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Analisis Need for Speed: Shift PS3

Sábado 26 de Septiembre de 2009 por Omar Álvarez

La nueva estrella de la pole


Te prometimos fama, dinero, buenos patrocinadores, una casa en Haití, un dúplex en Mónaco. Tendrías todas las comodidades del mundo, serás reconocido en tu país, vestirás trajes a medida de diseñadores de renombre, serás la próxima portada de Esquire.

Pero nadie te confesó lo difícil que sería llegar hasta el primer puesto. Tu mala reputación (un traspiés tras otro durante los últimos tres años, marcados por la irregularidad y las prisas en conseguir logros fáciles) no ayudaba a creernos las promesas de que esta vez, conseguiría, a través del esfuerzo y el buen hacer, situarte en los puestos de cabeza de la competición.

Parece que sí. Has jugado tus cartas de forma inteligente. Tu conducción es mucho menos agresiva y visceral que en anteriores entregas, apuestas por ser realista al volante y no buscar el derrape fácil.

Para llegar hasta donde estás, has tenido que esforzarte y superar múltiples pruebas: conseguir el trofeo NFS te ha llevado meses de duro trabajo, pero ha merecido la pena: lo sabemos, puede haber resultado cansino repetir el mismo esquema una y otra vez (crono, competición, carrera por escuderías) y aunque has intentado volver a tus raíces irresponsables en los torneos Drift (donde te luciste a través de derrapes excesivos), has sabido guiñar el ojo a tus seguidores de los inicios sin perder (en exceso), la compostura.

Has sido muy inteligente. Sabías que la competencia era dura y mirar a tus cercanos rivales era estremecedor: por eso has preferido no ser un burdo imitador y remarcar tu conducción, a camino entre los elegantes competidores de Liverpool, el estoicismo de los japoneses o la precisión enfermiza de los perfeccionistas de Redmon. Tienes estilo, eres furioso al volante pero no te dejas intimidar ante curvas cerradas, necesitas dominar los circuitos para sentirte cómodo y te gustas cuanto más tiempo te pasas sobre las cuatro ruedas.

Te has olvidado, por fin, de toda esa indumentaria macarra, de los colores brillantes, de los coches horteras. Ahora tu imagen es mucho más limpia y certera, al nivel de tus rivales, mirando por encima del hombre cuando tienes ocasión: Tus estilistas han hecho un buen trabajo y aunque saben como maquillarte los defectos, eres el más bello sobre la pista de momento (pero cuidado con la sonrisa profident).

Te gusta el aroma de revista de tendencias. Vives entre flashes de cámaras de fotos, cartelería de diseño, primeras marcas y no se te caen los pantalones al admitir que conduces a todo trapo mientras escuchas a MSTRKRFT o Buraka Som Sistema. Puedes decir sin miedo que no eres otro aburrido piloto sin alma, que vives en una película de Hollywood constante, que no temes ser el protagonista en todo momento, que los anuncios abruman por tu paso, los logotipos vuelan y todo brilla

Ahora sí, en ocasiones pierdes el control. Tras el artificio, el maquillaje y los fuegos artificiales, tú contra la carretera, no logras maravillar contra tus competidores. Sabes crear el espectáculo necesario cuando te rodeas de otros turismos furiosos, te encanta el sonido de chapa contra chapa, el rugir de los motores y las carreras donde los coches se rozan a más de 200km/hora. Te falta el talante de los clásicos sobre un turismo clásico, el magnetismo entre tú y la carretera, una lástima que algunas grandes marcas te hayan dado la espalda.

Has conseguido limar nuestras asperezas. Bien hecho. Buen intento el intentar conseguir ciertos vehículos con la cartera antes que ganarlos por tu esfuerzo, aunque como habrás comprobado también puedes conducir clásicos si te los ganas, como todo, a base del volante y sin tanta florituras: no por salir en más portadas serás mejor piloto, muy buena temporada, te esperamos el año que viene, más y mejor. Ya has dado el paso más difícil: un bautismo de talento, no lo vuelvas a echar a perder.

NOTA FINAL: 8
8

/ 10


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