Avance The Elder Scrolls Legends ,PC

Puede ser, creo que sí, forjado por un Dios, creo ver ante mí un nuevo Elder Scrolls... Siempre empiezo con lo mismo cada vez que me toca hablar del tema, pero no puedo evitarlo. Hoy, por desgracia, no estoy aquí para analizar la remasterización de The Elder Scrolls V: Skyrim, sino para hablar de otro juego que, si bien podemos decir que pertenece al mismo universo, es un mundo aparte.

 

Primero, antes de hablar sobre lo nuevo de Bethesda, debemos ponernos en contexto. El nuevo juego de The Elder Scrolls llega en un momento en el que los videojuegos de cartas están monopolizados. Más bien, todos están siendo pisoteados vilmente por Hearthstone, obra de Blizzard, seguido por Magic: The Origins, que, bueno, está ahí. Cuando alguien piensa en un juego de cartas para ordenador, en su mayor parte piensa en el de los personajes de Warcraft. Así de bien hacen las cosas, a pesar de las quejas por los precios elevados en lo que a aventuras o sobres de cartas se refiere.

 

 

De modo que intentar vender un videojuego de cartas ahora es como intentar colarnos un MOBA nuevo: quizás demasiado arriesgado,especialmente si se ha dado mucho por él. No se trata ya de la gran cantidad de títulos que existen dentro de este mismo género, pues, a diferencia de lo que ocurre con el género MOBA, aunque la premisa sea la misma, cambian las mecánicas, la estrategia, el modo de juego y, al final, cada uno es único. No, el problema principal no es que haya muchos, sino que ya hay un grande al que muchos pequeños copian.

 

En ese régimen dictatorial llega The Elder Scrolls Legends, un nuevo título de estrategia con cartas que recogen, de una forma u otra, el universo de Tamriel. Debo decir que tenía muchas (o pocas) esperanzas depositadas en lo que ahora tengo delante, pero me ha decepcionado bastante. Claro que no puedo terminar un avance así de rápido, así que os daré los motivos que me han llevado a pensar que el último título de Bethesda no se va a comer una rosca, dicho suavemente (porque si fuera mi compañero Pareja el que estuviera escribiendo esto, la expresión sería menos sutil).

 

 

Lo primero que hacemos al iniciar el juego es seleccionar un personaje. Tenemos para elegir entre las diferentes razas de Tamriel: Imperiales, Altos Elfos, Elfos del Bosque, Elfos Oscuros, Guardias Rojos, Nórdicos, Orcos, Bretones, Khajitas y Argonianos. Cada uno de ellos nos proporcionará un estilo de juego diferente. Por ejemplo, con los Altos Elfos nos será mucho más sencillo conseguir cartas de Hechizos, mientras que con los Argonianos, más resistentes, nos podremos preparar para una partida más larga.

 

En cada raza, además, elegiremos entre varios arquetipos, meramente estéticos, que serán nuestra imagen del personaje. Y nada más. Aunque la raza de nuestro personaje, predefinirá nuestro estilo de juego, no supone una gran diferencia a bajos niveles, no más allá de lo estético. Pero, conforme vayamos subiendo niveles, nos daremos cuenta de que nuestro estilo, nuestra estrategia, sí que tiene su importancia.

 

Una vez en el juego, de cuya campaña os hablaré un poco más adelante, tendremos ante nosotros un tablero que nos será bastante familiar. Es lo que pasa, jugado un juego, todos se nos parecen. Y en el caso de The Elder Scrolls Legends, el tablero es demasiado parecido a Hearthstone. Con una pequeña diferencia, y es que en el juego de Bethesda, nuestro tablero se divide en dos. ¿Por qué? Muy sencillo. Al igual que en Hearthstone, seguimos la táctica esbirros-hechizos, pero, en este caso, podremos colocar a nuestros esbirros en una mitad o en la otra.

 

Según donde se encuentren colocados nuestros esbirros, podrán atacar o ser atacados por los esbirros enemigos. Así, colocaremos nuestras defensas (y ofensas, ejé) en una mitad o en la otra, dependiendo de dónde se encuentren los esbirros del rival. Claro que él también podrá hacer lo mismo, y eso hay que tenerlo en cuenta.

 

 

Sssssno. Nnnnsí. No lo tengo claro. Creo que hay mucho que mejorar y mucho que innovar para que Legends pueda encontrar un hueco entre los videojuegos de cartas. Ahora mismo sólo se me antoja una ligera copia barata de Hearthstone con algún que otro cambio, y no es que de por sí Hearthstone innovase (al menos, no en demasía). Probar la beta está bien, pero yo esperaría un poco más, seguro que Bethesda guarda algo bajo la manga. Espero no equivocarme.  

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