Battle Rage nos ofrece frenéticos combates de personajes al mejor estilo “mechas”, un juego muy colorido, con desarrollo vertiginoso y gráficos cumplidores (a pesar de no ser algo del otro mundo).
Aunque una indiscutible fortaleza de este juego es poder disfrutar el verlo en perfectas tres dimensiones, obviamente si dispones de la gafas para ello; se trata de las clásicas gafas de colores azul y rojo (y no las de filtro), pero realmente se ve bien.
La tercera dimensión es una realidad que cada vez empuja con más fuerza (en cine se consolidó, en videojuegos va por el mismo camino); aunque hay que reconocer que al principio marea un poco.