1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. RETRO

MGRetro | Streets of Rage

MGRetro 29
Domingo 04 de Enero de 2015 por Rafa del Río

A finales de los ochenta el legado había sido creado. Juegos como Kunio-Kun, Renegade, Double Dragon y Vigilante habían sentado las bases del beat'em up de scroll lateral con unos resultados más que sorprendentes que hicieron las delicias de los millones de fan que empezábamos a aficionarnos al género. La lucha callejera al más puro estilo película de venganza ochentera había dado paso a la fantasía con Altered Beast y Golden Axe, a la ciencia ficción con Alien Storm, Cadillac & Dinosaurs, y Captain Comando, e incluso terminaría siendo cuna de las licencias de Hollywood y Marvel con Robocop 3 y The Punisher.

 

Sin embargo el género aún pasaba por un serio problema: sus adalides, fuertes en las plataformas arcade, resultaban sosos y toscos en las consolas de la época con perdón de River City Ransom. Sega pareció pensar en ello, y tras su magistral Golden Axe aprovecharía todo lo aprendido con su desarrollo para lanzar en exclusiva para su consola de 16 bits un juego que posteriormente vería la luz en otras plataformas: 

 

 

Bare Knuckle | Streets of Rage

Corría 1991 cuando los usuarios de Sega Génesis y Mega Drive recibían un Beat'em up magistral, el primer episodio de la saga Streets of Rage -Bare Knuckle: Furious Iron Fist en Japón-. Streets of Rage cumplía con todo lo que su homólogo Final Fight de Capcom había establecido como básico en todo buen Beat'em up moderno: Escenarios largos plagados de enemigos, gráficos espectaculares, violencia por todos lados y tres personajes a elegir, uno de ellos, para colmo y como ventaja respecto al juego de Capcom, femenino. 

 

Axel, Adam y Blaze no tardaron en hacerse un hueco en el corazón de todos los aficionados al género con la suerte de tener una Sega Mega Drive en casa. No obstante el producto tenía nombres magistrales detrás, con un Noriyoshi Ohba que se había hecho grande dirigiendo Revenge of Shinobi, y una musica magistral al cargo de uno de los kamis de la composición musical nipona, el sin par Yuzo Koshiro

 

Tras la estela de las pelis de la época

Streets of Rage tenía uno de los inicios más clásicos de la historia de los videojuegos: Un malvado sindicato del crimen dirigido por el maquiavélico Mr. X ha tomado la ciudad y la ha envuelto en una ola de violencia y crimen sin límites. En el papel de uno de los tres ex-oficiales de policía, Adam Hunter, Blaze Fielding o Axel Stone, debíamos enfrentarnos con el sindicato y acabar con su existencia o, dependiendo de cómo jugáramos, convertirnos en el nuevo cabecilla del crimen.

 

 

Una excusa como otra cualquiera para salir a la calle a repartir bofetadas que tenía su importancia en los ataques especiales, que en esta ocasión suponían la aparición de un coche de policía que se cargaba a todo bicho viviente que hubiera en la pantalla.

 

Como en toda buena película de la época, los protagonistas encarnaban los tres papeles arquetípicos: El fortachón, el héroe y la chica. El fortachón, Adam Hunter, era boxeador y contaba con los golpes más poderosos, aunque era bastante lento a la hora de moverse. Axel Stone, artista marcial en el papel de héroe, resultaba el personaje más equilibrado: Más fuerte que Blaze y más ágil que Adam, si bien su salto era más bien cortito. Por último teníamos a Blaze Fielding, experta en judo, que resultaba el personaje más ágil y rápido, y complementaba la poca fuerza de sus golpes con unas llaves y unos agarres que causaban muchísimo daño. 

 

Y es que las capacidades de combate del trío de expolicías de Strets of Rage no tenían nada que envidiar a sus competidores en el género: varios tipos de combos, golpes potentes, agarres, 'body slams', ataques en salto y la posibilidad de agarrar las armas que los enemigos dejaban caer para causar más daño con nuestros ataques.

 

 

Variedad de escenarios y ports

Una de las cosas que mejor manejaba Streets of Rage era la variedad en los escenarios que se daban la mano a través de los ocho capítulos que duraba el juego, cada uno con sus propios enemigos y patrones de ataque, por no mencionar al ya obligatorio jefe final que nos pusiera las cosas difíciles.

 

Cada nuevo escenario traía una nueva melodía de Yuzo Koshiro, nuevos enemigos y nuevas posibilidades de encontrar objetos y power ups. Todo lo necesario para disfrutar de un título mítico que vio transportada su importancia a todas las máquinas que la compañía tenía en el mercado por aquella época: Game Gear y Master System, y que después vería la luz en la consola virtual de Wii, Windows Game, dispositivos iOS e incluso Xbox Live y Playstation Network.

 

En definitiva, Streets of Rage fue título épico en su momento que supo iniciar una estupenda trilogía cuyo capítulo final vería la luz en 1994 con un Streets of Rage 3 que supo cerrar la trilogía y la saga, evitando vergúenzas ajenas como la de su competidor Final Fight con ese Streetwise que supo a decepción en 2007. Es uno de esos títulos que supo ver su oportunidad en el mercado y, si bien no creo nada nuevo, congenió a la perfección lo ya existente con su idea de cómo debían ser las cosas para dar a luz una obra que, sin duda, muchos recordaréis con cariño. 

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>