The Witcher 3 y el color de piel de Ciri
Primero fueron las mujeres. Ahora las mujeres negras. O asiáticas. O de cualquier minoría. Está claro que hemos venido a destruir la infancia de alguien. Sobre todo lo que esté relacionado con la cultura de ocio. Cine, videojuegos, series, qué más da. Incorporar un personaje de una minoría étnica a una obra de ficción es una locura. Y digo personaje, ya sea masculino o femenino. Lo que pasa que en esta ocasión toca femenino. Sí, vamos a hablar de Ciri. Que no de Siri. De una posible Ciri de raza distinta a lo que muchos habrían deseado.
A Ciri la conocemos bien los amantes de la saga Geralt de Rivia y los fans de los videojuegos de The Witcher. Es fácil reconocerla, ¿verdad? Pero, ¿y si no fuera tan sencillo? La serie que Netflix está preparando basada en los libros y en los juegos ha anunciado, según los rumores, un casting en el que se pide a una persona que pertenezca a una minoría étnica. Por supuesto, las redes estallaron en seguida y los súper fans se llevaron las manos a la cabeza. ¡Ciri podría ser negra! Chico, o asiática, o de cualquier minoría que poco o nada se ve representada en obras de ficción. Pero el trauma estaba ya en marcha: Ciri no va a ser como es en los libros.
Este problema se sufre a menudo con numerosas obras dentro del mundo de la cultura del ocio. Uno de los ejemplos más recientes es el L de Death Note en la desastrosa adaptación a imagen real de la misma Netflix. ¿A quién se le ocurre poner a un muchacho negro? Se nos va de las manos pensar que la etnia de un personaje va a influir sí o sí en él. Quiero decir, a mí me daría igual que Geralt tuviera la piel de otro color, pues lo importante en los brujos de esta saga son otras capacidades físicas, como su resistencia a las enfermedades, su longevidad o la esterilidad. Tener el pelo blanco puede ser un requisito, venga, vale. Pero el pelo blanco lo puede tener cualquiera, ¿eh?
El primer argumento a favor de que Ciri tenga que seguir como siempre es su ascendencia. Su herencia de sangre. Claro, es que si vienes de x raza, tienes que ser blanco. Pero yo os digo: ¿de verdad en un mundo donde hay magia y criaturas que han salido de la mitología no puede haber personas de otras etnias porque otra raza, que no existe en la vida real, es de x manera? Quiero decir, creo que en una obra de fantasía podemos tomarnos ciertas lindezas. Entre ellas, que una raza no tiene por qué ser igual al hombre caucásico de siempre, por mucho que esté ambientado en la Moderdonia del siglo nosécuántos. Si puede haber brujos, puede haber gente distinta. Y no pasa nada.
El otro argumento de peso, y este me lo han comentado hoy mismo por Twitter – pensaba que la gente no podía llegar a tanto, pero sí – es que cerrando el casting a personas BAME (acrónimo que se refiere a personas negras, asiáticas y de minorías étnicas en generla) estamos dejando fuera a los blancos. Sí, esos mismos blancos que tenemos representación en el 97% de las producciones que se realizan. Los mismos que no se quejan cuando un personaje que debería ser negro acaba siendo interpretado por un actor blanco.
No estamos entendiendo la importancia de la representación. Es normal que a nosotros no nos importe porque no sufrimos discriminación por nuestra raza. Pero como os he contado muchas veces con respecto al colectivo LGTB+, la representación nos da la vida. A nadie debería molestarle que un personaje que no existe en la vida real sea interpretado por una actriz de una etnia diferente a lo que se puede ver en los libros o en los juegos. Y sin embargo, que una actriz de una minoría étnica de visibilidad a los suyos es algo muy positivo para ellos. Debería serlo, en realidad, para todos nosotros. Por cierto, hay minorías que tienen la piel blanca, igual no os tenéis que llevar tanto las manos a la cabeza.
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