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Intentando comprender al Sonic moderno (Capítulo 1) retro

Buscando respuestas - en su más histórica rivalidad
Sábado 12 de Septiembre de 2015 por Toni Piedrabuena

Tras anunciar y presentar el nuevo Sonic Lost Worlds, el erizo vuelve a estar de actualidad. Viendo los últimos ejercicios, capitaneados por Sonic 4 Episode I, Generations y Episode II podemos afirmar que difícilmente han estado a la altura de las expectativas del erizo, pero mucha gente lo discute. Son opiniones, como todo, como la tuya, como la mía. No quiero defender mis argumentos en el presente texto, pero estoy convencido que Sonic de alguna manera y en algún momento de su historia cambió para siempre y transmutó en algo diferente a lo que conocíamos de la realidad pasada del icono de Sega.

 

¿Cuándo cambió? ¿Por qué cambió? ¿Qué trajeron esos cambios? ¿A qué se debieron? Sí me gustaría contestar a algunas de esas preguntas analizando algunos de los involucrados más importantes en los 20 años de historia del personaje y creo que podremos encontrar alguna solución al enigma navegando por esas aguas de velocidad desenfrenada y plataformas cada vez menos interesantes. Para ello, vale la pena pararse en la actualidad de la franquicia, no exenta de polémica y debate.

 

'Usted es Sónico' en clave presente

 

Como jugador juego a los nuevos Sonic y siento pena por ellos. Como periodista escribo mi más sincera opinión e intento no mancharme las manos con un juego que no recomendaría por 70 euros ni al peor de mis enemigos. Aquí la cuestión es la siguiente: como orgulloso seguidor de las andanzas del puercoespín, ¿me siento bien jugando a los nuevos Sonic? No, ni en broma.

 

¿Y los medios qué dicen? Aquí tienen las notas en Metacritic de los cuatro últimos juegos de plataformas: Sonic 4 Episodio I tiene un 74, Sonic Colors un 78, Sonic Generations un 76 y Sonic 4 Episodio II un 62 (en el caso de las puntuaciones de usuarios tienen un 63, 84, 82 y 69 respectivamente). Más allá de las polémicas notas, creo que es un buen punto de partida para el artículo: ¿se imaginan a la Sega de principio de los noventa sabiendo las medias de su mascota? A la Sega de la presente década, esa que de la que se dice que va a dejar los AAA para centrarse en otras cosas alejadas de su antaño legendaria trayectoria le importe un comino, pero a los que amamos al juego en su día sí que nos importa.

 

¿El principio del fin?

 

En todo caso, tengamos claro un asunto para el presente capítulo: Sonic, sin ser lo que era, sigue teniendo defensores y fanáticos que defienden cada movimiento que se hace con él sin importar quién está detrás, llámese Sonic Team o llámese Dimps, y nada me alegra más que saber que hay usuarios que se gastan sus euros en juegos que disfrutan, pero desgraciadamente no es mi caso ni el de mucha gente.

 

Sonic, como decíamos antes, ha mutado, se ha transformado en algo distinto a lo que conocíamos, pero pocos saben definir qué es lo que ha cambiado y los motivos que lo han llevado a un cambio positivo con respecto a su pasado, glorioso o no. Entonces, ¿era tan glorioso ese pasado? ¿Por qué? ¿Por quién? Muchas preguntas, difícil ser objetivo con ellas, pero sigamos buscando más pistas que nos ayuden a descifrar el misterio.

 

Sonic ha tenido más de 20 juegos en los ha protagonizado una aventura de plataformas en dos o tres dimensiones, lo que provoca una media y agotamiento bastante acentuada de la franquicia, pero también es sinónimo de la buena salud de la que goza el personaje a nivel de ventas y popularidad. De hecho, el mayor hit de Sega en su historia involucra a Sonic con Mario en el juego de los JJOO de Pekín 2008, por lo que si el personaje no fuese querido, por mucho que saliese Mario, no habría funcionado y ni mucho menos se habría convertido, insisto, en el mayor hit de ventas de la historia de toda una firma como la japonesa.

 

El principio del fin

 

Evidentemente, no estamos contando los productos en los que se ha involucrado a la mascota en consolas como Master System, Game Gear, N-Gage, Neo Geo Pocket o Game Boy Advance, pero entonces estaríamos hablando de una lista de casi 50 juegos basados en un universo que, perdónenme, creo que ni puede ni debe dar para tanto. ¿Rendimiento económico para las arcas de Sega? Ahí hemos tocado hueso.

 

Hora de comparar

 

Es inevitable comparar a Sonic y Sega con su más lógica competencia: Mario y Nintendo. En todo caso, el nacimiento de la criatura azul se concibió para contrarrestar el efecto del fontanero rechoncho, por lo que quizás tampoco sea una comparación descabellada por mi parte y nos ayude a ilustrar el momento presente de Sonic. El tiempo ha puesto a los de Kyoto en una posición ventajosa y le ha permitido, por ejemplo, seguir haciendo sus propias máquinas, pero dejando de lado algunos deslices de cesión de derechos a principios de los noventa, el poder creativo de Nintendo con su personaje estrella siempre ha sido total desde el lanzamiento de Donkey Kong en arcade a principios de los ochenta.

 

¿Qué quiere decir eso? Que se cuentan con una mano las empresas que han trasteado con Mario de forma oficial en sus casi 30 años de vida, pero Sega no puede decir lo mismo de Sonic. Es más, cuando Yamauchi y compañía se olieron en el desgaste de su creación, cortaron el grifo, impidiendo que productos como Mario is Missing volvieran a verse en las estanterías de medio mundo. ¿A Sega le importó trastear con versiones para PC, sub-productos de dudosa jugabilidad o calidad en los que salía impresa la cara de Sonic? Nunca, y si les importó volvieron a esa senda pronto.

 

Mario, sin contar sus incursiones portátiles, cuenta con 11 juegos de plataformas en consolas de sobremesa, siendo Galaxy, New Super Mario Bros Wii y Galaxy 2 los tres últimos juegos. Veamos sus notas: según Metacritic hablamos de 97, 87 y 97; por parte de usuarios son 89, 84 y 92 respectivamente. La media de notas de los últimos tres Marios es de 93; la de Sonic, como vimos unas líneas arriba, se queda en 72, pero podría ser peor: si sumamos Sonic Unleashed (60) y Sonic The Hedgehog (46) la cosa quedaría en un modesto 66.

 

 

No podemos repetir el mismo ejercicio con Mario, puesto que para hacer la media con seis juegos tendríamos que retroceder hasta Super Nintendo, con el cambio que conlleva dentro de las reseñas de videojuegos en un espacio de tiempo tan grande, pero sí podemos hacerlo con cinco y cerrando con Mario 64, es decir, 10 años antes del último juego computado en nuestro cálculo para Sonic. Lo haremos por curiosidad: Mario Sunshine (92), Mario 64 (94), por tanto, un 93,4 de nota media. La diferencia entre Sonic y Mario, Metacritic dixit, se separa en más de 20 puntos. ¿Quién lo habría imaginado en 1995? Abandonamos los pesados números.

 

Si quisiéramos ver los juegos que se han hecho con uno y otro personaje alejados de las plataformas Sonic no aguantaría el pulso. Mario ha estado presente en docenas de géneros diferentes con un resultado muy óptimo y más que notable en cada uno de ellos: Mario Kart, Mario Strikers, Mario Party, Smash Bros, y eso sin hablar de ellos de forma individual dentro de sus propias series.

 

El caso de Sonic, difícilmente, tiene alguna obra destacable fuera de las plataformas. Alguna rareza como ese Sonic The Fighters en arcades con Yu Suzuki al frente (recientemente lanzado en distintas plataformas on-line) o el notable Sonic R de Traveler Tales en Sega Saturn y PC, más allá de eso es hablar de obras como Sonic Shuffle, Sonic Battle, Sonic Riders y sus homónimos Zero Gravity o Free Riders es hablar de decepción tras decepción... y sin hablar de productos de dudosa calidad lúdica perpetrados en portátiles como Sonic Laberinth, spin-offs infantiles con Tails o algún que otro cartucho obviable para Game Boy Advance. Otro ejemplo: el RPG basado en el universo del personaje hecho por Bioware se ha convirtió en una de las decepciones más sonoras de la historia de Nintendo DS, ¿quién lo iba a decir?

 

La comparación, hoy, es mucho más que odiosa

 

Conclusión del primer capítulo: si el nacimiento de Sonic fue orquestado por los ejecutivos de Sega para competir con Mario, aunque mucho ha cambiado la industria y Sega entre 1991 y 2012, podemos decir que han acabado perdiendo de goleada por muchos motivos. Aunque no me gustaría hablar de ganadores y perdedores: los únicos que habríamos ganado algo con una media de 94 de los últimos juegos de Sonic habríamos sido nosotros, que tendríamos en nuestra ludoteca obras de referencia y hoy textos como el presente sobrarían. Evidentemente, no lo son.

 

En todo caso, ¿siempre fue así? ¿Siempre perdió el erizo? No, claro, por lo que tendremos que retroceder en el tiempo para intentar detectar qué pasó con el personaje en su génesis y en qué momento se torció su, en teoría, la infrenable trayectoria de 'The Fastest Thing Alive'. Vuelvo en un par de semanas con el segundo capítulo. Hasta entonces no duden en dejarnos sus opiniones sobre el personaje y su concepción.


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