Importantes dudas respecto a PlayStation 4 PS3

Hora de reflexionar y hablar de lo que pasó ayer con Sony. Nadie duda que fue estupendo y que los japoneses supieron dar espectáculo en el más amplio sentido de la palabra, pero eso no quita que una vez descansados y revisando todo lo que ha ocurrido en tierras angelinas, nos resulte inevitable preguntarnos algunas cosas al respecto de la cuarta generación de consolas PlayStation y la propia puesta en escena de los nipones.

Aunque llevamos prácticamente haciéndolo desde siempre en Xbox, el hecho de pagar 5 euros mensuales para ser miembros de Plus y poder disfrutar de juego on-line es un paso atrás. También es cierto que disfrutamos de un servicio con el que podremos recibir juegos gratis en PlayStation 3, 4 y Vita en caso de que seamos usuarios de dichas máquinas, pero no es menos cierto que Sony ha terminado cobrándonos por jugar en la red, algo que en teoría jamás iba a ocurrir en los dominios de la firma.

También preocupa en cierta medida el catálogo de la máquina, que no presenta excesivas exclusividades de peso con respecto a Xbox One. Square Enix dijo en el Meeting que se presentaría un Final Fantasy exclusivo para PlayStation 4, y todos dimos por lógico que ese sería Final Fantasy XV, que venía de Versus XIII, un juego que era exclusivo desde su anuncio en PlayStation 3, pero hoy ha confirmado la desarrolladora de juegos de rol que tanto la decimoquinta entrega como Kingdom Hearts III serán multiplataforma. Entonces... ¿Qué nos queda?

Antes de hablar de los exclusivos, permitidme una parada en Square Enix: Final Fantasy XV puede tener cara y ojos, ya que lleva bastantes años en el horno, ¿pero alguien se atrevería a ponerle fecha a Kingdom Hearts III? La tercera parte de las aventuras de los personajes de Squenix y Disney se nos podría ir bien lejos si la firma nipona sigue con el rebufo que le ha caracterizado en los últimos años. En definitiva, ¿cuándo llegará? Ayer ni se atrevieron a hablar de fecha, pero suena a ciencia ficción pensar en disfrutarlo antes de 2015, ¿verdad? Ni siquiera veo descabellado 2016, o sea que imaginad mi optimismo de cara al nuevo capítulo de Sora.

Ahora sí: exclusivos. Tenemos, por ejemplo, Drive Club, Killzone: ShadowFall, Knack o Infamous: Second Son, los tres primeros que saldrán en el lanzamiento de la máquina y cuarto durante el primer trimestre. Dejando de lado eso, ayer no se mostró mucho más, y aunque en el Meeting sí que vimos algunas novedades interesantes, ayer no estuvieron, y ni siquiera se sabe a ciencia cierta, por ejemplo, que el Deep Down de Capcom vaya a ser exclusivo. De hecho, parece improbable, y conociendo el rebufo actual suena a ciencia ficción.

Uno de los puntos polémicos de la noche llegaron con el asunto del DRM. A Tretton se le llenó la boca hablando de los juegos y de su filosofía a la hora de poner las licencias de sus juegos a disposición de los usuarios y de lo que quieran hacer con ellos. No mintió: Sony no se meterá en la guerra de los contenidos y no cerrará barreras a la segunda mano, el alquiler o el mero préstamo de un videojuego entre usuarios, pero lo que no explicó es que la decisión de usar o no esa tecnología dependerá por completo de las propias desarrolladoras. ¿Qué significa eso? Fácil: que si a EA se le antoja bloquear FIFA 14 a un único usuario, podrá hacerlo. No será Sony, será EA (o Ubi, o Activision, o quién sea), pero no podremos vender, comprar, alquilar, recibir o prestar un juego usado.

Abre otro frente el presente punto: sabemos que en Xbox One no hay otro remedio que someterse a esos puntos marcados por Microsoft, ¿pero querrán las empresas mancharse y quedar mal ante los usuarios con todo lo que se ha movido en los últimos días? Supongo que será cuestión de tiempo, pero si bien Sony no habló de las decisiones de los demás al respecto de vender sus juegos, ni Tretton fue suficientemente claro ni los japoneses se han posicionado tan a favor del usuario como podría parecer en un principio. De cara a la galería fue de diez, pero de cara a la realidad, veremos si no nos estaremos riendo cuando se lance la consola a finales de año.

Fue una lástima que The Last Guardian no estuviese ayer. Muchos esperábamos su aparición, pero quedó en nada. Le quedan pocas balas al Ico Team con su desarrollo más largo: el Tokyo Game Show parece capital, y el aire de 'ahora o nunca' y de 'el más difícil todavía' están convirtiendo al desarrollo en algo más parecido a un circo que a un videojuego. En el caso de que no esté en la capital nipona en septiembre, entonces ya sí que tendremos que pensar en drama y comenzar a dudar si realmente llegaremos a verlo y a disfrutarlo en nuestra máquina. Sea la que sea. No descarten nada.

Para acabar, creo que la gran perdedora de ayer fue PlayStation Vita. Se dieron nombres, se hablaron de cantidades, pero nadie se atrevió a dedicarle el tiempo que sin duda merecía y que parecen negarle desde el estrado. No tenemos tan claro el futuro de la portátil, y aunque la firma esté metida en pleno lanzamiento de una plataforma de nueva generación con todo lo que ello conlleva, eso no quita que resulte impensable el ver que Vita se encamina a su segundo año de vida y que la máquina sigue sin sumar juegos por los que valga la pena desembarazarse de unas cuantas docenas de euros.

Comentábamos que Microsoft había escurrido el bulto en su conferencia con algunos de los problemas que habían aparecido en las últimas fechas con Xbox One, pero de escurrir el bulto parece que no se libró ninguna ayer. Quedan muchos meses hasta que lleguen ambas plataformas, por lo que es muy probable que el intercambio de golpes continúe. Esperamos buenas noticias por una y otra parte: nos encantaría poder celebrarlas con vosotros y no empeñarnos en sacar a relucir puntos negros que nos encantaría borrar u obviar, pero que parece que algunos se empeñan siempre en acabar resaltando. Desgraciadamente, quizá Sony no jugó tan limpio como muchos creíamos ayer.