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Analisis WRC2 FIA World Rally Championship PC

Sábado 15 de Octubre de 2011 por Alejandro Pascual
Con la cantidad de títulos que han acompañado al jugador durante dos décadas en el género del Rally, sorprende ver que, en la actualidad, únicamente quedan dos referentes, pero ante las exhuberantes propuestas de DiRT mezclando la disciplina con eventos extremos, el verdadero aficionado a la conducción embarrada debería fijarse más en WRC, que desde su renovación el año pasado, devuelve toda la competición a las consolas como ya lo hizo en su día la saga en los noventa de Colin McRAE.

WRC 2 no es, sin embargo, tan atrevido como lo fue su anterior edición (tampoco tienen tantas cosas que implementar), tomando un cariz más continuista, pero igual de efectivo. Así, con un esqueleto tan férreo, Milestone ha intentado paliar las críticas técnicas al primer WRC, sobre todo en el apartado gráfico. Sin embargo, el estudio italiano nunca ha sido muy ducho en este área (lo suyo es la mecánica de los vehículos y su aplicación al terreno); los que esperen florituras en este aspecto, se enfrentarán a un batiburrillo de colores cuasi expresionista intentando aplicar todo tipo de luces a unos circuitos que, sin estar mal, tampoco brillan por su calidad.

Ojo, repetimos. WRC 2 no luce mal, y añadiendo la visión de túnel que produce el juego, donde nada más importa que ese punto de fuga al que el jugador mira en toda la etapa, poco importan los detalles. Donde sí los hay es en cada una de las piedras del camino, las zanjas, las vallas y toda la arquitectura que conforma la carretera y sus andenes, donde cualquier error de posicionamiento puede influir en el crono.

Pero su aspecto clásico no ha impedido a Milestone tomar ciertas reformas que cualquier juego a día de hoy quiere tener en su haber. Si el año pasado las ya míticas flechas de ayudan estaban presentes (podían ocultarse, por supuesto), la última novedad en la conducción, ese sistema de rebobinado, es el sustitutivo de reiniciar carrera, pudiendo rebobinar hasta cinco veces en una etapa para corregir estrepitosos fallos que echan a perder tu buen tiempo. Claro que, siempre puedes no utilizarlos, pero la tentación es demasiado fuerte, aunque sólo sea por evitarnos una pantalla de carga. Nota friki: si este rebobinado es como una máquina del tiempo hacia atrás, deberían desaparecer las marcas en el asfalto y los desperfectos en la carretera, pero no lo hacen. ¡Milestone debería ver más películas de ciencia-ficción!

En cuanto a su modo principal, Camino a la WRC, sigue la tónica de la edición anterior. Los circuitos están bien estructurados y tienen un buen puñado de momentos que harán que abstraen de la realidad, pero pecan de ese modo a la inversa, con ciertas etapas sangrantes donde nos harán ir de un sitio a otro, volver, y recorrerlo una vez más. Se echa de menos muchas más etapas que nos hagan creer que, lejos de las licencias oficiales, estamos ante un Rally de verdad.

Los menús siguen siendo bastante lentos y poco atractivos, además son bastante intrusivos, cosa que el año pasado no sucedía, y los modelados de los coches no son nada del otro mundo. Por contra, el reglaje del vehículo y la reparación entre etapas nos teletransporta a tiempos mejores. Quizá, el juego de Milestone necesita algo más de espectacularidad, pero al menos no tenemos a un Ken Block rallándonos todo el tiempo con lo guay que es. Y es que WRC 2 obvia el espectáculo en pos de centrarse en lo que debe: una experiencia de Rally satisfactoria.

Es cierto que a la edición de este año se le han querido incluir novedades que, realmente, no nos interesan, como los eventos de Super Carrera donde nos enfrentamos a otro coche en pistas paralelas, pero en su corazón sigue siendo un juego de Rally, y únicamente de Rally. Eso es lo que nos gusta de él. Ante la extrema tentación de llevarse por el show de luces y fuegos de artificio, con eventos para lucirse, quemar goma gratuitamente, dar saltos imposibles, hacer ochos y competiciones con vehículos Monster en pistas cerradas, Milestone sigue en sus trece, enfocando todos sus esfuerzos en hacer un juego de género. El resultado final puede parecernos más o menos arcade (nosotros, sinceramente, no creemos que su modo más difícil lo sea, aunque no llegue a acercase a sus antecesores de PC), pero no hay duda que si lo que uno quiere es correr con un copiloto en circuitos de verdad, y sólo eso, WRC 2 es la respuesta que estabas buscando.

NOTA FINAL: 7
7

/ 10


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