Pero con Panzer Dragoon la situación fue bien distinta pues se trataba de la incursión de una saga legendaria en la generación de 128 bits, además eran los comienzos de la ?bestia? negra de Microsoft y con este título se pretendía demostrar todo el potencial diferencial que ostentaba esta maquina.
Surgió así Panzer Dragoon Orta, un título técnica y gráficamente impecable con un apartado visual que hasta esa fecha no se había visto en consola alguna y si bien tuvo elogiosos comentarios por parte de la crítica especializada (que dejó de lado sensibles fallas a nivel jugable y algo de monotonía en las misiones) la respuesta en ventas no fue tan alta como se llegó a esperar, especialmente en territorio nipón.
El derroche gráfico que exhibió este juego hizo que muchos declinarán formular el típico comentario de ?cómo habría sido si hubiese salido en PS2?, pues difícilmente la consola lograría emular tan complejidad (aunque con el tiempo PS2 ha demostrado unos resultados asombrosos en algunos de sus juegos como la conversión de resident Evil 4 o el genial God of War).
Finalmente Microsoft se quedó con la exclusiva de este juego y hoy por hoy forma parte de lo mejor en su catalogo con todo y el paso de los años, los usuarios de Sony prácticamente han resignado cualquier esperanza de ver al dragón volador en una de sus consolas (¿quién sabe si PS3 tenga mejor suerte?).
De hecho Square pretendió ?subsanar? un poco esta carencia en PS2 con el irregular Drakengard un título que combinaba combates multitudinarios a lo Dragon Warriors con misiones a lomo de Dragon muy en la línea del clásico de Sega, pero evidentemente no tuvo el encanto de los juegos en que se inspiró (aunque su balance no fue tan malo, hasta le alcanzó para una segunda parte).
Pero no han sido todos los usuarios de PS2 los que se han quedado sin una versión de este gran juego, desde hace unos meses los jugadores nipones disfrutan de un maravilloso remake de la entrega original en Saturn.
Así es, nada menos que el genial Panzer Dragoon que significó toda una revolución en su tiempo, nada más comenzar nos encontramos con el enorme video (en aquel tiempo por supuesto) que hizo delirar a miles de jugadores asombrados ante el nivel de calidad visual que una consola podía ofrecer, que tiempos aquellos.
Pero no hay que caer en confusiones, no estamos ante un remake prodigioso tipo Resident Evil 1 en Gamecube, más bien nos encontramos con un concepto que se acerca más a la idea de ?emulador? de un juego en una consola distinta a la original.
Esto es algo que afectará sensiblemente a los amigos de los gráficos que una consola de 128 bits puede lograr pues si bien se han realizado algunos retoques mínimos, esta versión es idéntica a la aparecida en Saturn (y los años se hacen sentir).
Es cierto que el video de inicio es extenso y absorbente, pero su nivel gráfico dista mucho de los actuales (es casi imposible ver gestos faciales); su jugabilidad es impresionante pues es un shooter aéreo con dirección hacia todos los ejes, pero esto es algo que hoy casi todos los juegos lo traen por defecto.
Pero con todo y lo anterior es innegable que conserva el encanto y la enorme adictividad de siempre (incluso es aún más enganchante que la versión posterior para Xbox), es la ventaja de los clásicos, su jugabilidad esta hecha para que se mantenga a través de los años.
Es como si nuestro televisor se convirtiera en una maquina del tiempo, pues a los pocos minutos estarás tan enganchado como la primera vez que tuviste este título ante tus ojos (si tuviste la oportunidad de disfrutarlo en el pasado por supuesto), el encanto se conserva plenamente.
Pilotar a ese bello dragón es exquisito, la maniobra con el Pad y la respuesta en el control es perfecta, las misiones cuentan con una curva de dificultad completamente ajustada y en la medida que avanzas vas descubriendo nuevos giros sorprendentes que te obligan a seguir y seguir.
Puede que a nivel gráfico lo que se vea ya no genere tanto asombro (es lógico pensarlo); pero lo que sí continua impactando tal y como desde hace años es su impresionante apartado sonoro, las melodías son un auténtico prodigio, la música en este juego justifica por si sola su adquición y si bien esto pasa por la subjetividad del usuario, no encuentro un mejor paralelo o comparación que señalar que lo que la banda sonora evoca este redactor solo lo había sentido con la música de otros grandes clásicos como Shen mue o la genial melodía de Zelda.
Es cierto que Xbox cuenta con el juego original en la versión de Panzer Dragoon Orta (uno de los mejores extras que ha podido traer un juego en toda la historia); pero en eso sí hay que reconocer que la versión para PS2 presenta un mejor corte tanto en gráficos como en jugabilidad (y en sonido ni hablar).
Panzer Dragoon es una auténtica joya de colección, un título de esos por los que un coleccionista pagará muchas más veces lo que cuesta al pasar de los años, es un verdadero referente histórico del que han bebido muchos todopoderosos en los años posteriores (Star Fox comparte en mucho sentido su física jugable y en menor medida Halo).
Eso sí, tendrás que ser muy conciente que salvo algunos ajustes gráficos este es un juego que apareció hace ya varios años, pero que demuestra una vez más que lo que impera en los videojuegos es eso mismo: su jugabilidad.
Este título lleva varios meses en territorio nipón y su salida al mercado occidental es poco probable, pero indudablemente dentro del mercado de importación es un título muy recomendable, si quieres una verdadera joya de colección y ver por primera vez en tu flamante PS2 a los geniales dragones de combate no lo dudes, este será tu juego. | El estilo jugable sirvió de inspiración para otro grande como fue Star Fox en Nintendo 64. El menú esta en japonés pero las opciones principales en inglés. El detalle en los escenarios era muy bueno para la época. Una variedad en los escenarios de orden incluso climático (toda una novedad en aquel entonces). Lástima que las imágenes no ?suenen? porque la calidad sonora de este juego es una de sus mejores bazas. Aún shooter tan modernos como Halo toman algunos elementos en la física jugable legados por este título. |