Avance Portal 2 PS1

Lo de Portal 2 es curioso. Da igual que la consagrada Valve firme esta obra, o que sea una segunda entrega del, al menos considerado por esta publicación, mejor juego de la década. Portal 2 sigue sin levantar esa expectación que arrastran durante años algunos pesos pesados de la industria.

Debe ser que la física no está de moda. Sea como sea, el hecho es que no dudamos que cuando Portal 2 haya sido jugado y rejugado el boca a boca hará el resto, como ocurrió con su primera parte. Es algo que tenemos que aceptar. Si la experiencia Portal aludía al concepto primario de diversión en un videojuego, Portal 2 es diversión al cuadrado. No se basa en expectativas, que primero da y luego quita. Se basa en hechos tangibles. Y por eso nos gusta tanto jugar con la ciencia.

Por muy experimental que fuese, Portal no podía morir. La idea era demasiado buena como para centrarla en apenas dos horas de juego. Había mucho más que explotar dentro del concepto de los portales, y muchas ideas que podían implementarse rizando algo más el rizo. En Portal 2, lo veremos expresado con nuevos conceptos que incluir en los portales, como por ejemplo, un potente aspirador que absorberá todo tipo de enemigos, incluso partes del escenario. Los famosos rayos que atravesaban las distintas cámaras de prueba en Portal serán ahora más dirigibles, lo que nos permitirá acabar mejor con los robots centinelas. Y luego está el famoso gel de repulsión y propulsión.

No vamos a engañaros. La matemática del mundo de Portal se ve afectada en esta segunda parte por una pseudomagia a la que no terminamos de mirar con buenos ojos. De repente, nuestra heroína es capaz de flotar por una especie de túneles gravitatorios y rebotar gracias a una especie de pintura impregnada por el escenario. Hay dos tipos de geles. El de repulsión posee una tonalidad azulada y siempre que entremos en contacto con él nos repelerá como un imán, provocando la mayoría de las veces un salto, o si está impregnado en las paredes, que parezcamos el Príncipe de Persia. El gel de propulsión, por otra parte, servirá como un impulso extra para sortear zonas en las que nuestro tiempo es limitado, o para que salgamos disparados con fuerza al otro lado de un portal.

En la parte narrativa, las cosas parecen mejorar aún más. GlaDOS sigue viva, cómo no, y asegura que no nos guarda rencor, pero las instalaciones de Aperture Science han cambiado bastante. El paso del tiempo ha dado lugar a que la naturaleza intente seguir su curso, convirtiendo los escenarios en unos entornos más orgánicos, con paredes oxidadas que son sustituidas rápidamente, maleza que se cuela entre las instalaciones junto a todo un elenco de colores nuevos que se incluyen en la paleta. La nota cómica la pondrá Whietley, una célula de Inteligencia Artificial de GLaDOS que ha tomado consciencia propia y nos seguirá por el escenario aportando el toque de humor. En ocasiones, tendremos que ayudarle a desplazarse por el escenario para poder avanzar y sin duda pondrá la nota entrañable al juego.

Pero Portal 2 necesitaba algo más que el doble de duración para justificar su venta por separado, si tenemos en cuenta que la experiencia se reducía a dos horas. Para ello está el nuevo modo cooperativo que puede convertirse en el verdadero reto para el jugador avezado en Portal, ya que el añadido de un compañero multiplica el número de portales, superando instancias que una sola persona sería incapaz y dando un nuevo giro a todo el concepto. Podremos así superar muros dobles, ver otras perspectivas, ayudar a nuestro compañero a superar obstáculos y, una de las cosas más divertidas, introducir al compañero en un bucle infinito para después lanzarle despedido al cambiar el portal de salida. El humor y el compañerismo gracias a los gestos que podremos realizar hará el resto. También podremos señalar puntos a nuestro amigo de manera fácil, ya que la comunicación por voz a la hora de solucionar puzles en Portal puede no ser suficiente.

Portal 2 es una nueva prueba de superación dentro de la imaginación de Valve. Uno de esos títulos que mezclan con tino la destreza de un buen puzle con la grandeza de una buena historia. Una rareza en pleno 2011 que sigue apostando por un juego donde tu arma no dispara balas, no hay explosiones ni persecuciones frenéticas y el resto de personajes secundarios son robots ?cutes?. Pretende rizar el rizo porque así son siempre las matemáticas, convirtiendo una idea en un mundo de posibilidades e incluyendo modos de juego que están de moda como es el cooperativo sin sacrificar su espíritu. Sin duda, uno de los juegos más importantes del presente año, que pretende instaurar la generación Valve en el núcleo de esa gama de shooters genéricos que ya no dicen nada al jugador.

Ficha técnica

Salida: 22-04-11
Edad (PEGI): +12

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