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Analisis Zombie Panic in Wonderland WII

Martes 13 de Abril de 2010 por Víctor Junquera
Las inspiraciones más clásicas con las modas más actuales, eso es un gran crossover de conceptos, mucho más arriesgado y original que juntar a personajes de varios cuentos populares en una masacre de zombies, ninjas y enanitos.

Lo bueno de Zombie Panic in Wonderland es que sabe hacer converger ambas cualidades sin perder carisma, y eso es lo que ha llevado a esta creación de origen valenciano a convertirse en uno de los lanzamientos más esperados para la distribución digital de Wii, uno de los más laureados de todos los encuentros y presentaciones de varios juegos de WiiWare, y a copar las listas de descargas en el mercado japonés.

Puede parecer peloteo patrio, como también pudo parecerlo en el caso de NyxQuest, pero nada más lejos de la realidad. Cuando un producto es bueno, hay que saber valorarlo, sea cual sea su procedencia, y si no lo dijésemos, seguramente muchos pensaríais que Akaoni es un estudio japonés.

El título del juego ya deja bastante claro de qué va la cosa. Wonderland, el País de las Maravillas que tan de moda se volverá a poner gracias a Tim Burton, se llena de zombies y de enanitos que huelen a amor para causar el caos que sólo puede resolver Momotaro, el niño melocotón del folclore japonés que, de un momento a otro se arma con una ametralladora y empieza a hacer estallar cabezas de zombies en charcos de corazones.

Y lo que en un principio parece un paseo por una zona del Japón feudal, acabará por convertirse en un periplo hasta el castillo del reino, acompañados por la inocente Dorothy que busca a su amigo el Hombre de hojalata, y por una casi erótica Blancanieves que nada tiene que ver con la dulce, ingenua y recatada versión del cuento original, y que parece tener ciertos problemas conyugales con su Príncipe Azul. Todo esto adornado con una curiosa estética manga, decenas de referencias a los cuentos de los que sale cada personaje, y centenares de zombies y monstruos de todo tipo a los que hacer frente. Lo que por allí llaman moe.

Una mitad clásica en ambientación y personajes; una mitad actual y llamativa en estética y contenido.

Continuando con las analogías clásico/moderno, el apartado jugable también tiene qué decir en este aspecto. Aquellos que llevéis muchos años con los videojuegos, que echabais cinco duros en las recreativas: pensad en Cabal, pensad en Blood Bros. Los más neófitos, la generación PlayStation, pensad en Sin & Punishment. Ahora, todos, pensad en el Wiimote y en lo bien que habría venido para apuntar en aquellos juegos. Zombie Panic in Wonderland es una original orgía de destrucción con mucho más sentido del que parece tener a simple vista. Empezando cada uno de los nueve niveles del modo historia en un escenario cerrado y casi claustrofóbico como para hacer frente a zombies, nos damos cuenta de que gran parte del escenario puede caer, como todo, con la cantidad suficiente de balas. Y pared a pared, árbol a árbol, nuestro personaje no se mueve más que de lado a lado para esquivar los ataques enemigos, pero disparamos a todo lo que se mueve, y a lo que no se mueve, también.

Así, el objetivo es hacer frente y sobrevivir a las hordas de zombies/ninjas/monstruos/mutantes/... y completar el porcentaje de destrucción dentro del tiempo límite, algo que podemos hacer tanto en solitario como en compañía de un amigo que maneje a un segundo personaje.

Realmente es de lo más parecido de hoy en día que podríamos jugar en una recreativa de antaño, con un sabor arcade imposible de no degustar, desde el sistema de puntuación y vidas hasta el hecho de que no se pueda pausar para salir de la partida, algo que aunque las primeras veces pueda parecer algo molesto, con el tiempo te hace pensar si realmente es necesario, y sobre todo, si delante del mueble con el joystick y los botones, con el dinero ya invertido, te daría por buscar el botón de pausa.

Siendo diestro con el control, menos de una hora servirá para completar la primera partida en el nivel de dificultad normal, lo que no quiere decir que vaya a ser un paseo. De todos modos, alicientes como el modo multijugador, la dificultad adicional, trajes alternativos y personajes secretos (en serio, ¿estamos en el País de las Maravillas y nadie se extraña que Alicia no esté en la trama?), y por si fuera poco, un modo arcade en el que afrontar cada nivel (con nuevos desafíos) por separado para lograr las mejores puntuaciones.

En Akaoni pueden estar orgullosos de lograr con este Zombie Panic in Wonderland algo que un estudio de renombre como Intelligent Systems no logró con su Eco Shooter, que es crear un videojuego realmente divertido, adictivo y rejugable con una base sencilla.

NOTA FINAL: 8.5
9

/ 10


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