Parece que el videojuego vive envuelto en un círculo que constantemente se muerde la cola y en el que sólo tienen cabida los shooters, los juegos de deportes, los simuladores, los RTS o los MMOs (bueno, va, y algún que otro plataformas) y del que han desaparecido géneros que en su momento lo partieron. Y hablo concretamente de dos casos, las aventuras point & click y los RPGs 16 bits que popularizó Super Nintendo personalizados en dos juegos:
Gemini Rue y
To the Moon.

Voy primero con To the Moon. Quizá por haber salido hace unos meses lo tenemos más fresco en la memoria, ya que ha hecho algo de ruido en muchos círculos de jugadores, no sólo los indies. El gran fuerte de To the Moon es que bajo el disfraz de un RPG viejuno nos cuenta la historia de un hombre que, en su lecho de muerte, contrata a un equipo de, llámalos ingenieros, para que naveguen en sus recuerdos y los cambien para que se vea obligado a viajar a la Luna.
Con este punto de partida, asistimos a la historia de una pareja a lo largo de toda su vida, contada en un eterno flashback y en el que ya os podéis imaginar que quien más, quien menos, le saca paralelismos con Origen o Memento.

Dejando de lado las referencias, la historia que cuenta To the Moon puede pasar perfectamente por una de las mejores que se han escrito en esta generación. Es original, es conmovedora, sabe tocar la fibra y mantiene siempre un punto de suspense que nos obliga a ir más allá para descubrir por qué ese viejecito, que ha vivido una vida entera junto al amor de su vida, quiere creer que en algún momento de su existencia pisó la Luna.
¿Dónde falla el planteamiento de To the Moon si su historia es tan buena? La respuesta es sencilla: To the Moon no es un juego. Podríamos denominarlo ficción interactiva o inventarnos algún otro nombre pedante, pero juego, juego… El título supedita tanto la historia que cuenta al diseño de los niveles que, al final, da igual que tenga habilidad para los juegos o no, al estilo de lo que pasa en cualquier juego de Zynga. En definitiva, con tiempo libre (unas tres o cuatro horas), podemos pasarnos To the Moon sin mayores problemas.