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El penoso caso de Matanza Cofrade

La censura más rancia
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Imagina que un joven profesor de informática sevillano, trasteando con su PC, logra componer en el año 2002 un basiquísimo videojuego en el que, más que la calidad, prima el humor negro y socarrón. La temática no es otra que la de mezclar los zombis con la Semana Santa característica de la capital hispalense, sirviendo así un sencillo juego de disparos en primera persona en el que los enemigos a batir son muertos vivientes que portan mantillas, cruces y demás parafernalia católica. No tardó en ponerlo en circulación bajo dominio público, por supuesto sin perseguir ánimo de lucro alguno.

 

A pesar de lo limitado de su concepto, la obra alcanza rápidamente popularidad, hasta el punto de que el grupo de música Narco se interesó por el programa con la intención de incluirlo dentro del álbum «Registro de penados y rebeldes». Todo parecía ir sobre ruedas hasta que saltó a la palestra uno de los sectores más rancios de nuestra sociedad, aquel que se da golpes de pecho ante una religión que únicamente visten por valores muy lejanos de los que profesan sus escrituras. Así, Narco y el autor de Matanza Cofrade fueron denunciado por diversas hermandades religiosas de Sevilla.

 

Quien se ofenda por esto de verdad que debería hacérselo mirar...

Concretamente, la hermandad del Cristo del Gran Poder interpuso una querella contra J.C.C.S., el autor del videojuego. Inicialmente fue imputado también un responsable de la discográfica de Narco, solo que la juez instructora de la causa lo sacó del caso. Así pues, el programador se vio en solitario contra una serie de señoritos indignados que pedían meterlo entre rejas sin miramiento alguno. Juro y perjuro si digo que oí en su momento a algunos de los 'ofendidos' declarar que, si por ellos fueran, lo cosían a tiros. Sí, amigos... así funcionan algunos hermanos en Sevilla.

 

Los presuntos delitos denunciados eran un buen puñado: atentado contra los sentimientos religiosos (según el artículo 525 del Código Penal, hay multa para aquellos que «mediante cualquier tipo de documento hagan escarnio de los dogmas, creencias, ritos y ceremonias de cualquier religión y quienes la profesan») y violación de la propiedad industrial (las imágenes religiosas están registradas por las Hermandades). El juicio tuvo comienzo el 8 de septiembre de 2005, solicitándose una pena de un año de cárcel y 7.920 euros de multa, concurriendo las tres Hermandades implicadas por las imágenes utilizadas -Gran Poder, San Bernardo y Macarena- como acusación particular. Por supuesto no faltaba de por medio el acoso de cierto sector de la prensa vinculado a la iglesia, instigador a más no poder.

 

cofrade

En los videojuegos podemos matar humanos de todo tipo... ¡pero ojo! Nada de capillitas, que es pecado. Y delito.

 

El único imputado, bastante superado por las circunstancias, declaró en su defensa la existencia de un caso similar ocurrido un año antes, donde un joven que había publicado en internet imágenes obscenas de la Virgen de la Esperanza de Triana fue absuelto. La pena solicitada era de un año de cárcel y 7.920 euros de multa. Finalmente, y tras un sufrimiento a todas luces innecesario y con el fiscal que ejercía de acusación pública prácticamente pidiendo la cabeza del chaval, la juez decidió absolver de los cargos al responsable de Matanza Cofrade cuando pidió disculpas a los que se hubiesen podido ofender con su obra.

 

Solo lo hice como un juego..."

 

Y sí, amigo lector... esta historia es real. Por mi parte, solo me queda refugiarme esta semana para huir de los cortes de tráfico y de la masificación humana que, enfervorecidas por sus procesiones, te impiden llegar a tu propia casa tras un duro día de trabajo. ¿Qué pensarían estas hermandades si gente como el que esto suscribe las considerara agresoras por su más que ostentoso despliegue religioso? En cualquier caso, ¡feliz Semana Santa!


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