Analisis Escape from Bug Island WII

Suelen decir que la apariencia no lo es todo, que se ha de valorar también el interior, aunque esto a veces no es suficiente y se debe llegar hasta la mismísima alma para así poder apreciar de que “material” está echo el ente.

Hace ya un año aproximadamente que se desvelaron las primeras capturas de Necro-Nesia, un juego desarrollado por la compañía Spike que, en un principio, solo iba a salir a la venta en Japón. Lo cierto es que esas primeras imágenes dieron mucho de que hablar, pero no precisamente por su calidad, sino por lo cutre que resultaba todo, haciendo acto de presencia el ahora conocido “Hombre Lagarto” (una de las criaturas del juego), cuyas texturas eran de risa (algo preocupante hablando de un juego de terror), denotándose como un producto de bajo presupuesto cuyo acabado final dejaría mucho que desear. Ahora, meses más tarde, la obra de los chicos de Spike ha llegado ya hasta nuestras tierras con el nombre de Escape from Bug Island, haciéndonos ver que poco ha mejorado la cosa respecto esas primeras impresiones. Si más no, lo que se nos presenta ya lo iremos desglosando a lo largo y ancho del análisis, pasando a explicar ahora la historia que nos propone.

Una historia para no dormir

La aventura transcurre en una lejana isla de ubicación desconocida a la cual acuden tres jóvenes con ganas de aventura, “juerga” e investigación en el caso de uno de ellos, la chica. La cuestión es que Michelle (así se llama) es un gran apasionada de los insectos y demás bichos, motivo por el cual ha acudido a dicha isla, aunque nunca pensó en encontrarse nada fuera de lo común. Aún así, no acude sola a tal aventura, pues, la acompaña un joven de 19 años llamado Ray (el protagonista) y Mike, cuya mejor amiga es una escopeta. Lo cierto es que ninguno de los personajes están medianamente bien personificados, resultando muy planos (chica mona, tipo duro y chico sensible). Eso sí, hay un pequeño matiz que dará algo de vidilla a la situación, y es que el protagonista está enamorado de la chica (motivo por el cual acude a la isla aún odiando a todo bicho viviente). Por desfortuna de él, su “amigo” se declara a Michelle solo para fastidiarle, lo que lleva a la joven a tener que dar un respiro y dar vuelta a solas por la isla, minutos después de su huida Mike la sigue, dejando a Ray solo ante la hoguera, escena que sirve como pretexto para la secuencia inicial del juego. Así pues, empieza el juego con el protagonista solo ante el fuego, siendo nuestro deber el buscar a nuestros compañeros perdidos, lo que no sabemos es que la isla esta plagada de insectos gigantes, algo que ni tan siquiera la joven adorable habría deseado.

Como podéis ver, la historia es muy simple, siendo nuestro único deber el encontrar a nuestros amigos y, en segunda instancia, escapar de esa peligrosa zona infestada de monstruos. Sin embargo, la trama se desenvolverá a medida que avancemos, no demasiado, pero lo suficiente para hacernos seguir un hilo argumental.

Gráficamente como ya hemos adelantado anteriormente no está a la altura, y es que las texturas de los enemigos son excesivamente poligonales y simples, siendo un lugar donde no existe el detalle y el realismo, pero si el surrealismo. Aunque esto último es a la vez una baza (en cierta medida), pues, se ha conseguido dotar a los enemigos de un cierto carisma a cuestas de su chocante representación, siendo la dirección artística tan nefasta que la hace singular. Por otra parte, los personajes humanos son un poco lo contrario, estando bastante mejor recreados (su realismo esta bien conseguido y su representación es fidedigna) aunque careciendo de carisma alguno, así como de personalidad. En cuanto sus movimientos corporales, resultan toscos y poco fluidos, mejores eso si que los del cabello o la ropa, pues, estos elementos carecen de movimiento alguno.

Referente a los escenarios, deciros que son monótonos, repetitivos y muy minimalistas. Vamos, que no veremos más elementos que arboles (los hay a montones), rocas, caminos estrechos, ríos, desniveles, troncos caídos que nos servirán como puente y alguna que otra caseta. Eso sí, lo cierto es que es más o menos lo que nos encontraríamos en una isla de tales características, por lo que no podemos pedir mucho más...salvo mayor realismo en las texturas, mayor profundidad en nuestro campo de visión (esa dichosa niebla) y algo más de vida y movimiento.

Finalmente en lo que se refiere a este punto comentaros que los efectos de luz del juego están a un buen nivel, aunque básicamente estos efectos se pueden resumir en el de la linterna que podemos empuñar en todo momento, la cual, al desplazarnos, se balancea de una manera muy adecuada. Por otra parte estarían los efectos visuales (tales como la sangre o el fuego), que se muestran muy pixelados, restando así realismo. Comentar también la presencia de una secuencia CG al finalizar el juego, cuya calidad es equiparable a las vistas dos generaciones atrás.

Por su parte, la banda sonora brilla por su pasividad, contando con escasas melodías de composición simple que solamente servirán para ambientarnos ligeramente. En cuanto los efectos de sonido, son más variados y, únicamente cumplen con su cometido.

Aunque lo más sorprendente de este apartado es el doblaje, el cual ha sido localizado a nuestro idioma, el español, de una manera, eso sí, un tanto floja. Pero lo más preocupante es como se muestran los diálogos, desencajados respecto al hablar de los personajes o, simplemente, incoherentes con el encuadre de turno.

Nada más tomar el control de Ray (previo tutorial opcional) nos daremos cuenta que su manejabilidad es algo pésima, siendo lo más sencillo correr e investigar, es decir, el parar a enfrentarse con enemigos puede ser un tormento (en parte “gracias” al empleo de los sensores de posición y movimiento) . Y es que las opciones de ataque, además de liosas, resultan incomodas y lentas de realizar, sobretodo las que hemos de activar la visión en primera persona (tales como tirar piedras o hacer estocadas) para ejecutarlas. Por otra parte están los ataques simples, ya sean con armas blancas o de fuego, los cuales son mas sencillos de ejecutar aunque al atacar estamos estáticos, siendo algo costoso atinar si el enemigo se mueve mucho. De esta manera, quizás lo más adecuado y jugable sea correr y explorar los escenarios, dejando de un lado la acción, pues, resulta bochornosa.

Más allá de investigar y pasear por la isla, durante el juego deberemos de realizar más tareas como, por ejemplo, encontrar llaves, localizar ciertas “armas” que nos permitirán acceder a zonas antes inaccesibles, cruzar barrancos por medio de estrechos troncos (teniendo que hacer equilibrio con el wiimote), explorar algún lago, meter la mano en agujeros misteriosos, apedrear arboles, desbloquear puertas o, incluso, interactuar con el medio para superar ciertas circunstancias, vamos, lo típico más que nada.

En lo referente a la inteligencia artificial y el nivel de dificultad del programa, decir que ambos factores están a un bajo nivel, siendo los enemigos bastante limitados (mentalmente) y teniendo la aventura una duración de 6 o 7 horas aproximadamente. Esto se nos antoja como poco, pues, no encontramos situación alguna donde se deba pensar demasiado para así poder avanzar.

Sin duda hasta ahora el análisis ha caricaturizado a un juego mediocre, pero no lo es tanto, y es que en su interior se esconde un encanto que muchos ya han apreciado. Este recae bajo los aires de Serie B que tiene el juego, algo que unido a una jugabilidad similar, en cierta medida, a la que disfrutemos años atrás con los inicios de sagas como Silent Hill o Resident Evil, dan un encanto especial a este producto. Eso sí, esos elementos similares son, precisamente, los que se supone que deberían haber evolucionado con el tiempo (y así lo han hecho), por lo que esa sensación de antaño viene un poco marcada por los “errores” de entonces. En cuanto a los dotes de Serie B, son innegables nada más ver la primera escena del título, quedando patente que, quizás, todo este embrollo ha sido creado a propósito de al manera.

Cambiando de tema, al ser una aventura breve, se hace bastante ameno su desarrollo, siempre amenizado por los encuentros con abstractas criaturas. Eso sí, una vez completado el modo principal no queda más cosa que exprimir, siendo nuestra única alternativa el intentar completarla de nuevo en un nivel de dificultad mayor.

Lo cierto es que Escape from Bug Island es un juego difícil de calificar, pues, técnicamente está claro que tiene muchas carencias (banda sonora pésima, sincronización anulada al hablar los personajes, diseño de enemigos muy limitado, movimientos toscos, poco nivel de detalle en todo el conjunto, etc.), pero es indudable que algunas de estas represalias lo convierten en un objeto singular, con cierto encanto y con unos aires de Serie B que harán disfrutar a los seguidores de este tipo de productos.

Así pues, es un juego que, como mínimo, merece ser probado, habrá quien lo tirará por la borda y quien, aún viendo sus enormes errores, lo adorará. Sin ir más lejos, a mí, personalmente, me ha parecido una de las mayores experiencias vividas en Wii, pero esto es solo un punto de vista, el vuestro puede ser bien diferente.

A favor:

  - Los enemigos tienen su carisma y encanto.
  - El efecto de luz de la linterna.
  - Los aires de Serie B que desprende.
  - Es una obra muy singular.
En contra:

  - Salta a la vista que es un programa muy plano visual y técnicamente.
  - El apartado sonoro.
  - Los controles de acción del personaje.
  - Su breve duración y su bajo nivel de dificultad.