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Analisis Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches X360

Jueves 29 de Enero de 2009 por Omar Álvarez
Resulta relativamente triste ver como se ha desdibujado la imagen de Rare desde su incorporación en las filas de Microsoft, allá por el año 2002. De compañía emblema dentro del seno de Nintendo (donde sus fans se conocen por ser los más sectarios y pasionales) a punto de mira para el escarnio público: Rare se había ganado más amistades que enemistades dentro de, un público, no lo suficientemente fiel como para cambiarse de bando.

Para más inri, los lanzamientos cacareados como exclusivas aplastantes resultaron ser, desde títulos menores en el mejor de los casos (Grabbed by the Ghoulies, Viva Piñata) a rotundas decepciones tras años y años de expectación (Kameo o Perfect Dark Zero, dos juegos a su vez, de lanzamiento para Xbox 360).

Esta tercera entrega de Banjo-Kazooie era la última oportunidad que este minoritario público le iba a otorar a Rare. La prórroga definitiva, donde se exigía que no removiesen uno de sus iconos recientes más reseñables y resucitar, al fin, el género de las plataformas, lejos de Nintendo.

La realidad ha sido muy diferente. ?Baches y cachivaches? es un título profundo, extravagante y ecléctico. Asume el rol de sandbox, se inspira de forma salvaje en la filosofía ?Do it yourself? de Little Big Planet y conserva el espíritu y humor imposible de la Rare más británica. ¿Los fans? Nuevamente decepcionados, pero el resultado es que Baches y Cachivaches es representa más fielmente la Rare revolucionaria y entregada de antaño a cualquier otro fallido intento de repetir la fórmula. Uno de los mejores títulos de Xbox 360 en 2008, injustamente maltratado por, precisamente, su profundidad.

Error de perspectiva


A nadie pareció convencer, en los primeros trailers y demostraciones para la prensa, el nuevo sistema de juego basado en vehículos. Debe resulta muy poco gratificante para un diseñador de mecánicas tener que aferrarse al mismo patrón para contentar, de forma un tanto absurda y sistemática, al inconsciente colectivo. Si Baches y cachivaches no hiciese uso de una licencia tan popular, el público no se hubiese posicionado con tal aversión.

Desde la pantalla de título, se advierte cierta melancolía (toda la melancolía que puede ofrecer una saga de plataformas con un oso y un pájaro de protagonistas). La montaña rocosa del primer Banjo-Kazooie, se muestra perfectamente re-diseñada en alta definición, con todo lujo de detalles?y abandonada. El tema principal de la saga suena ahora en clave de Folk, como si el tiempo hubiese repercutido?para mal.

El comienzo de la aventura es uno de los momentos más reseñables del 2008. Comenzaremos en un estado de obesidad mórbida, cuando el ?Sr. De los juegos? (el jefe final del título, con una pantalla de Pong por cabeza y algunas de las líneas de diálogo más absurdas y desternillantes que se han visto en un videojuego) nos propone una aventura por su ciudad. Al comenzar, realiza una crítica ácida hacia el público más insaciable, tras ponernos unos segundos a los mandos de una hipotética aventura de exploración y recolección de objetos tradicional -?ah, lo mismo de siempre?¿pero no era esto lo que no querías??.

En Baches y cachivaches, prácticamente todos los niveles se superan mediante el uso de vehículos. Las misiones, en busca de piezas de puzzle (con las cuales podremos ir desbloqueando nuevos niveles, habilidades para nuestro coche en la ciudad y acceso a nuevas áreas) se resolverán en su inmensa mayoría, mediante soluciones directas que se le ocurran al jugador.

Este es el principal valor positivo de Baches y cachivaches, es un juego, que pese a tener ciertas normas limitadas algo incoherentes (la física no resulta demasiado exacta en ocasiones) no trata al jugador como si fuese imbécil. Este respeto, a la hora de superar las misiones hace que el ingenio y la perspicacia se premien mejor que la reiteración y el ensayo / error.

Imaginemos, un nivel, en el que tenemos que defender una torre de ataques aéreos. La opción que nos propone el juego es construir un potente avión de combate (podremos crear vehículos que se muevan por tierra, mar y aire?o todo a la vez) aunque si construimos un extravagante recipiente gigante que cubra por completo la torre (imposibilitando el ataque enemigo) el juego nos dejará sin el menor remordimiento.

El juego está dividido en dos planos: el primero será la resolución de misiones de forma libre, una mezcla entre los Banjo tradicionales un sistema sandobx. Para acceder a nuevos niveles necesitaremos las piezas de puzzle y nuevas equipaciones para los vehículos. La forma de encontrar dichos complementos y desbloquear niveles es recorrer la ciudad, un inmenso escenario que a su vez funciona como estructura principal, que mezcla elementos de interacción como personajes, con puzzles visuales, mini-juegos o exploración.

Baches y cachivaches ofrece mucho más de lo que parece. El apartado visual es magnífico, escenarios coloristas, personajes carismáticos y perfectamente animados, mezcla de estética patchwork con luces hiper-realistas. La ciudad de los juegos, el escenario principal bebe mucho de la influencia británica de Rare junto con los clichés tradicionales del género de las plataformas (el esquema arquetípico del que parece ser que no somos capaces a librarnos, lava-hielo-egipto se sustituye por el mecanismo interior de una hipotética Xbox 720p o un nivel inspirado en la ciencia ficción pulp de los 70).

Lástima de la particular física, que arruinan algunos niveles, especialmente los que nos exigen más técnica (relacionados con las carreras o el equilibrio) o la reiteración de algunas misiones en el tramo final.

Baches y cachivaches utiliza conscientemente la melancolía de los fans para proponerles un esquema de juego revolucionario, que lejos de pretender transcender, desprende frescura y autenticidad.

CONCLUSIÓN - Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches -


Es irremediable la polarización. Es un juego muy especial, puede no contentar ni a los que esperasen un Banjo-Kazooie de la vieja escuela (ambas entregas, por cierto, no han logrado envejecer excesivamente bien por beber de influencias tan evidentes) ni a aquellos que solamente esperasen un juego de exploración y recolección.

Sin escapar del género, la mecánica elemental de este Banjo Kazooie es gratificante y profunda. Fomenta el ingenio y la espontaneidad antes que ceñirte al guión clásico de llega al punto A y realiza B. Un juego inteligente, menos preciado, paradójicamente, por su profundidad.

NOTA FINAL: 8.5


A FAVOR Y EN CONTRA - Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches -


A favor:

- La forma en la que trata al jugador, su libertad estudiada.
- Técnicamente es un juego magnífico, uno de los trabajos más cuidados de Xbox 360.
- Su ácido sentido del humor inglés.
- El mejor juego de Rareware desde su incorporación a Microsoft.

En contra:

- Modo multi-jugador sin interés.
- La física del juego es imprecisa dependiendo en qué niveles.

INFORMACIÓN DEL JUEGO - Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches -


GENERO: Plataformas/Aventura
DURACIÓN: Larga
MODOS DE DIFICULTAD: 1
MODO MULTIJUGADOR:
MODO ONLINE: Sí (hasta 8 jugadores)
MODO HDTV: Sí, hasta 720p
EXTRAS: No

FICHA TÉCNICA - Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches -


DESARROLLADORA: Rare
DISTRIBUIDORA: Microsoft
LANZAMIENTO: 14-11-08
CALIFICACIÓN EDAD: +7
Precio (?): 57,55?
8.5

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