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Analisis Lips X360

Viernes 12 de Diciembre de 2008 por Omar Álvarez
Microsoft en busca de la revolución casual.

En el pasado año, una campaña de marketing más potente y los primeros atisbos de juegos para todo tipo de públicos (como Viva Piñata o el primer Scene It), buscaban un nuevo público más allá del conseguido con Halo 3, Gears of War o Project Gotham Racing, aunque parecían dar más palos de ciego que acertar. Por lo tanto, había que tirarse a la piscina. Había que empezar de cero.

Tras un feria contradictoria, donde se mostraron algunos de los mejores juegos ?hardcore? del año (Fall Out 3, Gears of War 2, Fable II etc.) se entre mezclaban con una nueva interfaz más clara y accesible, unos avatares que enfatizaban la interactuación social y el ocio más alejado de los cánones tradicionales y una ronda de juegos casuales cuanto menos, interesantes. Lips fue el gran abanderado y ahora comprendemos aquella conferencia: Microsoft tenía muy claro que pretendía no perderse entre públicos, si no vencer en ambos.

Retomando la estela de Singstar (negar la fuente de inspiración a estas alturas es un absurdo), la compañía se ha respaldado en uno de los estudios más brillantes del panorama musical dentro del mundo del ocio interactivo, Inis (los premiados autores de Ouendan/Elite Beat Agents).

Ante todo, se trata de un karaoke 2.0, con las aplicaciones propias de una consola de nueva generación y un periférico de lujo (además sin encarecer el coste del juego). Los micrófonos, por primera vez inalámbricos, son atractivos y prácticos y la interfaz del juego es sencilla y clara.

El método de juego es muy similar al de la franquicia de la competencia: deberemos afinar, con el mayor acierto posible, la entonación de voz de la canción mostrada en pantalla. Para ello el juego detectará si estamos cantando de forma más aguda o más grave por lo que habrá que ser precisos con nuestro tono.

En Lips por desgracia se echan en falta más modos, ya que la ausencia de una carrera hace difícil de justificar las partidas mono-jugador. Eso sí, es en este tipo de eventos o reuniones sociales, donde el juego despliega su potencial, una posible chispa detonante de futuras noches locas.

Sentimiento agridulce. La anunciada opción a bombo y platillo de poder cantar las canciones almacenadas de tu iPod, Zune o similar, es una mera forma de cantar por encima del a canción, sin un texto que seguir ni un premio real por cantar la canción de forma correcta. La ausencia de modos online más allá de futuras descargas de canciones (aunque el juego incluya una cantidad de temas lo suficientemente variada) nos hacen ver este Lips más como un esbozo de una hipotética segunda entrega revisada que como la esperada revolución en el género.

9

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