Martes 08 de Noviembre de 2011 por Alejandro Pascual
Olvídate de Kinect Sports, lo que ha hecho Rare con esta segunda parte pilla por sorpresa. Puede que no sea nuestra Rare (de hecho, las últimas declaraciones desvelaban que, por ejemplo, no quedaba nadie del equipo de Killer Instinct), pero no hay duda de que el sello de calidad ha quedado impreso. Su filosofía, también. Tanto tiempo buscando las tuercas adecuadas que apretar en el nuevo sensor de movimiento han dado lugar a una amalgama de deportes que funcionan. Pueden gustarte o no, pero funcionan perfectamente, y aquí está la primera diferencia con la entrega original.
Podríamos dividir cada una de las disciplinas en un estilo de ejercicio completamente. Las hay que te harán sudar (y mucho) y os podemos asegurar que hemos terminado completamente exhaustos, mientras que otras mezcla el ejercicio con la habilidad. Por último, las hay relajantes, donde prácticamente no tendremos que sudar para jugar a ellas. Y aquí es donde la dicotomía funciona, porque el jugador, ante un título de estas características, no tiene por qué tener ganas de lo mismo en cada momento, justificando perfectamente la variedad por encima de la demostración técnica.
En base a esto, el Fútbol Americano y el Esquí son las más exigentes con el jugador. El Fútbol, porque te hace levantar bien las rodillas y correr a toda pastilla para alcanzar todas las yardas que puedas (aunque al final el juego nunca te deja hacer un touchdown en condiciones, en pos de que la partida siga).
El esquí, en cambio, es un placer y un dolor al mismo tiempo (de músculos). Tienes que estar en tensión en todo momento, pero realmente notas cómo cada pequeño movimiento que hagas con tus piernas flexionadas se interpreta en la pantalla. Además, es uno de los deportes más completos, ya que viene con varias modalidades así como unos desafíos donde tendremos que esquivar obstáculos y os podemos asegurar que es realmente difícil lograr superar todas las rondas.