En esta generación, el sector se ha visto invadido de juegos de este género. Compañías como Activision, EA y ahora Warner, continúan el legado de Valve, con su Counter Strike, en una carrera por arropar e incluso exprimir al usuario con sus productos. El salto de realismo que ha dado el género en este tiempo es un hecho, vemos volar monumentos, vivimos tácticas de infiltración y nos juntamos con nuestros amigos u otros jugadores en la red para ampliar las horas de diversión a tiro limpio.
Quizá sean demasiados títulos y como se comenta en algún artículo de esta revista, se esté sobre explotando un género que, lejos de ofrecer una historia que transmita satisfacción y exalte o emocione al usuario por su trama y no por sus fuegos artificiales. No hay duda de que estos shooter orientados en su mayor parte al coleccionismo gozan de un magnifico éxito, tal es así que hasta Pérez-Reverte los disfruta, pero puede que nos encontremos ante el punto más descarado de este tipo de juegos.
Gotham City Impostors nos sitúa en la ciudad de Batman, en la que se presupone que hay mucho trabajo para este superhéroe y, haciendo referencia a Dark Knight, unos ciudadanos de a pie dotados de armamento de andar por casa y un talante más bien de escasa capacidad cerebral, se echan a la calle para competir con un bando de seguidores de Joker. Encontramos una Gotham desierta donde deberemos recorrer las calles en busca del bando enemigo o, según cual sea el modo de juego escogido, cumplir con los objetivos para debilitar al contrario.
Se trata de un juego enteramente online, no encontraremos modo campaña, tan solo enfrentamiento. Un número bastante amplio de armas, mejoras de las mismas, que deberemos ir desbloqueando a medida que obtengamos puntuaciones y ascendamos.