El catálogo de juegos descargables de Xbox Live Arcade va acogiendo ya una buena cifra de incunables remasterizados, y desde el momento en que Rare asomó la patita por debajo de la puerta con Banjo-Kazooie,
el mayor deseo de todo nostálgico pasó a ser la posibilidad de ver el mejor
shooter de toda una generación, de nuevo en sus plataformas de alta definición, adaptado a la actualidad.
Perfect Dark es un juego de acción en primera persona (un género muy habitual hoy en día),
secuela espiritual de GoldenEye, original de Nintendo 64, lanzado al mercado en el año 2000 como una de las grandes exclusivas de la consola, que ahora llega a la distribución digital de Xbox 360 para hacernos vivir las misiones secretas de Joanna Dark tras lo acontecido en Perfect Dark Zero, uno de los juegos que acompañó a la consola en el lanzamiento.
Hoy en día, con nuestras manos acostumbradas al sistema de doble joystick por el que tanto le debemos a Halo, es inevitable preguntarse
¿cómo éramos capaces de controlar un FPS con cuatro botones direccionales? Probablemente la respuesta esté cerca de la ayuda proporcionada por el apuntado automático, aunque todo el mundo sabe que el auténtico maestro no necesita estos añadidos mientras pueda poner la sensibilidad del giro al máximo.
Aún recuerdo cómo
podíamos perdernos en detalles asombrosos para la época, como coger un rifle de francotirador para apreciar las pupilas de los ojos ?perfectamente modelados? de un cadáver. Realmente Perfect Dark significó algo, y
quien lo jugase entonces, será quien más vaya a disfrutar de cada melodía, cada diálogo y cada recoveco de esta remasterización.
17 fases y varias adicionales conforman el modo historia de Perfect Dark, y para ampliar el índice de rejugabilidad, cuanto más aumenta el modo de dificultad, más objetivos tendremos que superar en cada misión, con lo que no sólo será un reto para el jugador por la superación personal, sino que sirve además para ver nuevas áreas de cada escenario y más posibilidades, como desbloquear nuevas armas y trucos.
Aún a día de hoy, sigue siendo uno de los juegos del género que más variedad ofrece, con un abanico de armas que ronda la treintena, cada una con sus propiedades únicas que van más allá de la cadencia de disparo o el zoom, sino que algunas ofrecen disparar a través de paredes, invisibilidad a costa de munición, explosivos de varios tipos,... Y todo con una gran coherencia dentro de la propia ambientación de ciencia-ficción futurista.
El rediseño de ciertos personajes es tan acertado como el lavado de cara general llevado a cabo por el equipo de 4J Studios, dándole a todo un aspecto mucho más acorde con la generación actual de la alta definición, y no es sólo cuestión de texturas, sino que también han conseguido limar uno de los puntos negros del original y nos ofrecen
una experiencia completa a 60 frames por segundo constantes.
El colofón lo pone, como en el original, el modo multijugador, que no sólo permite todo lo que ya ofrecía en el año 2000
en cooperativo o en escaramuzas para cuatro a pantalla partida, sino que ahora podremos hacer todo esto y más, contra amigos de todo el mundo o jugadores anónimos en el
fluidísimo modo online.
Todos contra todos, Rey de la colina, Captura la bandera, duelos de hackeo, Deathmatch por equipos,... Las posibilidades se disparan en proporción al contador de horas de juego, y no hay que olvidar que incluye también los guiños a GoldenEye en forma de mapas y armas con los que contaba el Perfect Dark original,
ese gran shooter variado y elegante, que vistió a un Elvis cabezón, grisáceo y de ojos saltones con un chaleco de la bandera norteamericana. Todo, por 800 Microsoft Points.
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