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Analisis Dinner Date PC

Domingo 13 de Marzo de 2011 por Alejandro Pascual
Realmente teníamos muchas ganas de poner nuestras manos en Dinner Date, para ver de qué iba todo eso de ser el subconsciente de alguien. Dinner Date parecía un gran experimento narrativo que aportaba algo nuevo a la manera de contar una historia en los videojuegos, pero después de haber concluido la media hora de juego tres veces, intentando variar todo lo posible nuestras acciones, creemos que este experimento es más incosciente que subconsciente.

El desarrollador independiente Stout Games creó este proyecto casi universitario como una nueva visión y una nueva manera de contar historias. Dinner Date es un juego en primera persona donde los jugadores se adentrarán en el subconsciente de Julian Luxemburg y escucharán sus pensamientos mientras espera en su cocina a que llegue su invitada, con la que ha quedado para cenar.

Stout definía su juego comparándolo con otros títulos de corte experimental como el ganador del Indie Game Festival 2009 The Graveyard, de Tale of Tales. Esta es su definición:

Dinner Date es la vida de Julian: desde sus deseos y dudas hasta reflexiones sobre sus amigos y el lugar que ocupa en el mundo. Tú como jugador no eres un mero testigo, ya que puedes interactuar con Julian y su mundo y lograr influir en su perspectiva de la vida.

Mientras, la espera de la hermosa muchacha que ha invitado se alarga más de lo normal y se convierte en un factor dominante en sus pensamientos. Y sin embargo, sus verdaderos problemas ni siquiera comienzan con la muchacha: ¿qué pasa con su trabajo, su jefe, el cazador de talentos, su fascinación por Byron y su amistad con Jerry, que había estado presionando a Julián a aceptar esta cita?

Las acciones que los jugadores realizan, explicaba Stout, forman parte del nerviosismo de Julian, como tocar la mesa impaciente y mirar el reloj, así como escuchará el tipo de pensamientos íntimos que nadie revelaría a sus amigos. Pero tras concluir tres veces el juego, no hemos visto absolutamente ningún tipo de cambio en su estructura. Utilizar las manos a modo de impaciencia, reflexionar mirando una vela u observar impacientemente el reloj no tienen ninguna consecuencia sobre los pensamientos de Julian.
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