MGRetro | Grand Theft Auto pc

En 1997 el mundo de los videojuegos recibía a un desconocido que venía de la mano de la polémica y la estupidez de los medios. Su nombre era Grand Theft Auto y, todo hay que decirlo, las había pasado canutas para llegar hasta las plataformas de distribución. 

 

Eran otros tiempos...

La premisa de Grand theft Auto era bastante sencilla: meternos en la piel de un delincuente y propagar el caso y la destrucción para ascender en la escala criminal y abrir nuevos encargos y ciudades. Lamentablemente, los medios de la época no estaban por la labor. Podíamos aceptar el cine de Kubrick y los documentales de pederastia de Antena 3, podíamos tragar con las Mama Chicho, e incluso con Hostal Royal Manzanares, pero eso de que un juego nos invitara a ser delinucuentes... ¡Yuyu!

 

 

Francia, Inglaterra y Alemania condenaron el juego debido a su 'extrema violencia', y Brasil lo prohibió directamente. De Australia ni hablamos, ya que en la actualidad considera 'ilegal' estar en posesión de una copia de GTA V, así que apaga y vámonos. Curiosamente, en España logró salir después de mucho debate, pero sufrió un acoso bestial en televisión y en los medios de comunicación impresos. Incluso algunos medios especializados pusieron a parir éste título criticando duramente su jugabilidad, condenando su altas dosis de violencia y mentando la madre a los jugadores que, a pesar de todo, nos enamoramos de éste feo GTA. De todas formas no sufráis: Dos años después, las mismas publicaciones especializadas que pusieron a caer de un burro GTA lucieron en portada GTA 2 valorándolo con puntuaciones de sobresaliente alto. 

Seguro que os suena...

 

¿Estaba chulo?

Polémica aparte, Grand Theft Auto tuvo tantos defensores como detractores en su momento. Al margen de la polémica, no dejaba de ser un título duro y tosco, y no, no me refiero sólo a su violencia y su particular temática. Para empezar, era feo: La actual vista preciosista y super currada en 3D era por aquella época no más que una vista superior de la que nuestro personaje se escapaba si iba demasiado rápido en una moto o un deportivo. Los personajes elegibles eran todos iguales, y los vehículos eran feos hasta decir basta. Ofrecía tres extensas ciudades, sí: Liberty City, Vice City y San Andreas -¿os suenan?-, pero eran toscas y complejas.

 

Porque esa era otra historia: No teníamos HUD GPS ni mapa en la pantallita, por lo que dependíamos por entero de unas incómodas flechas de localización que no siempre estaban disponibles. Eso, unido a la dificultad del título, a la compleja conducción y a la posibilidad de ser abatidos de un sólo disparo, le restaba varios puntos al resultado, por no hablar de la existencia de 'vidas' y la imposibilidad de grabar durante unas misiones que se hacían eternas y mediante un sistema, cuando menos, jodidillo.

 

 

Libertad, bendita libertad

Era feo, era difícil y era impopular, y aún así, molaba mucho. ¿Su secreto? Lo que ya había sabía William Wallace cuando se subió al caballo: la libertad. El sistema de juego de GTA era abierto, basado en las puntuaciones según nuestro nivel de delincuencia, crueldad y 'mala baba' en general. Debíamos aumentar nuestros puntos, sumar multiplicadores para conseguir más paga por nuestros trabajos y, con el dinero, desbloquear nuevos contratos y nuevas ciudades. Como decía, contábas con un número limitado de vidas para lograr terminar el contrato. Si te pillaba la policía o te mataban, los multiplicadores se reducían a la mitad y perdías todo el equipo. Una vez gastadas las vidas, y creedme, era realmente sencillo, teníamos que empezar desde el último punto de guardado en una lejana cabina. 

 

Pero eso no era todo, GTA nos invitaba a ser libres en más de un sentido. A veces de forma 'sana', como simplemente robando coches por el placer de escuchar las diversas sintonías, y otras de forma más puñetera, como robando el autobús escolar, atropellando al conductor, colocandole una boma y haciéndolo estallar en la puerta del hospital. Deliciosa mala baba que te daba puntos y multiplicadores con los que avanzar.

 

 

Un proceso complicado

GTA, a pesar de las primeras impresiones de la 'mala prensa', fue producto de un desarrollo de años que estuvo a punto de ser paralizado en varias ocasiones. DMA Design, actualmente conocida como Rockstar, tuvo que enfrentarse en varias ocasiones a los informes negativos de supervisores que trataron de parar el proyecto e incluso abandonarlo. Las críticas y el acoso de la prensa también hicieron peligrar el producto, hasta tal punto que para su segunda parte los chicos de pre-Rockstar claudicaron y eliminaron los elementos más duros (autobús escolar, niños y ancianos) a la vez que ponían al jugador en el papel de un policía encubierto para justificar sus acciones. Y es que, cuando los buenos matan nadie tiene nada que objetar.

 

Jugar a GTA a día de hoy es bastante sencillo, y siempre es una gozada reencontrarse con un clásico que no sólo ha dado lugar a tanta, tantísima diversión, sino que además fue padre de un género. Hay varias opciones de descarga, actualmente como colección, y si lo que quereis es simplemente recordar y no queréis gastaron un chavo podéis disfrutar de la demo gratuita en el site oficial de Rockstar aquí. 

Feliz robo, camaradas.

 

¡Nos leemos!

<< Anterior Siguiente >>