 al 16

Los 25 mejores juegos del año, del 15 al 11

Los 25 mejores juegos del año, del 10 al 6

Los 25 mejores juegos del año, del 5 al 1


<< Anterior Siguiente >>