Uncharted 4, lo que tiene de The Last of Us
El trailer de Uncharted 4 me ha dejado muy loco. En esencia, muestra escenas similares a su tercera, segunda y entrega original, pero en las pequeñas cosas, en las importantes, se aprecia el paso del estudio por The Last of Us. La obra maestra de Naughty Dog no lo es por su trama, tono o final, lo es por cómo muestra los procesos de las acciones. ¿Como junta Joel dos ítems encontrados en el suelo para hacer un arma? ¿Cómo recoge estos objetos? Lo hace todo mostrando la secuencia completa: estira la mano, se agacha y busca en su mochila.
Nos encontramos algo similar si hablamos de las armas; pesan y hay que recargarlas sufriendo un intervalo de tiempo que pretende acercarse a la realidad. Pues todo eso se aprecia en Uncharted 4, además de que se nota que también le han dado un par de vueltas al tema del sigilo.
De todo ese trabajo, de la historia de Joel y Ellie, nos quedamos en Uncharted 4 con un videojuego orgánico, en el que Nathan también abre los bolsos de los cadáveres para recoger lo que quiere de ellos, que para escalar toma un pincho de acero empleado por otro difunto, lo tantea y lo emplea; y cómo no, con comentarios destructores de cuarta pared de por medio.
El buen diseño, claro está, te obliga a, que si llevas una parte del título a estos niveles de credibilidad en lo que respecta a interacción entre objeto y personaje, lo hagas también en lo que respecta a los escenarios, porque si no el videojuego se te queda cojo. Durante la secuencia de acción es un gustazo descubrir cómo los escenarios que ya intuimos en la tercera entrega: más abiertos con respecto a los de anteriores entregas, más interesantes, con más posibilidades, menos guiados, aparecen con una verticalidad que nos permite jugar con él, asaltar y disparar a lo lejos según nos convenga; y cuando nos apetece, darnos el piro sin que el juego nos obligue a matar a todos los enemigos a cambio de que un muro invisible se resquebraje para cedernos el paso.
Uncharted 4 me ha dejado muy buenas sensaciones. Te guste más o menos la marca (personalmente, tampoco soy muy fan de Nathan Drake, las cosas como son) es una maravilla ver como Naughty Dog no dejan de hacer evolucionar su fórmula de la mejor manera. Miedo me da (pero de gustito, eh) ver cómo quedará este juego al final y lo que nos deparará The Last of Us 2. Muy grandes.
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