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Analisis Dance Central X360

Lunes 15 de Noviembre de 2010 por Omar Álvarez
Dance Central es un paso adelante. Es, a día de hoy, Kinect. Dinamita a su competencia en cuanto a sencillez, no tiene rival de ningún tipo en cuanto a precisión y prestaciones. Un simple juego de baile, es la experiencia perfecta como primer contacto y se permite los trucos y licencias suficientes como para hacerte pensar en el futuro. Dance Central es el resultado de darle a un equipo con caché y una lista sólida de conceptos jugables revolucionarios un buen hardware. Un hardware que ahora puede presumir, de verdad, de poder ser revolucionario.

También es uno de los pocos juegos de Kinect que puede permitirse mirar hacia arriba, salir del encasillamiento de ?juego demo?. Está cuidado, visualmente tiene carácter, aunque sea a costa de representar un club de extrarradio en Bristol, su colorida atmósfera de neón y raperos con cadenas de oro consigue su objetivo: sacarte una sonrisa y ponerte a hacer el paria delante de una TV de plasma. Incluso desplazarte por sus menús, a toda velocidad y sin la pasividad de la propia interfaz de Xbox, consigue sorprender.

Su sistema de juego es muy simple: Dance Central, dependiendo de la dificultad (en sentido piramidal, de más complejos a rápidos y a su vez entremezclados) te propone un determinado gesto, desde básicos de coreografía de musical, como mover el cuerpo de izquierda a derecha, hasta complejos movimientos de hip-hop, imitar a un robot para un tema electro o mover la cadera como psicópata en un delirio latino, que en definitiva serán tu dulce pesadilla y el cachondeo ajeno en tus fiestas. Pero esto es un logro conseguido hace tiempo, la verdadera evolución de Harmonix se encuentra en los cientos de patrones a imitar, que te permitirá divertirte en la primera toma de contacto, retarte a que lo vuelvas a intentar y engancharte perdidamente para conseguir una puntuación perfecta: Harmonix ha conseguido lo que ni Microsoft de momento: crear la transición exacta entre un juego casual hasta el empedernido y obsesivo empirismo hardcore.

Dance Central se sitúa a un abismo de otros juegos de Kinect por su sensación de recompensa. Puedes equivocarte sensiblemente y coger el ritmo de nuevo gracias al tutor de la pantalla. Imitar el siguiente movimiento es fácil, ya que tiene una gran interfaz, en la que la cámara cambia de ángulo de forma automática cuando empezamos a realizar un nuevo movimiento. Este es el mayor logro de Dance Central, permite echar la imaginación a volar, creer que hemos realizado un movimiento mejor o nos estamos sincronizando de forma perfecta con la pantalla, ¡qué mas da! Si el caso es que estás moviendo la pelvis como si tuvieses un hula hoop.

El plantel de canciones es excelente, en la línea de Harmonix. Necesitábamos sangre fresca, canciones de radio-fórmula actual (Lady Gaga), techno marciano (Benny Bennasy) o imitar a niggah de Long Beach (Snoop Dog) tornando la mano como si fuesen pistolas: dame a Pitbull y temas pagadizos para levantar a la gente del sofá y déjate a los Beatles o Led Zeppelin para reproducir en tu plato de vinilo.

Una pena, eso sí, son solo 34 temas. Tras Kinect Adventures, preferimos la ausencia de un modo carrera al uso, pero mucho mejor es no tener que desbloquear temas, no quiero si estreno Dance Central con mis amigos tener que emprender un modo carrera y aburrirme repitiendo las tres primeras una y otra vez: quiero todo limpio, todo para mí, desde el momento en el que pago por mi juego y lo introduzco en la consola. Los modos de dificultad, cuña más razonable, sí están bloqueados, pero con superar la canción en un nivel sencillo (y a partir de la quinta, no lo será tanto) el juego nos permite jugar como queramos. Gracias. Aceptaremos todas las propuestas rococó en una segunda entrega, tiene el beneplácito de haber consumado todas las buenas ideas en esta entrega, un buen hábito que se está perdiendo.

Dance Central no es solo la evolución de los juegos de baile, si no un paso adelante en interfaz y accesibilidad general para el gran público, donde captura las mejores ideas de juegos previos de Harmonix (como Guitar Hero o el carácter masivo de Rock Band) con buenos conceptos para partidas inofensivas, como poder elegir el tema que quieras cuando quieras, multijugador sin la necesidad de periféricos o que nunca te echen de la pista. Porque da igual como bailes, mientras mejor lo hagas, mayor satisfacción obtendrás. Pero nunca, nadie te expulsará. Aquí se trata de pasarlo bien, al fin.

NOTA FINAL: 8,5
8

/ 10


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