Creo que todos los jugadores que llevamos desde nuestra infancia viviendo esta forma de ocio hemos tenido, en algún momento, la ilusión inocente de crear un videojuego. Y creo que en la cabeza de todos nosotros, con determinadas peculiariadedes o sin ellas, teníamos un juego muy parecido a Castlevania Lords of Shadow. Un juego que abarcase prácticamente todo, con una puesta a punto espectacular y que partiese desde un punto reconocible.
Un juego, hecho por y para jugadores.
Es imposible escapar del trabajo de Mercury Steam y Konami a nivel de producción. El libro que comienza abriéndose ante ti en cada partida es una Wikipedia de trabajo artístico, diseño de producción, banda sonora (donde Araujo ha impulsado a un nivel mucho más grandilocuente si cabe lo que Konami Japón lleva haciendo durante 20 años?) e impacto visual simplemente desbordante. Un trabajo con nobleza cinematográfica y sin avergonzarse en ningún momento de reproducir un videojuego de ficción medieval, una demostración de valor en el punto débil más fácil de evidenciar: el que acusa tu propio ojo.
Para seguir subiendo el listón, se trata del Castlevania 3D más ambicioso y de mayores dimensiones visto jamás. Se trata de un juego desproporcionado, que consigue el cum laude a la hora de recompensar al usuario ofreciendo un viaje hacia los abismos y la profundidad de la naturaleza sin parangón en su género: un recorrido por el imaginario del horror y la desesperación que siempre ofrece cinco veces más de lo que crees que te va a ofrecer.
Y en una generación donde nos han dado tantas veces gato por liebre, el efecto de sorpresa y aplauso debe ser tres veces mayor. Lo que se insinúa como un bosque termina siendo una pesadilla laberíntica, lo que parece un castillo termina siendo un mausoleo de lo tenebroso.
Pero para más inri, esta no es la mayor virtud del Lords of Shadow, porque en el fondo, este sería un trabajo de pura maquinaria, una simple pirámida egipcia creada por esclavos.
Nada más lejos de la realidad: tras Mercury Steam hay talento. Hay un perfecto trabajo de equilibrio en el tempo, que sabe cuando queremos enfrascarnos en la acción visceral, cuando pensar, y cuando disfrutar del escenario. Volviendo al origen de la crítica, Lords of Shadow nos conoce.
También y para no detener los aplausos, en Mundogamers no podemos perder la oportunidad de quitarnos el sombrero ante la valentía de Mercury para redibujar todo el universo Castlevania (lleno de taras, de vicios de gran franquicia, de ínfulas de grandeza, en definitiva) para crear un buen producto, un juego que no dependa de una saga para resultar robusto. Un juego con carácter y que a su vez, consigue despertar a una productora sonámbula.
En un slash em up, el combate, salvo los virtuosismos de Platinum, es un elefante en el salón. La mayoría de juegos imitan el efectismo de God of War pero nadie se atreve a crear un verdadero producto que ofrezca una mecánica atractiva y adictiva, algo que sobreviva en ausencia de toda la rimbombancia audiovisual. Castlevania juega a tener su propia identidad y mediante unos parámetros básicos (esquive, equilibrio de las magias y ante todo, combate multi-direccional)
evita el ?machabotonismo? y consigue que luches bien, no por el mero espectáculo visual si no para una acción tan ?retro? (nótese el sarcasmo) como no perder tu vitalidad, no perecer en el combate, en una generación (y género) aturdido por la simpleza y la sencillez.
Los peros, bueno, tan evidentes como sus virtudes. Imita demasiado a pies juntillas a determinados títulos clave: Prince of Persia, God of War, Shadow of the Colossus, donde incluso reposa la historia de Gabriel y su amada en el limbo expectante de nuestras acciones, pero se justifica con su inocencia y sinceridad.
Es la gran carta a favor de Lords of Shadow: no pretende pasar a la historia, porque es consicente de que regenerar la imagen de Castlevania ya es suficente. Aunque evite a toda costa a la propia franquicia, aunque tenga que echar tierra de por medio. Aunque pueda perder a los fans de toda una vida. Aunque se jueguen su puesto con una gran compañía.
Mercury Steam ha demostrado saber hacer y talento, algo que Konami, con hasta 4 intentos de mecánicas y versiones de un posible gran Castlevania 3D no ha conseguido. Enhorabuena, Lords of Shadow se saca partido él solito.
NOTA FINAL: 8
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