Ya sabéis que esta moda de que los juegos sean muy fáciles o la tremenda polémica que hubo con la Superguía de Nintendo y eso de ver jugar a Mario solo mientras nosotros miramos con cara atónita y nos preguntamos por qué compramos videojuegos para no jugarlos, pues no, no es que nos haga vibrar, claro está. Pero hay algo intrínseco en la implementación de esta postura satánica y conservadora que, no sabemos muy bien por qué, nos ha encantado de
Hollywood Monsters 2, a.k.a. The Next BIG Thing. O lo que es lo mismo, Pendulo ha vuelto. Quizá sea porque, desde su inicio,
este juego parece haber sido construido con la idea en mente de no alienar al jugador que quiere hacerse el guay y jugar a algo diferente como una aventura gráfica, en vez de el shooter de turno, para darse un tortazo a golpe de click y volver a gatillo fácil clamando al cielo que la aventura clásica está acabada. Ahora, podrán hacerlo o no, pero al menos, en el proceso, habrán llegado a los títulos de crédito.
¿Significa esto que Hollywood Monsters es un juego fácil? La respuesta es algo más complicada que eso: Tanto como tú quieras que sea. Lo mejor de todo, que la manera de consultar una solución a cada uno de los puzles está tan bien integrada en la aventura que casi parece un procedimiento natural el hacerlo. ¿Que están cansado de usar peine con puerta sin obtener resultado? Dale al botón y el narrador de la aventura te dará una señora pista que te volverá a poner en el camino adecuado.
Además,
HM2 está dividido por escenas, cada una, con varios objetivos por cumplir para llegar al objetivo principal. Gracias a esta fenomenal estructura, al menos, todo el mundo puede saber lo que está haciendo en cada momento y cuál es la principal misión del personaje que controlamos en cada momento. Por pedir, puede que este sistema de ayudas pueda ser aún más desafiante si pudiéramos elegir la claridad de la pista, es decir, si lo que nos dice el narrador acompañado de la imagen es más o menos revelador.
Fenomenal. El problema sigue siendo que tenemos aquí una aventura de corte clásico, y aunque el sistema de ayudas realmente puede llegar a incorporar a todos aquellos jugadores que son poco ducho en eso de los puzles, tampoco estamos ante el paradigma de la vanguardia. Esto es aún más sonante debido a que Pendulo parece haberse encallado en el viejo estilo que tantas veces hemos criticado aquí, por ejemplo, en los análisis de
The Lost Horizon o
The Whispered World, dos aventuras que, como Hollywood Monsters 2, son gráficamente preciosas. Y es que el tono humorístico de una aventura no tiene por qué ir ligado a la falta de sentido común y de lógica en las acciones y los puzles de los protagonistas.
Así como Monkey Island o Day of the Tentacle eran la razón de la sinrazón, el siglo XXI huye de la tendencia a probar todo con todo o, por ejemplo en Hollywood, ayudar al monstruo del guardarropa para que nos deje su chaqueta y conseguir unas entradas, cuando ni siquiera sabíamos que necesitábamos su chaqueta ni que ésta tenía unas entradas en el bolsillo.
La lógica de la acción tiene que mantenerse en los puzles. Es más, muchas aventuras de la actualidad han demostrado que, incluso, se puede solventar perfectamente una aventura gráfica sin necesidad de incluir puzles en su desarrollo. Pero si la intención del estudio es la de crear una aventura basada en ellos, el jugador siempre tiene que sentirse integrado y utilizar su propio conocimiento del entorno de juego así como tirar de su propia cultura general para ayudarse en el progreso de la aventura.
Mientras tanto, tendremos que seguir tirando de guías, estén mejor o peor resueltas. NOTA FINAL: 7,5
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