1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. XONE

Analisis Forza Motorsport 6 ,XONE

«No necesitas un millón de dólares para tener un coche con corazón.»
Jueves 10 de Septiembre de 2015 por Víctor Junquera

Forza Motorsport 6 tenía una misión muy importante dentro de esta primera parte de la nueva generación ya bien entrada. El anterior Forza fue una buena demostración de músculo de la nueva generación, pero no basta con hacer un juego vistoso y que se controle bien, que en el ámbito de la conducción es algo relativamente fácil. Forza 6 tiene la misión de demostrar que en Turn10 siguen siendo mejores que nadie, que tienen más clase, más experiencia y más medios que todos sus competidores, y tras ver todo lo que tiene que ofrecer, creo que cumple con su misión con todas las de la ley.

 

La primera carrera por Río de Forza 6 no impresiona tanto como la primera carrera por Praga de Forza 5, pero en todo lo que viene después, no hay color.

 

Siempre se puede sacar algún pero, Forza 6 sigue sin ser el juego de conducción definitivo precisamente por mostrar nuevas posibilidades pero no llevarlas al máximo. «Algo se tienen que guardar para Forza 7,» cabe pensar, pero ahora ya no son generalidades importantes como ocurría con Forza Motorsport 5, ya no son aspectos que harían evidentemente mejor al juego, sino pequeñeces que hacen que no sea el juego perfecto.

 

Forza Motorsport tiene un aspecto diferenciador que se asocia con ese porno automovilístico (car porn), esa ambición por hacer del mundo de los coches algo elegante, con clase, con historia,... Algo por lo que sentir una pasión. Y Forza 6 lo lleva al máximo. Puede parecer un dato secundario el hecho de que ahora todos y cada uno de los 460 coches cuenten con la opción Forzavista, pero en realidad hace al juego mejor que el mejor de los catálogos de automóviles. Forzavista es mucho más que ver todo el detalle puesto en cada coche, es una guía interactiva de la historia del automóvil, detalles de marcas, de motores, de interiores y exteriores, y con todas y cada una de las piezas modificables en tiempo real de la forma más intuitiva posible.

 

Norma #1 para disfrutar de Forza: Desactiva el rebobinado, la guía de trazada y la asistencia de frenado automático.

 

Forza 6 es mucho más que conducir porque sí. Desde luego, la conducción es la parte más importante del juego, y en realidad hay poca novedad más allá del 'más y mejor' teniendo en cuenta que a nivel técnico y jugable, con cada nuevo Forza pensamos que es imposible que puedan llegar a superar esto. Y lo superan.

 

Podemos perdernos entre información de cada coche, podemos deleitarnos con fotos y planos tanto de grandes bólidos como del Golf que tienes aparcado debajo de casa (más brillante de lo que lo has visto en tu vida). Podemos tirarnos horas formando parte de su comunidad de creadores de vinilos,... O podemos correr, claro, y aquí también se ve que en Forza hay mucho amor por el automovilismo, toda su historia y todas sus variantes.

 

La lluvia, aunque sea siempre igual, es un punto diferenciador que no sólo aporta espectáculo visual.

 

Forza Horizon 2 tenía esos 'Forza Moments', esas pequeñas pruebas para que los apasionados de la conducción marcasen algo así como un sueño hecho realidad en formato videojuego. Aquí tenemos algo parecido en los eventos de exhibición, y es que entre medias de las competiciones de nuestra carrera podemos 'ser invitados' a participar en pruebas míticas del automovilismo de todo el mundo, conduciendo vehículos concretos en circuitos y condiciones concretas.

 

Todo lo que podemos hacer a lo largo del modo carrera tiene mucho que ver con esa sensación de 'llevarnos de la mano' que comentaba que a Project CARS le faltaba. Es muy sencillo que Forza 6 te atrape, que comiences pruebas, que quieras terminarlas y que acto seguido quieras pasar a la siguiente, compitiendo, ganando créditos y experiencia, comprando nuevos coches, modificándolos y probándolos en nuevas pruebas, y así una y otra vez, con el añadido de que siempre podemos cambiar radicalmente de tercio un rato para una de esas gratificantes pruebas especiales.

 

Los paquetes de Mods son tu nueva adicción. Puedes prescindir de ellos, pero ¿por qué no arriesgar para ver si rascas unos cuantos créditos más?

 

Además, todas las novedades a nivel de juego están hechas para atraparte aún un poco más, casi como si de mecánicas de juego de móvil se tratasen, pero sin insultar al usuario con micropagos o esperas. La experiencia y los créditos ahora tienen más sentido, la tómbola a la que accedemos al subir un nivel nos puede permitir tener de repente mucho dinero o un coche que de otra forma no nos podríamos permitir, y así, se elimina por completo esa sensación de bloqueo a la progresión que tenía Forza 5 con su desastrosa economía in-game. Pero cuidado, porque ahora esos créditos del juego también los podemos invertir en paquetes de 'Mods', packs de cartas aleatorias que podemos equipar en cada carrera para tener ciertas ventajas o para ganar créditos extra a cambio de alguna acción especial o alguna restricción (por ejemplo, poder usar sólo la vista de cabina o ganar créditos extra con cada adelantamiento).

 

Y así como ese modo carrera es ligeramente más restrictivo en cuanto a posibilidades, algo normal ya que nos insta a correr en circuitos determinados con coches de una clase concreta que tenemos que comprar o conseguir, Forza también tiene ese 'modo libre' en el que en realidad no necesitas comprar nada. Escoge un coche, el que quieras. Escoge un circuito, pon tus normas, y a correr. A disfrutar de la conducción más arcade y asistida o a tratar de saborear la simulación más compleja (o muchos, muchos puntos intermedios).

 

Si le preguntas a dios dónde está tu Bugatti Veyron, está aquí, como premio gordo de la primera tómbola por subir de nivel. Tómbolas de millonarios que te pueden dar una alegría.

 

Tengo que decir que, cuando creía que en Forza 5 sólo faltaban cifras mayores (coches y circuitos), Forza Motorsport 6 ha llegado para darle una bofetada a mi desconfianza y mostrarme que en Turn10 aún podían hacerlo mejor. Forza Motorsport 6 es uno de los mejores juegos de conducción que ha pasado por mis manos (y por mis ojos y oídos, ya puestos), y es una auténtica virguería técnica que, una vez más, pienso que no sé cómo van a conseguir superar.

 

No sé cuántos de aquí lo recordaremos igual, pero cuando en 2007 Bizarre nos trajo la climatología adversa de Project Gotham Racing 4, recuerdo no haber visto nada igual en mi vida. Y ahora me ha vuelto a ocurrir. Tu primera carrera bajo lluvia intensa en Forza 6 es toda una experiencia, pero también es una algo que hace que tengas que agudizar tus sentidos para tratar de ver mejor y evitar siempre que puedas el molesto (y fantásticamente bien recreado) aquaplaning. Es un cambio entre la conducción más relajada y la tensión de tener que hacerlo bien.

 

La noche, al igual que la lluvia, es una condición más sólo para determinados circuitos. Es una pena que no sea algo más libre, pero sea como sea, Yas Marina de noche es una pasada.

 

El problema de estas nuevas opciones de climatología es que ya hemos visto que en otros juegos se puede llegar a hacer mucho mejor, de forma dinámica y para todos los circuitos. Puede que en esos otros títulos no afecte tanto a la conducción como aquí, pero es una pena que sólo se pueda escoger clima lluvioso para determinados circuitos y no para todos, y sobre todo es una pena que siempre sea igual, que siempre estén los mismos charcos en las mismas curvas. Es esa la parte de ser 'exigente de más' de la que hablaba, pero es algo que aleja a Forza 6 de ser el Forza Motorsport definitivo.

 

Salvo por esto, Forza Motorsport 6 parece un sueño de conducción. Es el 'ahora sí' de la conducción en la nueva generación. Es una atención al detalle enfermiza sincronizada a la perfección con un mando de Xbox One que reacciona con sus diferentes vibraciones a cada mínima irregularidad de la carretera. Es una experiencia diferente a lo que vemos en otros juegos que no nos incita a llegar a ser los mejores ni a competir siempre en los bólidos más caros, sino que, como el propio juego dice en uno de sus muchos discursos motivacionales sobre las diferentes formas de vivir la conducción, «no necesitas un millón de dólares para tener un coche con corazón.»

9
/ 10

<< Anterior Siguiente >>