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MGIndie | Pause Ahead

Sin prisa pero sin pausa
Sábado 07 de Marzo de 2015 por Diego Emegé

Siempre tengo que enterarme tarde de las cosas buenas. Cuando no tengo propuestas vuestras en el foro, me gusta pasarme por Game Jolt para comprobar las locuras y experimentos de los desarrolladores que andan por ahí. Normalmente suelo encontrar piezas originales y experiencias muy exclusivas, pero hoy me he topado con tres obras que me han recordado indudablemente a otros juegos que ya he machacado anteriormente.

 

El primero que me ha capturado ha sido Insatia. Es un juego en el que estamos al control de un gusano. La premisa es comer para hacerse más grande y dominar el escenario. Es una mecánica que ya explotó Osmos muy bien, y debo reconocer que el juego me ha tenido pillado unos cuantos niveles, hasta que ha perdido mi atención con un nivel de carreras. El segundo ha sido Legends of Pixelia. Se trata de un RPG de tipo roguelike que tiene mecánicas de hack and slash. Después de The Binding of Isaac y de Nuclear Throne, la experiencia me ha resultado tosca, algo oxidada a mi parecer, y he seguido adelante. Aquí es donde me he encontrado a Pause Ahead.

 


Pause Ahead es un juego que engaña a primera vista. A pesar de contar con un lenguaje clavado al de Super Meat Boy, consigue distanciarse con una mecánica lúdica esencial, pero suficiente para pillarnos del pecho y no soltarnos. Es un juego de plataformas y puzles endiabladamente difícil. Desde los primeros niveles deja claro que vamos a morir muchísimas veces. Los controles, sencillos: WASD y la barra espaciadora para saltar. Obstáculos mortales, mucho reflejo y mucha precisión en nuestros movimientos. Se maneja bien, pero sigue recordando a Super Meat Boy. ¿Por qué nos quedamos? Hay otra tecla de la que no os he hablado.

 

Al pulsar la tecla C el juego pausa la partida, y la primera vez que lo hacemos, nos quedamos igual. La segunda la cosa empieza a tener sentido, cuando vemos que el personaje no se queda pausado, sino que el juego lo mantiene en movimiento según la inercia y dirección que tuviera al pausar el tiempo. Parece un inconveniente al principio, pero resulta que cuando entramos en ese estado, somos invulnerables hasta que volvemos a la acción normal. De esta forma también podemos abarcar grandes distancias en cualquier dirección. Lo único que tenemos que hacer es apuntar bien, porque la inercia solo nos mueve en un sentido, como si fuéramos una pastilla de hockey deslizándose sobre el hielo. Por eso es tan especial: nos pide precisión y reflejos en una dimensión más de lo normal.

 

 

No es un reto sencillo. Hace falta armarse de mucha paciencia para encontrar el rollo zen suficiente para encajar bien la enésima muerte y poder seguir adelante, con templanza. Daos cuenta de que no solo hay que ser hábil con los saltos, sino también al elegir cuándo queremos parar el tiempo y predecir nuestros movimientos para salir bien de las pausas. Cuando ya hemos pillado la mecánica del tiempo, el juego aprovecha para ponérnoslo más difícil con, por ejemplo, un contador de tiempo con un segundo de duración. Para subsanarlo, nos permite recoger un reloj de arena que añade segundos al contador pero, claro, suele estar en la mitad de cada pantalla. Así, tenemos que ser precisos y escrupulosos con el tiempo que gastamos.

 

Pause Ahead es uno de esos juegos que nos enseñan a movernos a hostias, pero que también nos enseña que las heridas se curan más rápido si seguimos adelante sin mirar atrás. A pesar de resultar muy similar a ese Super Meat Boy, las mecánicas y el diseño de niveles están lo suficientemente trabajados como para merecerse mi sólida recomendación. De todas formas, os recuerdo que estoy hablando de un juego gratuito y que se puede jugar en el navegador, así que no sé a qué estáis esperando.


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