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Analisis Crysis 2 PS1

Martes 22 de Marzo de 2011 por Alejandro Pascual
Hay que diferenciar entre qué juego se analiza aquí. Porque es cierto que Crysis 2 y su nuevo CryEngine 3 no es lo que muchos jugadores de PC pensaban, aprovechando toda la tecnología de sus flamantes tarjetas gráficas, todas las librerías que ofrece DirectX11 en una salvajada industrial como hizo el primer Crysis. Pero ese juego no es Crysis 2, y en MG no podemos analizar un juego que no existe, ni restar puntos al que sí existe porque no ha cumplido con la exigencia técnica que muchos esperaban. Crysis 2 es lo que es, y resulta que sigue siendo algo megalómano.

Para aquellos de nosotros que sí jugamos a Crysis en su lanzamiento y recordamos la sorpresa gráfica inicial, lo cierto es que su segunda entrega vuelve a sorprendernos en la manera, pero de distinta forma. Es cierto que muchos elementos de los escenarios, como las famosas palmeras, ya no caen bajo nuestras balas (incluso podemos quedarnos atrancados con un tanque ante la impasibilidad de una farola); la distancia de dibujado tampoco es la misma, y no podemos decir que el procesador está cargando lo que hay al otro lado de la isla... y todas esas cosas marca de la casa del original. Pero no nos importa en absoluto, porque, ¿qué más da lo que ocurra en el otro lado de la isla si yo estoy aquí (aparte de contadas ocasiones, como la escena del helicóptero)?

Crysis 2 da la suficiente empuje y libertad como para moverte por un escenario, secuencial, eso sí, pero en el que puedas aplicar las mismas estrategias que hacías en el primero. Es más, las gafas del nanotraje te ofrecen numerosas vías que te ayudarán si prefieres flanquear el objetivo, campear con tu rifle de francotirador, provocar una explosión, realizar un ataque frontal o avanzar con sigilo. Por muy lineal que hayáis oído que es, no es un pasillo a lo Call of Duty donde lo que ves es lo que hay.

Aunque el nanotraje ya era la estrella del título original, en Crysis 2 se ha sabido aprovechar al máximo su funcionalidad. Casi todos los botones del mando tienen dos funciones, una apretada y otra mantenida, mientras que en PC seguiremos pudiendo utilizar accesos directos o la rueda de elección de poder para acceder a todas las posibilidades rápidamente.

En cuanto a su faceta multiplataforma, hemos podido probar Crysis 2 en sus tres versiones, y las tres cumplen a la perfección. Las dos de consola son muy parecidas y rallan a un nivel altísimo. Sobre todo, nos ha sorprendido su tasa de frame muy estable en cualquier situación, demostrando el CryEngine 3 que es un motor no sólo muy dinámico, sino también muy dedicado al mundo consolero. En PC obtendremos por el contrario una resolución tan eficaz como lo sea nuestro monitor, pero las opciones gráficas son limitadas y decepcionarán a aquellos que les guste trastear con todos los apartados, ya que se clasifican en tres inalterables opciones: Gamer, Avanzado y Hardcore. La función 3D está disponible también en las tres plataformas para aquellos que hayan apostado por esta tecnología con una televisión o un monitor 3D Ready. Tan sólo mencionar que, al parecer, la consola de Sony pide de algún requisito en la funcionalidad 3D. Lamentablemente no hemos podido concretarlo todavía.

Volviendo a la partida, lo que más llama la atención como novedad es la posibilidad de actualizar el nanotraje gracias a células alienígenas que encontremos. Crysis siempre ha apostado por permitir experimentar a cada jugador su tipo de juego, confiando en tu rapidez, tu fuerza bruta, tu arsenal o tu estrategia, y cada uno de estos puntos puede actualizarse ofreciendo suculentas ventajas que nos permitirán sacar provecho del terreno, ver la dirección a donde miran nuestros enemigos, o la trayectoria de sus balas. Quedaron con esto: las actualizaciones, unidas al nanotraje en sí y a la aproximación táctica de la situación son los tres pilares de Crysis 2 y su fórmula secreta para realizar un shooter diferente. Gracias a ellas, y a la calidad de su arquitectura, Crysis 2 es capaz de hacerse un hueco a empujones entre el olimpo shooter y todos sus dioses.

El multi, lamentablemente, es conservador. Hace uso del tirón de Modern Warfare como todo buen hijo de vecino, creando clases, personalizándolas, añadiendo ventajas y diferentes tipos de armas. Evidentemente, está el nanotraje, pero está algo desaprovechado. Camuflarse puede no ser una opción en partidas demasiado frenéticas como para ir despacio. La armadura dificulta la movilidad. Los súper saltos te dejan vendidos como caigas a mucha altura. Y la pérdida de la energía del nanotraje al correr es un plus desventajoso al hecho de no tener el alma totalmente lista en un encontronazo. Creemos que todas las ventajas del nanotraje podían haberse aprovechado mejor si Crytek no se hubiera dejado llevar por la tendencia y lo hubiera exprimido en modos más tácticos y novedosos.

Con toda su concentración por la floritura gráfica, Crysis nunca nos terminó de parecer un videojuego real. Demasiados momentos donde el jugador parecía vagar de un lugar para otro sin percibir una sola directriz del estudio. Y es que Crytek no apelaba a todas las herramientas narrativas que se están utilizando hoy día, ya sea con una voz en off, con texto, con escenas programadas o con el tan polémico script. De ello ha aprendido mucho este Crysis 2, ofreciéndonos momentos guionizados, un personaje (Gould) que nos informa todo el tiempo de la situación, y algo de nostalgia para amenizar el conjunto, aunque en demasiadas ocasiones el diálogo y la historia parecerá estirarse más de la cuenta, y es que al fin y al cabo, es otra historieta de alienígenas invasores. Incluso en alguna ocasión querrá romper el ritmo a lo Half-Life 2 ofreciéndonos un extenso diálogo, demasiado carente de interés.

Porque, en Crysis 2, los scripts sobran. No necesitamos mucha explicación para avanzar y crear un poco la discordia, ni momentos en los que nuestro héroe cae al suelo y tarda cinco minutos en levantarse. Necesitamos lo que sabe hacer. Acción táctica para un jugador, en un juego que no ofrece interminables extensiones de terreno como Flashpoint o el anterior Crysis, ni pasillos silenthillianos como Call of Duty. Apoyado en la técnica, Crysis 2 da fe de que hay otra manera de hacer shooters, diferente a CoD, diferente a Battlefront, diferente a Halo y a todo lo demás, y que arrebatar o compartir el trono sólo se consigue diferenciándote de los demás, y no uniéndote a su causa.

NOTA FINAL: 9
9

/ 10


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