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Si le molesta, no se preocupe que no lo sacamos...

Y no por el gore... por las tetas
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Hay cosas que parecen tocar siempre de cerca al mundo del videojuego, situaciones que, de darse en otros medios, a buen seguro no se armaría ni la mitad del jaleo que parecen darse en esta nuestra industria. Resulta que Deep Silver iba a poner a la venta acompañando a la edición Zombie Bait del nuevo Dead Island una controvertida figura de resina bastante impactante. Acostumbrados a lo que vemos en algunos juegos no es algo especialmente digno de mención, pero en términos de realismo y crudeza la verdad es que la 'muñequita' se lleva la palma.

 

Mmm... un brazo amputado, ¡mola! Y sin cabeza... qué alucine. ¡Oh, no! ¡Casi se le ven los pechotes!

Como se puede ver, lo que tenemos es un torso femenino desmembrado, ataviado con un diminuto bikini adornado con los motivos de la bandera británica. Lo cierto y verdad es que da un poco de grima el tratamiento que se le ha dado a la figura en sí... ya sabéis, nunca es agradable ver un torso sin cabeza ni brazos. No obstante, lejos de que ello haya sido el principal motor de la polémica generada, está el asunto de los escasamente cubiertos (que lo están) senos de la muchacha, motivo por el que muchos han puesto el grito en el cielo.

 

Nos disculpamos profundamente por cualquier ofensa causada por la Zombie Bait Edition de Dead Island Riptide, la edición de colección anunciada para Europa y Australia"

 

Dicho y hecho: tras el pertinente bombardeo de quejas a través de las distintas redes sociales (bueno... creo que en tuenti no), Deep Silver UK ha decidido no lanzar finalmente a la venta la figurita de marras, disculpándose de paso ante todo el mundo a través de un comunicado de prensa. Un movimiento que, por un lado, tiene su punto positivo, y es el hecho de que una productora escuche a los usuarios, al público en general, y actúe en consecuencia. Por otro lado, existe un más que importante punto negativo que hace referencia a la cruel circunstancia de que, con todo esto, parece que se omite la libertad creativa en este nuestro medio.

 

 

Porque contemplemos la cosa con perspectiva: se llega al punto de que una compañía tiene que variar sus planes de lanzamiento o alterar su obra (un buen ejemplo es la movida de los finales de Mass Effect 3) porque las masas así lo reclaman... ¿Ocurre esto en el mundo del cine? ¿Se cambian las letras de una canción por resultar molestas o anodinas? ¿Se altera la viñeta de un cómic por las protestas del público? Evidentemente -y salvo raras excepciones-, no. Y todo esto no hace más que retratar la excesiva inmadurez de la industria del videojuego, y más aún, el feo asunto de que los mismos usuarios somos los que no la dejamos crecer hacia su adecuada eclosión. Así, mientras tanto nos seguiremos comiendo movimientos retráctiles como el que hoy nos regalan los avergonzados muchachos de Deep Silver...


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