Yu Suzuki habla de su Shenmue III
El maestro Yu Suzuki está eufórico. 14 años escuchando 'Haz Shenmue III' son muchos años, tantos que su particular odisea supera con creces el estress de Nobuhiro Watsuki y su bici rota por los fans de Shishio alcanzando un nivel sólo alcanzado anteriormente por Stephen King y el parón de su Torre Oscura.
Yu Suzuki está eufórico y se ha vuelto loco a hablar en los foros de Reddit de lo que va a ser, lo que va a contener y lo que va a significar Shenmue III. Leed un rato, porque hay de todo, pero por aquello de resumir podemos decir que Suzuki quiere recuperar todo lo que en su día esperábamos de una continuación de la saga y añadirle un buen puñado de esos elementos que se han puesto de moda en nuestros días.
Montando un 'uanhaousepower creature'
Una de las cosas que más me ha llamado la atención ha sido el mensaje en el que Suzuki apunta a que si en el primer Shenmue Ryo cabalgaba una moto de 60 caballos de potencia, es posible que en Shenmue III monte 'una criatura de un caballo de potencia'. Dejando a un lado que no ha faltado el típico comentario de empollón de 'en verdad los caballos tienen 13,9 caballos de potencia', el dato de que en Shenmue III cabalgaremos a lomos de un jamelgo parece ya cosa hecha.
Junto a este dato, las esperanzas de los aficionados se han visto satisfechas por un más que complaciente Suzuki que ha confirmado el aprendizaje de movimientos de cara a un sistema de peleas libre ya visto en la saga, que incluirá la práctica y el entrenamiento que tan felices nos hizo en sus capítulos anteriores. También habrá trabajos a tiempo parcial, como los que pudimos disfrutar en los muelles de Yokosuka y Hong Kong, en la teterías y en los puestos de juegos callejeros.
¿Más clásicos? Pues sí, la historia continuará ambientada en los 80, siguiendo el guión lógico de la saga, tendremos en nuestras manos el diario de Ryo una vez más, y se intentará volver a introducir las coin ops emblemáticas de AM2 en las calles, aunque esto podría suponer un problema de cara a SEGA, lo que obligará a las negociaciones más adelante.
Finalmente, la libertad de exporación y los ciclos día y noche volverán con ese pasar del tiempo que nos obligará a estar 'al liqui' y montar guardia a la espera de que abran un negocio o aparezca un personaje. Afortunadamente siempre podremos escuchar música en nuestro móv... digo... Walkman, para hacer más amena la espera.
¿Y qué hay de lo nuevo?
Pues tampoco es moco de pavo lo que promete el señor Suzuki, que se compromete a perfeccionar lo que, sin duda, fueron los puntos más flojos de las anteriores entregas: Mejor control, un interfaz 'menos estresante', un sistema de menús integrados mucho más intruitivos y varios sistemas que incluyen diversas reacciones de Shenhua a nuestras decisiones y un sistema de personalidad cambiante en el resto de personajes.
Entre los cambios está la cara de Ryo Hazuky, que en palabras de Suzuki 'no es la que el imagina para el protagonista', y ya entramos en los temas de las metas, las búsquedas en las aldeas de Bailou, donde vive Shenhua, y Choubu, una aldea ribereña cargada de tiendas que promete horas de diversión.
Llegados a este punto hay algo que me ha sorprendido, y mucho: las recompensas que incluirán si la financiación alcanza los cinco y los 10 millones de dólares. En el primer caso, Suzuki habla de 'una cosa que el quiere para Shenmue III y se hará realidad'. Respecto a los diez millones, la respuesta del maestro es contundente: 'Shenmue III realmente tendrá las características de un juego de mundo abierto'.
¿Qué siginifica 'juego de mundo abierto'?
Creo que si algo hizo grande a Shenmue en su momento fue el acercarse a la realidad de un mundo abierto desde la perspectiva de la normalidad como ningún título anterior hizo ni ha vuelto a hacer. La posibilidad de cotillear hasta el último rincón del dôjo Hazuky se unía a la posibilidad de entrar en tiendas y bares, los Tomato Conveniece, los recreativos y mil y un lugares más. Ese poder llamar a los telefonillos, leer los nombres de las familias, llamar por teléfono con la guía en la mano y vagar a tu voluntad antes de que sonara la alarma del teléfono y tuvieras que volver a casa para 'no asustar a la yaya'.
Creo que pocos juegos han rozado siquiera el concepto de mundo abierto de la forma en que lo hizo Shenmue, y me cuesta entender qué quiere decir Suzuki con esta meta de los diez millones: ¿Más actividades? ¿Mayor escenario? ¿Mayor número de interacciones? La verdad es que es algo que me importa bien poco. Es Yu Suzuki, y si algo me ha enseñado la experiencia es que ese nombre es garantía de una calidad soprendente.
¡Nos leemos!
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