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Vender políticas como Call of Duty

El exdirector de Black Ops propone adoptar su método de marketing
Por Dayo

Dave Anthony, quien trabajó entre otros como director y guionista en Call of Duty: Black Ops y su secuela, habló la semana pasada en el foro de Atlantic Council, del cual es miembro, sobre cómo el Gobierno y ejército de los Estados Unidos podría beneficiarse de la adopción de ciertos métodos de marketing presentes en la serie, informa Business Week (via GamesIndustry International). “Veo al ejército y al Gobierno de los EE. UU., irónicamente, sufriendo algunos de los mismos problemas que tiene la franquicia de Call of Duty, dijo. “Ambos estamos en la cima. Somos los mejores en el mundo en lo que hacemos. Tenemos enemigos que están intentando derribarnos con cualquier oportunidad. La diferencia es que nosotros sabemos cómo reaccionar”.

 

Atlantic Council es un grupo proamericano que busca “a través de los textos que escribimos, las ideas que generamos y las comunidades que construimos […] dar forma a las elecciones y estrategias para crear un mundo más seguro y próspero”. Precisamente Anthony, con su discurso rayano en la paranoia, hizo especial hincapié en la seguridad y prosperidad al postular situaciones futuribles en las que el Estado Islámico (ISIS) o Siria invadan los EE. UU. o lancen ataques a la población usando drones de un modo similar al que el ejército estadounidense opera en Oriente Medio.

 

Anthony abogaba por unas escuelas mejor protegidas y sugería que se contratasen soldados para así evitar nuevas masacres o situaciones similares. “Podrías tener a 100 [terroristas] en tierra americana ahora mismo, o incluso ciudadanos de los EE. UU., que podrían entrar legalmente en cualquier tienda de armas que escogieran, comprar algunos rifles de asalto, y empezar a atacar civiles”, argumentaba. Esta es una petición similar al a que hizo la Asociación del Rifle Nacional (NRA), el principal lobby proarmas en los EE. UU., en sus declaraciones a finales de 2012 y refiriéndose al tiroteo ocurrido en la escuela Sandy Hook. “Lo único que detiene a un hombre malo con un arma es un hombre bueno con un arma”, dijo entonces Wayne LaPierre, vicepresidente de la asociación. Irónicamente LaPierre atacó a los videojuegos en su discurso, hablando sobre cómo maleducaban a la juventud y causando con ello un alboroto en la comunidad y la prensa, mientras que Anthony no sólo apoya sus métodos sino que, asegura, siguiéndolos podría evitarse que se produjesen críticas similares en el futuro.

 

 

“Cuando tenemos un producto nuevo que tiene elementos con los que no estamos muy seguros cómo responderá el público ¿qué hacemos como una compañía? Lo publicitamos y lo publicitamos tanto como nos sea posible de modo que, le guste o no a la gente, hagamos todo lo que podamos para básicamente lavar el cerebro al público y hacerles quererlo antes de que salga”, explicó. Esta es una declaración que debería enmarcarse y sacar a coladero cada vez que salga un nuevo tráiler del inevitable Call of Duty anual, pero más allá de eso nos enfrentamos a una estrategia para forzar políticas en la población. En este caso Anthony hablaba sobre la ya citada presencia de militares en las escuelas, algo que él dijo que la gente podría ver como “un estado policial”, una forma de control u opresión. “Este es un problema con solución”, continuó.

 

Lo que Anthony está sugiriendo es hacer propaganda y bombardear a la gente con ella. La Unión Soviética lo hizo igual que los Aliados lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial y no les fue mal, pero ¿cómo publicitar la política siguiendo la estrategia de Call of Duty? Su intención es, sin duda inquietante: forzar a la gente a que le guste algo que afecte a sus vidas, impuestos y demás, pero también estamos intentando comparar una producción multimillonaria de entretenimiento con políticas impopulares. La gente puede iniciar manifestaciones frente a una acción indeseada por parte del Gobierno, pero con Call of Duty sólo hay posts en los foros e insultos en los comentarios de YouTube ¿realmente podría haber una transición de mentalidad?

 

A decir verdad, no lo sé. La cultura estadounidense es distinta a la nuestra. Podría creerme una visión tan bombástica y redundante como la de la publicidad de Call of Duty aplicada en cualquier producto o aspecto de la vida. El problema es que ocurra. Y que funcione.


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