Destroyer

Recuerdo bien que la época dorara de Nintendo, mis juegos favoritos se caracterizaban por algo: No eran fáciles. Yo perdía una y otra vez, pero siempre quedaba con ganas de volver a retar a ese enemigo, esa trampa o cualquier cosa que me impedía pasar. Se sentía gran satisfacción cuando lograba acabar un juego.

¿Qué pasa hoy? No me estoy esforzando mucho para poderlos terminar. Para muestra una comparación: En Zelda Ocarina of Time llegué a perder unas 3 veces por cada jefe de calabozo (Recuerdos tormentosos con Volvagia vienen a mi mente), mientras que en Twilight Princess pasé en blanco, casi sin rasguños, al punto que debía dejar que me golpearan a propósito para aumentar un poco la presión. Pero aún, para ver la animación de la muerte de Link, tuve que dejar que me mataran “en el segundo juego”. Es más, me atrevo a decir que ha sido más satisfactorio encontrar los Poes y Corazones (faltan 2 y 4 piezas respectivamente)

En Super Paper Mario, salvo por los acertijos, tampoco me estoy esforzando mucho.

No tengo nada en contra de los juegos que se están programando, es más, me parecen muy buenos. Sin embargo en el apartado dificultad me siento estafado, y apuesto que muchos de ustedes también. No se si en Xbox o en PS3 pasa lo mismo, pero al mejorar la tecnología disminuye también la dificultad (daño, valores de los ataques enemigos, cantidad de enemigos, etc), aumentan los recursos a nuestra disposición y aumenta el acceso a ítem valiosos (Ej: Valor de la pócima roja en Zelda, a Link to the Past: 150, valor en Twilight Princess: 100, azul y mismo efecto. Sentirse seguro sin esforzarse: No tiene precio).

Me gustaba más la época en que además de cerebro, se necesitaba mucha habilidad porque un golpe o error costaba muy caro. Esta bien que Nintendo haya decidido aumentar la audiencia, sin embargo creo que la parte difícil de los juegos core no debieron tocarla.

¿Piensan igual que yo?

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