1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. X360

Analisis Torchlight X360

Martes 15 de Marzo de 2011 por Víctor Junquera
La eterna duda, que incluso a los miembros de Blizzard trae de cabeza, sobre si Diablo sería un juego que encajase en el modo de juego de consolas, se resuelve inmediatamente gracias a Torchlight, y la respuesta es un sí rotundo ya que, salvo por valores de producción, este juego supone un rescate perfecto de la mecánica que introdujo un mito en los juegos de PC.

Torchlight tiene una premisa muy sencilla, y es descender niveles de una mazmorra mientras te abres paso a magia y espada haciendo frente a toda criatura que salga a tu encuentro, hasta llegar al fondo, donde se encuentra la solución a todos tus problemas, mientras reclamas recompensas por superar los objetivos que proponen los aldeanos del pueblo que habita sobre la mina a recorrer.

Ni es original ni lo pretende, pero sobra con esto para conseguir una buena cantidad de diversión durante más de 10 horas, alargables hasta el infinito tras conseguir llegar al fondo de la mina. Tampoco es original a la hora de permitirnos escoger personaje. Un fornido guerrero, un poderoso mago enclenque, o una habilidosa exploradora, a los que acompañarán un perro, un gato grande o un dragón pequeño, que tendrán una gran utilidad como aliados en combate y como mulas de carga.

Pero lo importante aquí no es ser original, sino saber jugar tus cartas, y los miembros de Runic Games, ex-miembros de Blizzard, aunque parte del staff creador de Diablo, han querido rendir homenaje al clásico dungeon crawler con una versión simplista y modernizada del mismo Diablo, que cumple con las bases de todo RPG, con una interfaz cómoda perfectamente adaptada a las posibilidades de un mando.

Torchlight permite además entretenimiento a todos los niveles, para todos los gustos. Si prefieres que el juego sea un beat'em up, concentra todos los puntos conseguidos al subir nivel en fuerza y defensa, equípate con espadas y hachas y lánzate a la batalla dándole a tu mascota una actitud agresiva. Sólo en los niveles de dificultad más altos tendrás problema, y equivale a algo así como jugar en Modo Dios. Pero quien quiera un reto digno de un RPG siempre puede configurarse una suerte de mago guerrero bien equilibrado, dando un buen uso a tu acompañante, al que puedes ordenar que te defienda o que distraiga a los enemigos mientras lanzas ataques a distancia con tu bastón mágico.

Aunque si todo reto te parece poco, el juego ofrece la peculiaridad de un modo ?realista?, en el que si mueres, se acabó la partida y tocará hacer borrón y cuenta nueva. Perder ocho horas de juego, una treintena de niveles y un equipo repleto de poderosos objetos únicos por un descuido, o por envalentonarse y no pulsar el botón de poción a tiempo, puede ser algo fatal, pero la opción nunca sobra. El jugador hardcore nunca es lo suficientemente hardcore.

Donde Torchlight flaquea es, como decíamos, en la producción. Para quien tenga como única motivación el bajar niveles sin parar, Torchlight es perfecto. No sólo está esa decena de horas de la ?historia? principal, sino que más adelante podemos acceder a plantas generadas aleatoriamente, e incluso a una mazmorra de profundidad infinita, pero en un RPG en el que no hay mucho por descubrir, hace falta un empujón que anime a querer seguir, y en este caso, desde luego que no es la trama. Tampoco lo es la exploración, ni el ansia por descubrir una nueva zona cada cinco plantas. Simplemente es descender y matar.

Si existiese un aprendizaje de mecánicas, si fuese un poco más arcade, sería comprensible algo así, pero donde no hay nada para recordar, sólo queda un título que conserva a la perfección el espíritu Diablo, que parece casi un homenaje, y una grandísima adaptación al control de un pad, aunque insuficiente a la hora de llegar tan hondo en el jugador.

NOTA FINAL: 7
7

/ 10


<< Anterior Siguiente >>