Analisis Halo 3 X360

Vuelve el Jefe Meastro de la mano de Halo 3, uno de los juegos más esperados de la historia, el antes y el después en Xbox 360, el deseo de miles de jugones... el final de una trilogía.

Todo empezó un lluvioso noviembre de 2001, cuando sería lanzado para Xbox un First Person Shooter llamado Halo: Combat Evolved. Desarrollado por Bungie Software y distribuido por la propia Microsoft Game Studios, este juego de disparos en primera persona y temática de ciencia ficción, tuvo un apabullante éxito tanto en lo referente a criticas como en ventas, convirtiéndose desde ese mismo momento en el buque insignia de la marca Xbox. Y es que más allá de ser un excelente juego, Halo consiguió enamorar a medio mundo, cosechando una basta legión de fans que se daban cita cada semana en Xbox Live (a través de la segunda entrega del juego), pues, el modo multijugador en red que proponía el programa era soberbio, logrando ser un referente en el género.

Un objetivo a destruir, un JEFE para lograrlo

[Atención: Los siguientes párrafos pueden contener información sobre la trama de los dos primeros Halo]

La historia comienza en el año 2.552, cuando debido a la superpoblación existente en el planeta Tierra, su población se ve obligada a desplazarse y vivir en colonias espaciales, conociendo al mismo tiempo la vida extraterrestre. De esta manera se da encuentro con El Pacto (The Covenant), una asociación alienígena que busca, protege y estudia todas las obras que Los Antepasados (Forerunners) dejaron a su paso. Esta búsqueda viene motivada por unas esperanzas que recaen en lograr hacer el Gran viaje, el cual parece ser que llevará a sus descubridores hasta el mismo lugar donde se encuentran Los Antepasados, pues, los integrantes de El Pacto son fanáticos seguidores de las hazañas de esta raza ahora extinta. Aprofundizando más en la cultura de esta raza desaparecida, decir que estaban tecnológicamente muy avanzados, construyendo por todo el espacio un buen número de obras de ingeniería magnificas. Por desgracia, hace ya mucho que se les borró del mapa, y es que según se comenta, fueron arrasados por los Flood, una forma de vida que infecta a los seres con cierto grado de inteligencia, transformándolos en una especie de zombis con ganas de acabar con todo aquel que se les ponga por delante (cosa que equivale a comida para los Flood). Dentro de este entramado se encuentran los humanos como no, los cuales no son bien vistos a ojos de El pacto, los que creen que son una raza cuya única distracción es conquistar planetas y acabar con sus recursos naturales, por lo que los quieren exterminar. Una ansias de exterminio que aumentan cuando saben que una tropa de humanos (la USNC) se dirige hacia el Halo número cuatro (de siete existentes) con el objetivo destruir dicha construcción para evitar que sea activada por el enemigo y, tras ello, volver a la Tierra. Con este contexto se da cita la aventura del primer Halo, siendo una guerra entre tres: humanos, El Pacto y, en menor medida, los Flood.

Pero lo mejor de todo esta entre las palabras antes mencionadas, y es que uno de los integrantes de la tropa que se dirige a Halo es el mismísimo protagonista de la saga, el Jefe Maestro (Master Chief). Dicho personaje proviene del proyecto denominado Spartan-II, que se basaba en crear soldados altamente capacitados para la batalla, equipados todos ellos con un característico traje de combate. Por desgracia, el planeta donde se ubicaban estos solados fue atacado por El Pacto, exterminándolos a todos (al menos a la práctica) menos a nuestro héroe, el Spartar John-117, uno de los mayores enemigos de las fuerzas alienígenas y el terror del Halo. Por cierto, aún no os he comentado que es dicha obra, pues bien, como ya he dicho es una de las construcciones de Los Antepasados, aunque añadir a esto que es un anillo gigantesco que existe a modo de planeta en el cual se albergan océanos, montañas e instalaciones artificiales, habiendo en su interior mucho conocimiento, poder y los mismísimos Flood, unos seres mucho más temibles de lo que aparentan. Todo ello además de ser un preciado objeto de deseo de El Pacto.

Llegados hasta este punto, la historia prosiguió con Halo 2, un título que cosecho excelentes criticas y mejores ventas que su predecesor, y que encandiló todavía más a los jugones en red al ofrecer mejoras notables como el uso de dos armas de forma simultanea, un aspecto visual soberbio o la presencia de una banda sonora de película, logrando con todo ello consolidar la obra de Bungie. Esta segunda entrega nos sitúa en otro anillo, esta vez llamado Halo Delta, el cual también debemos evitar que sea activado por El Pacto, aunque las cosas se complican y, dejando la situación en estado de emergencia, se ponen todo los demás anillos en estado de espera a falta de que se active su detonación desde El Arca. Esta activación masiva supondría el final de la galaxia y es que, al contrario de lo que piensa El Pacto, cada Halo es una arma destructiva, por lo que activarlos todos de golpe sería algo terrible. Por suerte, a esta misma conclusión es a la que llega El Inquisidor, el cual se une al Jefe Maestro para lograr derrotar a los tres tres profetas de El Pacto, sus lideres, aunque uno de ellos logra salir airoso. Visto lo visto y con nuestro protagonista viajando hacia el planeta Tierra en una nave de la USNC, se da por terminado el juego con un solemne continuará y la frase del Jefe Maestro: Señor, estoy terminando esta lucha, dejando los anillos en estado de espera, un profeta vivo, el Inquisidor batallando junto a humanos y a Coartana (nuestra guía/hacker virtual) en una situación sospechosa... Vamos, un final de infarto que se encargará de cerrar Halo 3, suponiendo el Finish the fight (termina la lucha) y la conclusión de una trilogía... pero no de una saga.

El principio del fin

Entrando en el título que nos reúne, decir que después de Halo 2 la historia quedaba en unos puntos suspensivos que prosiguen en esta tercera entrega. Así pues, la historia nos sitúa en un planeta Tierra mermado por el desbastador ataque de El Pacto, pero aún queda esperanza, pues, poco después se nos muestra al Jefe Maestro junto a las tropas de la USNC y el Inquisidor y sus amigos. Todos ellos serán los únicos encargados de terminar esta guerra, la cual empieza en Nueva Mombasa (Sudáfrica). Pero... ¿Como se ha llegado hasta aquí? Pues bueno, resulta que El Arca (el artefacto Forerunner capaz de desactivar todos los Halo) se encuentra en África, un lugar que se convierte en el punto de encuentro entre El Pacto y nuestro equipo, aunque no olvidemos que los Flood siguen vivitos y coleando.

Con este enorme pretexto como telón de fondo da comienzo una batalla épica que consigue llegar a tal calificación gracias a la capacidad del juego, su formidable ambientación y su trama, de sumergir al usuario en ella, logrando ponerle los pelos de punta en más de una ocasión. Señores, esto es la guerra y nosotros formamos parte de ella.

Desde que se mostraron las primeras imágenes del juego, vídeos y hasta la propia beta multijugador, las criticas hacia el apartado visual del juego han sido constantes, acusándolo muchos de no haber mejorado demasiado respecto al de su predecesor. Mientras tanto, Bungie mencionaba que puliría el aspecto gráfico del juego en los últimos meses antes de su lanzamiento y, pese a muchas voces que no se fiaban de esas palabras, el resultado final demuestra que la desarrolladora estadounidense no mentía en absoluto.

Ya sé, seguramente muchos de vosotros os preguntaréis si la obra de Bungie supera visualmente a Gears of War, la referencia actual en este aspecto. Pues bien, os diré que sí, y es que el juego de Epic Games transcurría mayoritariamente en escenarios cerrados y oscuros (al igual que Bioshock, otro referente), por lo que lucirse en este pretexto es más sencillo que hacerlo en campo abierto. Esto es debido a que, como es lógico, el ancho de visión es más extenso en este segundo caso, así como los elementos presentes en él y la claridad, la cual es mucho más difícil de representar que la oscuridad debido a que en ella se pueden mezclar otros tonos y efectos y no basta con, simplemente, un negro perfecto. Dicho esto, comentaros que Halo 3, al igual que sus hermanos, transcurre sobretodo en escenarios abiertos de tamaño asombroso y repletos de luminosidad, siendo realmente difícil conseguir unos resultados sorprendentes en este terreno. Por suerte, la dificultad ha sido sobrepasada gracias a un nivel de detalle soberbio y unos efectos de luces precisos, mostrándose en pantalla un entorno excelentemente iluminado y repleto de contrastes que se convierten en sombras siempre que sea necesario.

Pero como dicen, en la variedad está el gusto, y es este otro punto donde Halo 3 destaca, mostrando selvas espesas cuyas hojas movemos al pasar, instalaciones artificiales realmente detalladas o zonas áridas que, al verlas, nos producen sed. Vamos, que los escenarios del juego son realmente sorprendentes, mostrando realismo, dinamismo, vida y mucha amplitud. Pero más allá de lo puramente visual, los entornos de Halo 3 pueden presumir de no quedarse en ser un bonito estampado en un hoja de papel (algo que vimos en Gears of War por ejemplo), pues, la interactividad está a la orden del día. Dicho esto esto creo que queda claro que cada acción por parte nuestra, o de nuestro pelotón, tendrá su correspondiente consecuencia, habiendo en pantalla elementos destructibles, desplazables y grandes estructuras que crujirán ante cada paso que demos. Además, esto último se convierte en algo imprescindible a la hora de ambientarnos en pleno conflicto bélico, lo cual se logrará junto a aviones de combate sobrevolando los cielos, explosiones por aquí y por allá, gritos de guerra de nuestro compañeros y enemigos, munición a pie de batalla y un buen puñado de personajes en pantalla bien equipados, detallados y moviéndonose de manera fluida. Y es que el motor del juego (basado en la física Havok y el propio trabajo de Bungie), pese a correr a 30 FPS, se muestra estable en todo el esplendor de la palabra, pudiendo mostrar en pantalla a decenas de combatientes, todo ello sin el más mínimo bajón.

Otro aspecto a remarcar es la soberbia recreación de elementos como el agua (impresionante la cascada del principio del juego), la sangre, la espesor selvática o el escudo burbuja. Por no decir de el Jefe Maestro, el cual luce mejor que nunca, así como el resto de personajes, pese a que ciertas animaciones faciales podrían haber estado a un mejor nivel. Y buscándole tres pies al gato, mencionar también que si disparamos a una pared, nos alejamos de ella y volvemos a acercarnos para ver si los agujeros creados por nuestras balas siguen ahí, nos daremos cuenta que no es así. Pero bueno, está claro que la perfección no existe, pero si la maestría, una palabra que define muy bien el aspecto visual de este juego así como su conjunto al completo, siendo posiblemente Halo 3 el videojuego más avanzado técnicamente que hay en el mercado.

Tras elaborar los temas de los dos primeros juegos de la franquicia, Mart O'Donell vuelve a la carga en este tercer capítulo, siendo el compositor de su banda sonora. Por lo tanto, los temas orquestales con voces fugaces serán los principales protagonistas, logrando trasmitir un aire épico y legendario muy característico de la saga. Aún así, también habrá tiempo para canciones más desenfadadas que nos motivarán a la hora de repartir leña. Todo ello se moverá bajo una sincronización digna de tomar ejemplo, siendo el conjunto musical del juego sublime, singular, memorable.

Desde mucho tiempo atrás tenemos sabido que el juego vendría traducido y doblado a nuestro idioma, y que además, no sería un doblaje en el denominado castellano neutro como el que vimos en Halo 2. Por lo que grande ha sido nuestro alivio al escuchar, por fin, a los protagonistas de la historia entornar el castellano de España, el nuestro, no aquél con acento mejicano que nos descentraba a golpe de tilde. Pero no solo la entonación es la adecuada, sino que la capacidad interpretativa también roza un notable nivel, así como la sincronización labial y la presencia de muchos y diferentes timbres de voces. También a destacar los gritos de guerra y diálogos entre compañeros de batallón que se dan en batalla, toda una baza para lograr una ambientación única. Como curiosidad, haceros saber que el Jefe Maestro parece haberse desmelenado un poco en esta ocasión, hablando más de lo normal en este epílogo final.

La campaña de marketing de de Halo 3 llevada a cabo por Microsoft ha sido realmente espectacular, poniendo a la venta muchos productos relacionados con el juego, organizando eventos por todo el globo y, en definitiva, dando mucho bombo al producto. Aún así, no os penséis que todo esto es humo, y es que la compañía de Redmond puede enorgullecerse de disponer de un producto a las alturas de todo lo que se ha hablado de él, no era humo lo que nos vendían, era algo real y factible. Con esto quiero decir que todo el ruido que ha producido Halo 3 tiene razón de ser, y es que este es un título realmente asombroso en todos sus aspectos, una obra maestra como muchos dirían, el mejor final que se le podría haber dado a una trilogía de tales características. Aunque vale, no es el juego perfecto (creo que es imposible alcanzarlo), pero se aerca mucho y, si más no, en las emociones consigue lograr la plenitud.

Así pues, el modo campaña resulta simplemente absorbente, llevándonos hasta los confines de una historia bélica épica donde el futuro del universo está por decidir, todo ello con un trasfondo sonoro que pone los pelos de punta y un aspecto visual sobrecogedor, gozando de unos exteriores que quitan el hipo. Además, como no, del juego a través de Xbox Live, siendo, de bien seguro, Halo 3 el nuevo rey de dicho servicio online... la guerra va a acabar, sí, pero todavía queda mucho por luchar. Hasta otra Jefe Maestro.

A favor:

- La banda sonora.
- Los gráficos.
- La jugabilidad.
- La historia.
- El modo campaña.
- Los modos multijugador.
- El poder jugar la historia junto a nuestros colegas.
- El increíble arsenal de armas y vehículos.
- El nuevo modo Forge.
- ...
- ¡Todo!

En contra:

- Las animaciones faciales, aunque notables, podrían haber estado a mayor nivel.
- No hubiera venido mal una secuencia inicial para situarnos en la trama.
- Nos quedamos con ganas de más modo campaña, la verdad es que, aunque su duración es correcta, se hubiera agradecido alguna hora más de juego.

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