Realidad vs. Videojuegos: ¿Decisiones?
Miercoles 25 de Mayo de 2011 por Víctor Junquera
Cómo juega cada uno es algo personal y nadie debería meterse ahí. Hay quien va más rápido, hay quien explora y hay quien nunca ahorra munición. Pero hay quien busca una partida perfecta, sin perder un ápice de vida, siempre con las decisiones correctas o consiguiendo todos los logros y trofeos, pero quienes reinician una y otra vez para conseguirlo, ¿qué opinarían de la gente que lo hace con trampas? ¿No consideran ellos mismos que el RESET es una gran trampa?
?Vale, hazme un favor y responde a esta simple pregunta. ¿Hay un botón de RESET en tu mundo? No lo hay, ¿verdad? ¿EH? Por supuesto que no, eso sería estúpido.?
Y podría seguir (y seguiré) parafraseando al gran Rese T. Ado (Animal Crossing) en un speech interminable que realmente nos hace preguntarnos si resetear ante un error para conseguir una partida perfecta es hacer o no trampas. Porque una cosa es jugar como antes, donde perder una vida al principio de una partida era cagarla estrepitosamente porque más adelante podía serte muy útil, y vale, aceptamos volver a empezar. ¿Pero ahora? En juegos que están preconcebidos para que te los acabes por cualquier medio, sin vidas, sin game over, con checkpoints ilimitados, buscar la partida perfecta es ridículo.
L.A. Noire vuelve a abrir esta vía de discusión, y es que si cierras un caso como no debes, si culpas a alguien inocente, la vida sigue, pero al menos elegiste lo que tú creías correcto en ese momento. ¿De qué sirve todo el esfuerzo de los programadores por buscar mil y una alternativas si al fallar reseteas y vuelves a intentarlo hasta que salga bien?
La logritis aguda que infecta ahora a 9 de cada 10 jugadores hace que juguemos de forma antinatural. Mirar la lista de chorradas que podemos hacer para sumar puntos al marcador quita mucho encanto a un juego, al menos en su primera partida. Porque nadie en Fallout 3 mata metiendo granadas en bolsillos ajenos, y desde luego, un buen John Marston nunca cogería a una monja y la ataría a las vías del tren. Pero felicidades, 5 puntos más, o un muy útil trofeo de bronce. Pero aquí las decisiones tampoco son TAN importantes.
Luego llegan juegos como Dragon Age, en los que una mala respuesta te puede costar perder a un compañero de equipo, sobrevivir o no al final, o asuntos realmente importantes. Pero no es una mala respuesta. Es la respuesta que tú quieres dar, y si no salió como te esperabas, te jodes, por antipático. Precisamente por no ser la vida real puedes dar un poco de rienda suelta a tu verdadero yo y dejar de tomar decisiones que contenten a todo el mundo, no hay por qué guiarse por lo políticamente correcto, precisamente porque las consecuencias no son reales, puedes permitirte que tus respuestas sí lo sean, y si un elfo racista te cae mal, se lo dices y se enfada, es su problema, porque es tu partida y no la suya.
Porque luego llega Heavy Rain y se vanagloria de ser un juego tan real como la propia vida, en el que si alguien muere, la historia sigue. Si te fallan los reflejos con el mando, también es bastante probable que te fallen en un coche en dirección contraria por la autopista, y si fallas, da por seguro que serás una prioridad para la Parca. ¿De verdad resetearías?
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?Vale, hazme un favor y responde a esta simple pregunta. ¿Hay un botón de RESET en tu mundo? No lo hay, ¿verdad? ¿EH? Por supuesto que no, eso sería estúpido.?
Y podría seguir (y seguiré) parafraseando al gran Rese T. Ado (Animal Crossing) en un speech interminable que realmente nos hace preguntarnos si resetear ante un error para conseguir una partida perfecta es hacer o no trampas. Porque una cosa es jugar como antes, donde perder una vida al principio de una partida era cagarla estrepitosamente porque más adelante podía serte muy útil, y vale, aceptamos volver a empezar. ¿Pero ahora? En juegos que están preconcebidos para que te los acabes por cualquier medio, sin vidas, sin game over, con checkpoints ilimitados, buscar la partida perfecta es ridículo.
L.A. Noire vuelve a abrir esta vía de discusión, y es que si cierras un caso como no debes, si culpas a alguien inocente, la vida sigue, pero al menos elegiste lo que tú creías correcto en ese momento. ¿De qué sirve todo el esfuerzo de los programadores por buscar mil y una alternativas si al fallar reseteas y vuelves a intentarlo hasta que salga bien?
La logritis aguda que infecta ahora a 9 de cada 10 jugadores hace que juguemos de forma antinatural. Mirar la lista de chorradas que podemos hacer para sumar puntos al marcador quita mucho encanto a un juego, al menos en su primera partida. Porque nadie en Fallout 3 mata metiendo granadas en bolsillos ajenos, y desde luego, un buen John Marston nunca cogería a una monja y la ataría a las vías del tren. Pero felicidades, 5 puntos más, o un muy útil trofeo de bronce. Pero aquí las decisiones tampoco son TAN importantes.
Luego llegan juegos como Dragon Age, en los que una mala respuesta te puede costar perder a un compañero de equipo, sobrevivir o no al final, o asuntos realmente importantes. Pero no es una mala respuesta. Es la respuesta que tú quieres dar, y si no salió como te esperabas, te jodes, por antipático. Precisamente por no ser la vida real puedes dar un poco de rienda suelta a tu verdadero yo y dejar de tomar decisiones que contenten a todo el mundo, no hay por qué guiarse por lo políticamente correcto, precisamente porque las consecuencias no son reales, puedes permitirte que tus respuestas sí lo sean, y si un elfo racista te cae mal, se lo dices y se enfada, es su problema, porque es tu partida y no la suya.
Porque luego llega Heavy Rain y se vanagloria de ser un juego tan real como la propia vida, en el que si alguien muere, la historia sigue. Si te fallan los reflejos con el mando, también es bastante probable que te fallen en un coche en dirección contraria por la autopista, y si fallas, da por seguro que serás una prioridad para la Parca. ¿De verdad resetearías?
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