Generaciones marcadas por hechos y no por cifras

Pongamos que Kasumi no tiene nada que ver con lo que hablaremos aquí, pero nos sirve para tener presente el último juego desarrollado por Team Ninja, para ponerlo como ejemplo tras analizar las últimas declaraciones de Yosuke Hayashi para EDGE al respecto de las polémicas y duras palabras del creador de Metro: Last Light con respecto a la CPU "horrible y lenta" de Wii U.

Aún está sobre la mesa, y seguirá durante al menos unos cuantos meses más, el debate de si Wii U es realmente una consola de la generación posterior a la de Xbox 360 y PlayStation 3 o no, en vista de que Wii ha terminado quedándose en tierra de nadie entre las 128 bits y las actuales consolas, pero compitiendo en ventas directamente contra éstas. Wii U vuelve a ese terreno fangoso de hacer ver que terminará por mostrar algo que las actuales consolas no pueden, pero sabemos que cuando las supuestas PS4 y Xbox 3 lleguen, Wii U terminará por quedarse atrás en cuanto al apartado gráfico.

El mandamás del Team Ninja no discute estos datos, y de hecho no habla de cifras ni afirma ni desmiente que Wii U sea más potente que 360 y PS3, pero está claramente convencido de que Wii U es una consola que marca el inicio de una nueva generación sólo por su concepto de consola de sobremesa que ofrece juego asimétrico y juego independiente de la televisión, algo que ninguna otra consola puede hacer.

Estas palabras de Hayashi para EDGE son una obviedad. No hay más que echar la vista atrás y comparar los primeros juegos de 360 y PS3 con los más actuales. Compara Oblivion con Skyrim, compara las ciudades que recorren Altaïr y Connor, compara Project Gotham Racing 3 con Forza Motorsport 4, compara Uncharted: El Tesoro de Drake con The Last of Us,... Y así un sinfín de ejemplos.

Es mucho suponer, pero parece lógico pensar que un juego como ZombiU, que además ha sido hecho con prisas y anteponiendo la ambientación y el buen desarrollo de la idea al apartado técnico, se vaya a quedar en algo ridículo gráficamente hablando en comparación con juegos que lleguen dentro de unos años que perfectamente podrían competir con lo visto en demos como Star Wars 1313.

De ser tan sencillo aprovechar el potencial de una nueva consola, el mismo Team Ninja por ejemplo no habría permitido que Razor's Edge sufriese caídas de framerate cuando su apartado visual es idéntico al de las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3, algo que comentamos en su reciente análisis. Claro que para él no todo es cuestión de potencia, pero desde luego, hay que mantener un equilibrio y no descuidar el apartado técnico.

Sabias palabras, pero sabemos cómo tanto usuarios como tarde o temprano las desarrolladoras manejan este asunto. No cabe duda de que tal y como están las cosas, a menos que el reciente boom de los PC-consola tenga algo que decir, la nueva generación de consolas empezará con el lanzamiento de la próxima Xbox, y será cuestión de si Wii U es capaz de llegar o no.

Pero si basásemos la separación de generaciones por ideas, tendríamos no pocos motivos para separarlas, pero siempre habría alguien que se quedaría fuera. Si esta generación empieza con el uso de una segunda pantalla independiente de la televisión (con Microsoft y Sony ya haciendo pruebas con Smartglass y el Remote Play), la generación que ahora está a punto de terminar sería sin duda la generación del control por movimiento, para bien o para mal, donde Xbox 360 sería la peor parada, al igual que Wii se quedaría muy atrás si considerásemos que esta ha sido la generación del juego online. ¿Dónde marcamos el cambio?