El agujero negro de Sony

Corren malos tiempos para Sony y, por extensión, corren malos tiempos para el videojuego. El gigante nipón vive en estos momentos los peores resultados de su historia. Sus acciones valen lo mismo que hace 32 años, cuando el walkman daba sus primeros pasos, y su valor en bolsa es 37 veces menor que Apple. Hasta las acciones de Samsung valen diez veces más.

 

Sony vive atrapada en un presente donde hace años que sus televisores no generan beneficios y muchos de sus productos son deficitarios. ¿Incluidas las consolas? Aunque no tengamos cifras oficiales, podemos dar casi por hecho, aunque sea lo primero que te enseñan a no hacer en una escuela de periodismo, que PlayStation 3 está más que amortizada. Las más de sesenta millones de PlayStation 3 vendidas alrededor del planeta junto a los 74 millones de PSP, esa que decían que fue un fracaso, hablan de una división que aunque está lejos de las cifras de sus dos primeras consolas es una apuesta segura.

 

Es más, Kaz Hirai, responsable en los últimos años de la división de ocio electrónico es ahora el responsable de Sony. Si algo bueno se puede decir de Hirai, es que es un tipo que ha tomado buenas decisiones para Sony. Si obviamos el fiasco de los primeros tiempos de PS3, poco se puede criticar a la consola: ha resultado un hueso imposible para la piratería hasta hace relativamente cuatro días, supo adelantarse a Microsoft con un rediseñode hardware que le hizo ganar muchos puntos y su apuesta por el blu-ray se ha visto recompensada con creces.

 

 

Se puede decir lo mismo de Vita. Quizá tenga un precio elevado para poder competir de tú a tú con 3DS, pero puede pasear con orgullo el título de ser la mejor consola portátil diseñada hasta la fecha. Por todo esto, Hirai se merece un voto de confianza al frente de la compañía. Que le vaya bien a Sony en el futuro a corto y medio plazo nos afecta a todos los jugones, y en gran medida, puesto que un futuro sin la competencia de los nipones es un futuro más pobre para todos, seamos o no seguidores de la marca.

 

Puede que en este E3 veamos algunas pistas del futuro cercano de la compañía. Sony ha dicho una y otra vez que nada de PS4, pero la rumorología suena con fuerza y ya hay apuestas para ver quién será el primero en presentar su nueva consola: si ellos o Microsoft. Todo el mundo da por hecha una cosa, el que la presente,"ganará" el E3. Y en la situación actual, Sony necesita cualquier victoria, aunque sólo sea un triunfo moral.

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