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MGSmart | Brothers in Arms 3: Son of War

MGSmart 31
Domingo 18 de Enero de 2015 por Rafa del Río

La saga Brothers in Arms ha tenido sus tiempos buenos y sus días malos. Tras un estreno prometedor, fue perdiendo fuelle por un planteamiento simplista y terminó adelantada por sus competidores, que le sacaron punta en gráficos, jugabilidad e historia. 

 

Tras unos añitos sin saber nada de ellos, la franquicia vuelve de entre los muertos, esta vez en formato free to play para móviles, y lo hace en manos de Gearbox Software y bajo el nombre de Brothers in Arms 3: Sons of War.

 

 

Hijos de la guerra

El título sigue la estela clásica de los shooters ambentándose en un conflicto bélico que posiblemente os suene y que recibió el nombre de Segunda Guerra Mundial, concretamente en los días posteriores al Desembarco de Normandía. Dejando a un lado lo  incorrecto de ese 'hijos de la Guerra' del título y haciendo un esfuerzo por volver a las trincheras en una ambientación histórica más que sobre-explotada, lo cierto es que esta nueva entrega de Brothers in Arms tiene un buen puñado de virtudes por conocer y, lamentablemente, algún que otro defecto que lo hacen pesado a la larga. 

 

En primer lugar tenemos que, a pesar de la ambientación histórica, Brothers in Arms 3: Sons of War sabe mantenerse al día y dar el aspecto de un juego 'moderno' gracias a su facturación y a las mecánicas utilizadas. Lejos del clásico modo de juego instaurado en su momento por Medal of Honor o su abuelito Wolfenstein, en BiA3:SoW nos enfrentaremos a unas mecánicas de disparo y tiroteos que incluyen factores tan de agradecer como las coberturas, las misiones secundarias y un modo historia dividido en capítulos que harán la experiencia más amena. 

 

Junto a esto, Gearbox se ha asegurado de añadir misiones más variadas que dependerán no sólo de nuestra habilidad al gatillo (o sacándole el ojo al enemigo, mejor dicho, por aquello del control táctil), sino también de nuestra estrategia a la hora de mejorar a nuestro personaje, equipo y compañeros o de nuestra capacidad de infiltración y sigilo. 

 

Respecto a la personalización, Brothers in Arms 3: Sons of War ofrece un catálogo más que interesante de mejoras, que unido al arsenal completito y a la posibilidad de desbloquear a determinados compañeros para que nos ayuden en nuestras misiones, dan mucho juego a la hora de dedicarle un rato al título. los compañeros, algo que quizá os recuerde a Far Cry, no sólo nos ayudarán a sacarnos las castañas del fuego cuando la cosa se ponga incómoda, sino que además nos otorgarán determinados poderes especiales y habilidades que nos beneficiarán según realicemos nuestra elección. 

 

Respecto a la facturación técnica, nos encontramos con un título más que decente en el apartado de graficos y sonidos, con una mezcla de realismo y cell shading que recuerda el viejo estilo de las novelas gráficas de la época y cumple de sobra con las expectativas aunque se queda corto en animaciones y efectos de luz.

 

 

Lo que Gearbox no te cuenta

Lamentablemente, y a pesar de encontrarnos ante un título más que decente, una vez más las imposiciones de los móviles y el mercado hacen que Brothers in Arms 3 luzca sin brillo en algunos de sus aspectos más delicados. 

 

Por un lado, el control vuelve a fallar como pasa en este tipo de géneros y plataformas de juego, y aunque se puede subsanar con un buen controlador vía bluetooth, también los botones clásicos pueden fallar cuando el rendimiento del juego le exige demasiado a los procesadores. 

 

El otro problema, y supongo que os lo esperábais al ver que el juego es un F2p, es el asunto de los pagos y las transacciones durante el juego. Una vez más se promete un producto disfrutable sin necesidad de soltar la mosca, y una vez más se obliga a punta de pistola -y nunca mejor dicho- a que pasemos por caja cuando la cosa se pone complicada: niveles con una dificultad absurdamente desajustada, enemigos mucho mejor equipados que nosotros y misiones imposibles nos animarán a soltar la guita bajo la máxima de 'no es necesario pagar para jugar aquí, pero ayuda'.

 

En definitiva, y como siempre pasa con estos juegos, merece la pena echarle un ojo a una obra más que decente que, lamentablemente, no llegará a más por culpa de la política de los free to play que hacen cada vez más difícil dedicarle tiempo a un videojuego. 

 

¡Nos leemos!


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