1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. PC

MGIndie | Thirty Flights of Loving

El refinamiento de la historia interactiva
Domingo 19 de Octubre de 2014 por Diego Emegé

Nos hemos pasado la mitad de la generación pasada quejándonos de que los juegos nos llevaban de la manita en todo momento. En lo que respecta la experiencia de juego, parece que los desarrolladores lo han ido solucionando con la inclusión generalizada de los mundos abiertos y las misiones secundarias. ¿Pero qué pasa con el aspecto narrativo de los juegos? Parece que la forma de hacernos creer que controlamos la historia reside en una lista de posibles finales que dependen de nuestras elecciones, y es algo que a medida que evoluciona resulta cada vez más sorprendente, pero sigue siendo una forma lineal de contar las historias.

 

Cuando uno juega a Thirty Flights of Loving, o Gravity Bone, de Blendo Games, tiende a plantearse qué narices estamos perdiéndonos por dejar de lado la narrativa y olvidarnos de que los videojuegos también son un recurso brillante para contar historias. Jugar Thirty Flights of Loving no debería llevaros más que leer este MGIndie, así que os animo a que abráis vuestro Steam y os hagáis con una copia del juego y lo disfrutéis.

 

Suele decirse que lo importante no es lo que escribimos, sino lo que no escribimos. Seguro que en vuestra vida os habréis encontrado con un par de microrrelatos que capturan perfectamente esta noción: «Se venden: zapatos de bebé. Nunca usados»; y el clásico «El último hombre sobre la tierra estaba sentado solo en una habitación. De repente, llaman a la puerta». Son dos puntos de partida para dos historias infinitas, que automáticamente meten al lector en un estado de reflexión profunda para desentrañar las posibilidades que pueden haber llevado a la situación en cuestión. La falta de información nos obliga a completar la historia usando la imaginación.

 

Nuestros compañeros de vida y muerte en Thirty Flights of Loving

 

Thirty Flights of Loving funciona de la misma manera. No es tanto lo que cuenta, sino lo que deja de contar. En apenas un cuarto de hora, esta aventura nos da la suficiente información para que comencemos a hacer cábalas, pero sin permitirnos saber exactamente qué ocurre. Los detalles más específicos de la traba quedan oscurecidos para obligarnos a rellenar los huecos y sacar nuestras propias conclusiones. No hay diálogos escritos ni hablados, con lo que la historia se cuenta con las acciones y el entorno, que está confeccionado con sumo cuidado para poder contar una historia específica. Es fácil pasar por alto esta atención al detalle durante la primera partida, pero volviendo a jugar —acto necesario para entender— y atendiendo a los comentarios del desarrollador, la artesanía queda más que clara.

 

Hacía mucho que no jugaba a Thirty Flights of Loving, pero, a pesar de haberlo jugado cerca de una decena de veces, el titulito sigue mostrándome nuevas realidades. Parece mentira que una experiencia tan efímera en apariencia me provoque más emociones que muchas superproducciones de 20 horas. Creo que Thirty Flights of Loving hace un poco de trampa, al eliminar toda la paja de la trama y de las mecánicas de juego, cosa que otros juegos no pueden permitirse, pero por otra parte, el desarrollo de los personajes es el más acertado, apuntando sus caracteres a través de las acciones. Las situaciones y los paseos irrelevantes se eliminan con saltos entre escenas y, aunque pueda resultar un incordio al principio, tiene todo el sentido del mundo. Thirty Flights of Loving es un acto de refinación de la narrativa interactiva sublime, así de simple.

 

Esta escena en particular tiene una fuerza brutal dentro de la historia

 

Pero querréis saber de qué va la experiencia de juego más allá de la historia, claro. Es una aventura en primera persona. Solo podemos movernos, mirar e interactuar con objetos y personas. No hay barra de vida, no hay disparos y los únicos momentos en los que se nos exime del control son breves y opcionales. Pero a pesar de estas limitaciones en la interacción, el juego sabe trazar relaciones humanas y enterrar la intriga en nuestros corazones.

 

Tampoco os podéis perder Gravity Bone, un juego muy similar de Blendo Games, que viene incluido en la compra. Gravity Bone mantiene la maestría de condensar vida y muerte en unos minutos de juego y además logra trazar algunas de las mejores escenas que podemos experimentar en un medio interactivo. Los esfuerzos de Blendo Games de inventar nuevas historias y contarlas de maneras inverosímiles y pulidas sigue adelante, con el desarrollo de Quadrilateral Cowboy, que debería salir este mismo año. El título parece ser encuentro de esa refinada narrativa y de un apartado interactivo mucho más extenso, así que no puedo dejar de soñar con las posibilidades.

 

En lo que respecta a Thirty Flights of Loving, creo que ya he dicho suficiente. Son cinco euros, pero servidor ya lo ha experimentado y disfrutado cerca de diez ocasiones. No es entretenimiento como solemos encontrar en otros juegos: esto es puro alimento para nuestra imaginación. También podéis comprar un libro con esos cinco euros, pero os recomiendo que hagáis la prueba —u os esperéis a las próximas rebajas, claro.


<< Anterior Siguiente >>