1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. X360

MGIndie | Bastion

Vestigios de una era mejor
Sábado 15 de Noviembre de 2014 por Diego Emegé

Me he animado con Bastion. Después de una intensa semana trabajando el análisis de Far Cry 4, anoche me sentía con fuerzas de afrontar uno de los juegos independientes que más me han recomendado en los últimos años —pesaos—, y a pesar de que cuanto antes dejara de jugar antes podía escribir este texto, me costó horrores dejar de jugarlo. No lo he terminado —eso tendrá que esperar—, pero sí que he experimentado ciertas sensaciones que, supongo, son las que tanto cautivan a la gente.

 

Bastion es un juego-regalo para los jugadores. Tiene un buen número de elementos pensados y trabajados para que resulte muy gratificante poner las manos en el mando. Desde el primer minuto recibimos una retroalimentación positiva de forma constante a través de esa voz de americano whiskero que, sencillamente, sabe. Por un lado es un apoyo constante ante una gran variedad de acciones para que sintamos que la elección es nuestra. Es una idea que explotó sabiamente The Stanley Parable, aunque en este caso era la misma base de la experiencia. Por otro lado, a medida que avanzamos en la historia, el juego comienza a apoyarse cada vez más en ese narrador omnisciente para proporcionarle ese toque de: «esto pasó hace tiempo, chico; ¿nadie te lo había contado?».

 

El bastión es el punto de encuentro al que llamamos nuestro hogar durante la partida.
 

Siguiendo con la tesis de juego-regalo, debo mencionar la construcción de mecánicas y, sobre todo, la calidad del control. Bastion trabaja las mecánicas como siempre se ha hecho: añadiendo poquito a poco y solo cuando es necesario, para tenernos contentos y hacernos sentir poderosos. La idea es similar a las baldosas del juego, que poco a poco van apareciendo a medida que necesitamos andar el camino. Y desde el primer martillazo, el juego es profundamente gratificante.

 

Hay un grado de inmediatez y de respuesta que facilita la interacción y la generación de lo que yo llamo er vicio. Con la cantidad de armas que se nos llegan a proporcionar se nos permite escoger la combinación que mejor se adapte a nuestra forma de jugar, y todas ellas funcionan tal y como se esperaría. Personalmente me encanta el machete de guerra, por permitir asestar machetazos a diestro y siniestro a la velocidad a la que se machaque el botón. Y que un juego me siga el ritmo es mucho.

 

El tercer componente del regalo es el apartado visual y sonoro. Vaya cosa mona que es Bastion. Parece una bella ilustración en movimiento. Y la música es algo para recordar, con melodías sentidas y mezclas eclécticas que estimulan el oído, amén de alguna pista de las que se quedan en la memoria y piden ser repasadas a posteriori para acompañamiento de día y noche.

 

La música es para ponerles una estatua a los desarrolladores.

Ahora bien, a falta de haber jugado más allá de —lo que calculo— poco más de la mitad del juego, me salta una gran incógnita. ¿Realmente es para tanto? Sí, es agradecido y sencillo, pero quizá llegue a lo simple. Debo decir que no me ha parecido un juego difícil para nada. Por todo lo que he dicho, es obvio que el acto de jugar se convierte en un ejercicio amable, pero me atrevería a decir que hay en el mundo experiencias similares incluso en el entorno de los juegos gratuitos. Las mecánicas de Bastion ya se impusieron en los RPG de los 90, mucho antes de que el término indie se convirtiera en sinónimo de calidad, bondad y la paz mundial, todo junto. No voy a ser tan mezquino de despreciar una obra porque haya otras muchas antes o después que la mejoren o igualen. Sería ridículo, teniendo en cuenta, por ejemplo, lo que he hecho con Far Cry 4. Solo digo que no debemos perder la perspectiva con estas obras. Nos inspiran simpatía y están muy bien hechas, pero, como decía mi maestra: «al César lo que es del César…».

 

Con todo, os aseguro que terminaré mi aventura en Bastion, porque, qué coño, el juego me tuvo pegado ayer… 8 horas. Acabo de comprobarlo en Steam. Ni me di cuenta. ¿Veis lo que me obligáis a hacer? Para la próxima semana, si no hay alguna petición de los dioses, caerá To the Moon. Os temo.


<< Anterior Siguiente >>