Analisis Virtua Tennis 2009 X360
Lunes 15 de Junio de 2009 por Omar Álvarez
En mal momento Sumo Digital fallan el match point. Con tan sólo 10 años de historia, Virtua Tennis ha logrado convertirse en un referente universal del tenis en los videjouegos e incluso llegar a trasgredir una extraña barrera: la de los jugadores no especialmente aficionados a un deporte concreto que se vuelven adeptos de un título tan de género sólo por sus virtudes jugables.
El VT original de arcade (porteado a Dreamcast donde la plataforma consiguió una de las conexiones con el público general más álgidas) fue una revolución por dar agilidad a un género enclaustrado en unos valores jugables de la era NES, a excepciones como el primer Smart Court Tennis de Namco (equilibrado y directo, aunque no tan innovador).
Hasta el 2006 no recibimos una entrega post-Dreamcast, la primera para la nueva generación, con un apartado técnico notable y una reajuste de la jugabilidad que enfocaba hacia la simulación en pequeñísimos detalles (la situación del jugador, la velocidad de reacción y distancia a la pelota, etc.) pero que logró mantener el espíritu...y el tipo.
Virtua Tennis 2009, por más que nos pese, no consigue ajustarse a lo que una franquicia con una solera tan brillante promete. Se trata de un capítulo continuista, que apenas aporta novedades y que a la hora de la verdad no falla en ningún apartado, pero que justifica su adquisición si se disponde de la entrega original.
La mecánica directa de Virtua Tennis siempre ha tenido un doble filo: aprender a jugar apenas lleva unos minutos, llegando a dominar con facilidad en unas horas y poder poner contra las cuerdas a la CPU en niveles altos de dificultad. Este esquema es muy inteligente en los salones recreativos, ya que el usuario que introduzca en una moneda será recompensado con un tiempo de juego razonable e incitiará a la superación paulatina (esta muy lejos de, por ejemplo, la exigencia y dedicación necesaria en Virtua Fighter).
Enfrentarse a un jugador real es otro universo. Aquí es donde el tenis clásico hace acto de presencia, más allá de super-estelas y recuperaciones hipso-factas, dejando lugar a la estrategia cerebral. Voleas, dejadas, situación del jugador para recibir la pelota, todo un mundo de posibilidades donde es muy dificil fallar, dando pie a puntos interminables, por lo que nos tocará jugar a agotar y exprimir al máximo el casancio, en este caso más psicológico que nunca, del rival.
Virtua Tennis 2009 respeta al máximo estos principios, solucioando algunos vicios del tercero, como las caidas excesivas y dandole un poco más de velocidad al juego, en la linea de la primera edición del juego. El problema es que aunque la base esté intacta, todo el envoltorio con el que intentan justificar esta secuela, falla.
Por un lado el modo World Tour, la gran estrella de las ediciones domésticas, es un absoluto dislate. Crear a un tenista y llevarlo hasta campeón mundial suena atractivo...salvo que repite, punto por punto, el esquema de Virtua Tennis 3. El esquema es sota caballo y rey: supera torneos menores para acceder a las grandes competiciones. Para superarlos, juega a mini-juegos con los que mejorar las estadísticas de nuestro jugador (pinceladas de RPG...aburridas e innecesarias). Estos son ?originales?, ya que muchos no coinciden con los de VT3, aunque en su inmensa mayoría se tratan de refritos con un nuevo diseño.
El modo de creación no es todo lo profundo que nos hubiese gustado, más por resultados que por opciones: da igual el tiempo que inviertas en la pantalla, que tu tenista parecerá un jugador con algún tipo de deficiencia física (si no me creéis, probad a jugar contra un jugador generado de forma aleatoria por la CPU...).
Más allá del planteamiento, que por mucho que imite la entrega anterior es inteligente, la desastrosa curva de dificultad arruina las 3 o 4 primeras horas de juego. Un nivel demasiado sencillo hace que tengas que superar una y otra vez los primeros torneos, ya sean para jugadores individuales como para dobles, un verdadero hastío para prácticamente cualquier jugador mínimanente relacionado con la jugabilidad de la saga.
No obstante, si consideramos el modo World Tour un añadido y no el núcleo, aún nos quedan otras modalidades con las que practicar: modo vs. Offline, mini-juegos, el arcade clásico con una curva de dificultad más ajustable y directa o los mini-juegos descontextualizados (todo lo que se pueden descontextualizar que un tenista alimente a un mono de plástico lanzáloe plátanos gigantes).
Técnicamente cumple a regañadientes: prácticamente la misma BSO que la tercera entrega, donde todos los FX cumplían pero las composiciones eran insoportables, modelados de los personajes correctos, animaciones cuidadas y muy similares a las de los jugadores reales que representan y unas texturas definidas y coloristas, especialmente pensadas para lucir en paneles 1080p de última generación. Como con el resto de apartados, sigue sin existir un salto cuantitativo respecto a la tercera entrega, pero siguen resultando sorprendentes.
El modo por excelencia, que arregla la dificultad desmedida, la falta de novedades y nos devuelve a la diversión directa que hizo triunfar el original, es el modo Online vs.: Jugar contra jugadores de todo el mundo es un placer, sobre todo porque es donde conseguiremos el aprendizaje más real y satisfactorio (ver a un francés comerse tierra abatida es, fue y será, el mayor placer al que todo tenista debería aspirar). El último pero es la latencia: aunque sin el dramatismo de otros juegos (Top Spin...) si que genera algunos movimientos fantasmas y llegadas imposibles de los jugadores (ya que realmente en nuestra pantalla no le dio tiempo a realizar el movimiento) poco vistosas.
Una pena. El corazón de esta edición es igual de tremendo que en los anteriores. Existen motivos para hacer la vista gorda, pero es una lástima que un juego tan portentoso, uno de los mayores bastiones de la Sega moderna, se tenga que contentar con una secuela tan...prescindible. Por otra parte, seamos francos. Sigue siendo, a extricto día de hoy, la mejor opción del mercado y los que simplemente quieran ver una renovación superficial de Virtua Tennis 3 (o los usuarios de Playstation 3, disponer al fin de modo Online), que no duden. Pero Sumo esta vez han escogido un peligroso camino fácil, la misma senda cómoda que nos incita a la reincidencia.
A favor:
- El modo Online. Poder jugar contra jugadores online de todo el mundo y aprender de verdaderos expertos.
- Que en el fondo, siga siendo el juego de tenis más vibrante y técnico, pese a que evite el ?realismo? estricto de otros...?simuladores? (Top Sin, va por ti).
En contra:
- Novedades contadas con los dedos de la mano de un accidentado laboral en una carnicería.
- El modo World Tour sigue los patrones exactos de la tercera entrega, resultando aún más sencillo y aburrido...en casi un 70% de su duración.
GENERO: Arcade de Tenis
DURACIÓN: Alta
MODOS DE DIFICULTAD: 3
MODO MULTIJUGADOR: Sí
MODO ONLINE: Sí (hasta 4 jugadores)
EXTRAS: Sí (personajes, equipación, etc.)
DESARROLLADORA: Sumo Digital
DISTRIBUIDORA: Sega
LANZAMIENTO: 29-05-09
CALIFICACIÓN EDAD: +3
Precio (?): 59,10?
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El VT original de arcade (porteado a Dreamcast donde la plataforma consiguió una de las conexiones con el público general más álgidas) fue una revolución por dar agilidad a un género enclaustrado en unos valores jugables de la era NES, a excepciones como el primer Smart Court Tennis de Namco (equilibrado y directo, aunque no tan innovador).
Hasta el 2006 no recibimos una entrega post-Dreamcast, la primera para la nueva generación, con un apartado técnico notable y una reajuste de la jugabilidad que enfocaba hacia la simulación en pequeñísimos detalles (la situación del jugador, la velocidad de reacción y distancia a la pelota, etc.) pero que logró mantener el espíritu...y el tipo.
Virtua Tennis 2009, por más que nos pese, no consigue ajustarse a lo que una franquicia con una solera tan brillante promete. Se trata de un capítulo continuista, que apenas aporta novedades y que a la hora de la verdad no falla en ningún apartado, pero que justifica su adquisición si se disponde de la entrega original.
Virtua Tennis...¿2009?
La mecánica directa de Virtua Tennis siempre ha tenido un doble filo: aprender a jugar apenas lleva unos minutos, llegando a dominar con facilidad en unas horas y poder poner contra las cuerdas a la CPU en niveles altos de dificultad. Este esquema es muy inteligente en los salones recreativos, ya que el usuario que introduzca en una moneda será recompensado con un tiempo de juego razonable e incitiará a la superación paulatina (esta muy lejos de, por ejemplo, la exigencia y dedicación necesaria en Virtua Fighter).
Enfrentarse a un jugador real es otro universo. Aquí es donde el tenis clásico hace acto de presencia, más allá de super-estelas y recuperaciones hipso-factas, dejando lugar a la estrategia cerebral. Voleas, dejadas, situación del jugador para recibir la pelota, todo un mundo de posibilidades donde es muy dificil fallar, dando pie a puntos interminables, por lo que nos tocará jugar a agotar y exprimir al máximo el casancio, en este caso más psicológico que nunca, del rival.
Virtua Tennis 2009 respeta al máximo estos principios, solucioando algunos vicios del tercero, como las caidas excesivas y dandole un poco más de velocidad al juego, en la linea de la primera edición del juego. El problema es que aunque la base esté intacta, todo el envoltorio con el que intentan justificar esta secuela, falla.
Por un lado el modo World Tour, la gran estrella de las ediciones domésticas, es un absoluto dislate. Crear a un tenista y llevarlo hasta campeón mundial suena atractivo...salvo que repite, punto por punto, el esquema de Virtua Tennis 3. El esquema es sota caballo y rey: supera torneos menores para acceder a las grandes competiciones. Para superarlos, juega a mini-juegos con los que mejorar las estadísticas de nuestro jugador (pinceladas de RPG...aburridas e innecesarias). Estos son ?originales?, ya que muchos no coinciden con los de VT3, aunque en su inmensa mayoría se tratan de refritos con un nuevo diseño.
El modo de creación no es todo lo profundo que nos hubiese gustado, más por resultados que por opciones: da igual el tiempo que inviertas en la pantalla, que tu tenista parecerá un jugador con algún tipo de deficiencia física (si no me creéis, probad a jugar contra un jugador generado de forma aleatoria por la CPU...).
Más allá del planteamiento, que por mucho que imite la entrega anterior es inteligente, la desastrosa curva de dificultad arruina las 3 o 4 primeras horas de juego. Un nivel demasiado sencillo hace que tengas que superar una y otra vez los primeros torneos, ya sean para jugadores individuales como para dobles, un verdadero hastío para prácticamente cualquier jugador mínimanente relacionado con la jugabilidad de la saga.
No obstante, si consideramos el modo World Tour un añadido y no el núcleo, aún nos quedan otras modalidades con las que practicar: modo vs. Offline, mini-juegos, el arcade clásico con una curva de dificultad más ajustable y directa o los mini-juegos descontextualizados (todo lo que se pueden descontextualizar que un tenista alimente a un mono de plástico lanzáloe plátanos gigantes).
Técnicamente cumple a regañadientes: prácticamente la misma BSO que la tercera entrega, donde todos los FX cumplían pero las composiciones eran insoportables, modelados de los personajes correctos, animaciones cuidadas y muy similares a las de los jugadores reales que representan y unas texturas definidas y coloristas, especialmente pensadas para lucir en paneles 1080p de última generación. Como con el resto de apartados, sigue sin existir un salto cuantitativo respecto a la tercera entrega, pero siguen resultando sorprendentes.
El modo por excelencia, que arregla la dificultad desmedida, la falta de novedades y nos devuelve a la diversión directa que hizo triunfar el original, es el modo Online vs.: Jugar contra jugadores de todo el mundo es un placer, sobre todo porque es donde conseguiremos el aprendizaje más real y satisfactorio (ver a un francés comerse tierra abatida es, fue y será, el mayor placer al que todo tenista debería aspirar). El último pero es la latencia: aunque sin el dramatismo de otros juegos (Top Spin...) si que genera algunos movimientos fantasmas y llegadas imposibles de los jugadores (ya que realmente en nuestra pantalla no le dio tiempo a realizar el movimiento) poco vistosas.
CONCLUSIÓN - Virtua Tennis 2009 -
Una pena. El corazón de esta edición es igual de tremendo que en los anteriores. Existen motivos para hacer la vista gorda, pero es una lástima que un juego tan portentoso, uno de los mayores bastiones de la Sega moderna, se tenga que contentar con una secuela tan...prescindible. Por otra parte, seamos francos. Sigue siendo, a extricto día de hoy, la mejor opción del mercado y los que simplemente quieran ver una renovación superficial de Virtua Tennis 3 (o los usuarios de Playstation 3, disponer al fin de modo Online), que no duden. Pero Sumo esta vez han escogido un peligroso camino fácil, la misma senda cómoda que nos incita a la reincidencia.
NOTA FINAL: 7
A FAVOR Y EN CONTRA - Virtua Tennis 2009 -
A favor:
- El modo Online. Poder jugar contra jugadores online de todo el mundo y aprender de verdaderos expertos.
- Que en el fondo, siga siendo el juego de tenis más vibrante y técnico, pese a que evite el ?realismo? estricto de otros...?simuladores? (Top Sin, va por ti).
En contra:
- Novedades contadas con los dedos de la mano de un accidentado laboral en una carnicería.
- El modo World Tour sigue los patrones exactos de la tercera entrega, resultando aún más sencillo y aburrido...en casi un 70% de su duración.
INFORMACIÓN DEL JUEGO - Virtua Tennis 2009 -
GENERO: Arcade de Tenis
DURACIÓN: Alta
MODOS DE DIFICULTAD: 3
MODO MULTIJUGADOR: Sí
MODO ONLINE: Sí (hasta 4 jugadores)
EXTRAS: Sí (personajes, equipación, etc.)
FICHA TÉCNICA - Virtua Tennis 2009 -
DESARROLLADORA: Sumo Digital
DISTRIBUIDORA: Sega
LANZAMIENTO: 29-05-09
CALIFICACIÓN EDAD: +3
Precio (?): 59,10?
7
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