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Analisis Maneater ,PC,PS4,SWITCH,XONE

Ay, que te muerdo.
Viernes 22 de Mayo de 2020 por Álex Pareja

Uno de los sueños del Dr. Maligno en las películas de Austin Powers (obras maestras del género, apuntadlas en la lista) era poder contar con tiburones mutantes con rayos láseres atados a la cabeza. ¿Para qué? Para poder meterlos en una piscina dentro de su guarida y así tener el método definitivo que permitiera acabar con la vida de Austin Powers, el agente secreto que siempre acaba con sus malignos planes. ¿Por qué no pegarle un tiro cada vez que lo captura y evitar que siempre escape por utilizar estos extraños métodos? Preguntaría su hijo, Scott, al que este genio del mal mandaría callar con razón. 

 

¿A quién no le gustaría tener sus propios tiburones con rayos láseres en la cabeza? 

 

No es que Maneater permita tenerlos como tal, pero sí que se aproxima a esa idea descabellada del tiburón como arma asesina capaz de cualquier cosa, incluso de mutar, evolucionar y contar con elementos de este estilo que le permitan acabar con todo tipo de vida que encuentre en las profundidades del mar. Y también con los cazadores que osen tratar de capturarlo. Nosotros seremos el tiburón y nosotros decidiremos cómo queremos ir mejorando en un sistema de evolución al más puro estilo RPG

 

 

Conseguiremos puntos y recursos acabando con la vida de todo tipo de criaturas, desde peces hasta tortugas y, por supuesto, humanos. Esto nos permitirá subir de nivel y tener acceso a nuevas habilidades útiles y a mejoras biológicas que jamás podríais llegar a imaginar. Es curioso nadar con un tiburón capaz de electrificar o envenenar a sus víctimas, por ejemplo, entre multitud de otros casos que os recomiendo que descubráis por vosotros mismos. 

 

Y todo ello combinado con pequeñas piezas de audio o de vídeo donde Maneater nos instruye acerca de los tiburones. Sí, llevas una máquina de matar que se dedica únicamente a morder y comerse todo lo que se mueve para evolucionar de maneras estúpidas e increíbles, pero a la vez estarás aprendiendo datos reales e interesantes acerca de este animal. En la balanza no soy capaz de declinarme por el lado de la genialidad o por el de la más absoluta incoherencia. 

 

 

Si queréis aprender sobre tiburones, igualmente, disfrutad de alguno de los miles de documentales o escritos que tenéis sobre estos magníficos e interesantes depredadores. Porque Maneater es lo que es: un título que se aleja de cualquier propuesta de simulación y toma elementos propios de otros muchos videojuegos del montón para generar una experiencia entretenida y poco más. Es otra de esas obras con las que no puedo dejar de pensar en lo mucho que está planteada para triunfar entre youtubers y streamers más que como propuesta de videojuego en sí. Y eso le termina pasando factura muy rápido. 

 

Tendremos que ir superando misiones y desafíos en pequeños mundos abiertos acuáticos, donde encontraremos zonas como nuestra base (a la que tendremos que acudir para aplicar nuestros puntos de experiencia y mejorar nuestras habilidades), multitud de coleccionables esparcidos por todas partes, misiones secundarias y misiones principales marcadas en un mapa. Por lo general todo se reducirá a avanzar hasta una de estas posiciones y acabar con la vida de uno o varios enemigos. Luego, vuelta a empezar. 

 

 

Resulta extrañamente divertido y adictivo ir mordiendo y acabando con todo lo que encontramos a nuestro paso (sobre todo con los molestos humanos, representados fielmente como máquinas de matar especies) pero esto empeora cuando nuestros rivales pueden defenderse y el combate pasa a ser algo más complejo. Es muy complicado apuntar y fijar al enemigo al que queremos atacar (ni pulsando el botón correspondiente funciona bien) y difícil saber cuándo es momento de esquivar y cuándo de atacar. Además, incluso al esquivar ciertos ataques siempre recibirás daño, por lo que algunos de los enfrentamientos más duros, que deberían ser un espectáculo acuático emocionante, terminan siendo arrojados al pozo del aburrimiento al tener que escapar constantemente en busca de otros animales que nos permitan curar nuestra salud para poder volver a pelear. 

 

Es divertido comprobar cómo nuestro tiburón evoluciona e ir probando nuevas combinaciones de habilidades o de mutaciones curiosas, pero pasan las horas y la experiencia sigue rodando sobre la misma rutina. Cuando mejor funciona es cuando tenemos que acabar con alguno de los jefes humanos y con todo su séquito, pero incluso ahí veremos muchos desajustes en el control y pocos aciertos generales, aunque seguiremos mordiendo todo lo que se mueve para conseguir más experiencia y recursos, no vaya a ser.

 

 

Maneater está lejos de ser un juego original y divertido en su propuesta, pero tiene algo interesante que puede terminar convenciendo a algunos jugadores. Es igual de inútil que esos tiburones mutantes con rayos láseres atados a la cabeza de la guarida del Dr. Maligno, porque ni siquiera los vamos a poder disfrutar cuando Austin Powers vuelva a escaparse y a arruinar nuestros planes antes de sufrir su terrible y curiosa muerte. Pero fue divertido intentarlo, al menos. 

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