Pokémon y su eterna juventud

Alguien calificado debería plantearse estudiar lo que está ocurriendo con Pokémon en la historia de nuestro ocio. Pocos casos de éxito tan dilatado a lo largo de los años hemos encontrado en la industria y lejos de acabar el fenómeno, parece que no hace más que avanzar a lo largo del tiempo. Desde el lanzamiento de los primeros Pocket Monster en Game Boy en tierras japonesas ha llovido mucho, y los productos se han ido sucediendo a lo largo de ese espacio, no obstante, ¿cuántos han hecho lo mismo y se han estrellado lamentablemente?

No son pocos los fenómenos de masas en el mundo del videojuego que han ido sucediendo desde que Nintendo decidiese lanzarse al campo de la caza y amaestramiento de bichos exóticos de colores ídem, pero mientras que todos ellos se han ido apagando, la Pokémon Company no ha hecho más que acrecentar su brecha con respecto a la competencia en el mercado. ¿Os lo habéis planteado alguna vez? Pokémon ha enterrado a todo tipo de personajes y videojuegos que apostaron por entretenimiento masivo y que, por una cosa u otra no supieron salir adelante con sus proyectos.

Sin ser uno de los mejores universos de la historia y con un modus operandi de desarrollo bastante discutible en cuanto a la tecnología que tienen y cómo la usan (hemos tenido que esperar a 2013 para ver polígonos en un capítulo oficial de la serie), eso no les ha impedido funcionar comercialmente en todos los ámbitos en los que se inmiscuye con una facilidad pasmosa y salir con éxitos con cada uno de los proyectos que emprende. ¿Cuántas empresas pueden decir lo mismo? Prácticamente, que se apoyen tanto en el tiempo, ninguna.

El caso de los Angry Birds con el público infantil, probablemente, sea lo más parecido al fenómeno Pokémon en tema de merchandise y explotación de sus personajes, pero yo apostaría mis ahorros a que las criaturas de Nintendo sobrevivirán a la muerte de los bichos de Rovio. En el momento en el que la historia de nuestra industria y el marketing y explotación de la misma se estudie en las universidades, espero que el caso de Pokémon sea revisado en profundidad, ya que es una rara avis en una industria en la que los iconos son de usar y tirar… menos en tierras de Kyoto.

La frescura de la familia Nintendo debe ser la envidia de toda la competencia, y esa especie de cierre hermético por y para sus sistemas y plataformas son los que provocan el celo de la firma nipona a lanzar sus personajes en otros mercados que no sean los controlados por ellos. Es una circunstancia difícil de comprender en los tiempos que corren, pero que en cuanto a resultados parece que no podemos siquiera discutir su práctica. Mientras sigan así, tendremos Pokémon, Mario y Link para muchos años.