Surf, skate y snow ¿Qué fue los juegos de tablas?

Hoy en la sección retro de mundogamers os hablamos de California Games, un título muy fresquito para estas fechas de verano. Sin embargo, aunque fueron juegos como el mencionado título de Epyx, Sk8 or Die y 720º los primeros en despertar nuestro ansia por cabalgar una tabla, la auténtica fiebre por los board games no empezaría hasta finales de los noventa. 

 

Juntos para la gloria

En los 90 Sega era una compañía muy poderosa, y en pleno boum se los Sega Parks y los salones arcade a lo Kamurocho se dejó los presupuestos de investigación y desarrollo en varios títulos de simulación para su Sega Model 2. Uno de estos juegos, el primero que tuve la suerte de disfrutar, fue Top Skater. Montado en una tabla de plástico, la máquina reconocía nuestros movimientos mientras patinábamos por un skate park realizando hollies, grinds y demás acrobacias. 

 

Una gran experiencia, aunque bastante cara, de ahí que la mayoría de ,los mortales tuvieramos que esperar a finales de la década para disfrutar de los juegos de tablas en casa. Era 1999, Saturn y Playstation estaban en el mercado, y dos títulos encendieron la mecha de los board-games, cada uno en su estilo. Me estoy refieriendo a Cool Boarders, el primer simulador de snowboarding en '3D', y al primer epidosio de una saga mítica: Tony Hawk pro Skater. El primero estableció unas bases muy sencillas de carrera con un par de acrobacias y poco más. No sería hasta su secuela que veríamos algo más en condiciones. Pero Tony Hawk...

 

 

Tony Hawk fue la leche

Estableció las bases de lo que cualquier juego de tabla debería ser y a qué tendría que aspirar con un buen puñado de acrobacias, una forma de control que se mantuvo vigente casi dos décadas y un buen puñado de modos de juego, entre ellos varios cooperativos que molaban mucho. El juego nos planteaba varios escenarios con diferentes retos de puntos, contrarreloj, obtener objetos coleccionables... Y según superábamos los retos íbamos abriendo nuevos escenarios en los que 'frikear' con nuestra tabla.

 

Tony Hawk fue el pionero, y pronto otros títulos se subieron a su tabla para entrar en el mercado sin ser capaces de destronar al rey durante muchos años en los que la franquicia pasó de Neversoft a Robomodo con apariciones estelares de Treyarch, Beenox y Gearbox Software entre muchos otros. El skate se había vuelto a poner de moda y al patinador más famoso del mundo le salió competencia: Thrasher Skate and Destroy, la saga de eXtreme Games, que ya había hecho sus pinitos anteriormente, Street Sk8ter, MTV: Skateboarding, Grind Session... Incluso los Simpsons se unieron a la moda con The Simpsons Skateboarding, grindando las calles de Springfield antes de que Disney se uniera a la fiesta del patinaje con Disney's Xtreme Skate Adventure.

 

Agua y hielo

Tony Hawk había redefinido un género que nació con Skateboarding para Atari en los 80. Pronto otras compañías pensaron que era posible llevar las rutinas del patinaje a otros deportes, y así Cool Boarders dio un salto cualitativo en su secuela, seguido de cerca por títulos como Amped, 1080º, Big Mountain, Snowboard Kids y, por supuesto, SSX. Con éste último nunca entenderé qué pasó. Tras un SSX 3 que se vistió de gloria con tres grandes montañas libres y una sintonía de radio impresionante, sus secuelas perdieron el norte en pro de un realismo que no llegaba hasta que salió al mercado SSX Tricky, que parece el sueño psicodélico de cómo debería ser el mundo según el dueño del departamento de producción de Red Bull.

 

 

Pero el snowboard dejó que el hielo hiciera lo que hace la nieve en verano, -lo siento, Elsa-, y las tablas llegaron al agua en forma de juegos de Surf y de Wakeboarding. En el primer caso tuvimos exponentes estrellas como Kelly Slater's Pro Surfer o Transworld surf, títulos que pillé a regañadientes y acabaron por engancharme a base de bien. En cuanto al wakeboarding -ya sabéis, lo de ir en una tabla corta a remolque de una lancha motora-, Wakeboarding Unleashed Shaun Murray supuso una sorpresa acojonante para los usuarios con un título impactante a nivel gráfico con una física del agua muy lograda y unos escenarios impresionantes que, además, era condenadamente divertido una vez lñe pillabas el truco.

 

Pero el tiempo pasó

Y las mecánicas cambiaron. Con PS360 el agua desapareció de la ecuación, la nieve fue copada por un SSX Tricky que parecía más una broma que un videojuego y un Shaun Palmer Pro Snowboarder que sí pero no. Tony Hawk, tras una serie de títulos muy grandes empezó a tomar malas decisiones y desapareció empujado por una saga recién nacida, Skate, que proponía unas mecánicas nuevas y, para qué negarlo, mucho más interesantes.

 

Skate y sus dos secuelas fueron el detonante de la nueva forma de ver los board-games con un estilo de control más realista y menos arcade que llevaba casi toda la acción a los sticks y a nuestra habilidad dactilar. Por un lado hizo felices a los fans del género. Por otro, alejó al gran público de estos títulos al cortar con lo que hasta ahora había sido un control bastante sencillo y asequible. La curva de aprendizaje era correcta pero ardua, y como en la vida real se nos invitaba a ir más allá pegándonos mil cabezazos antes de aprender a hacer un triste kickflip, lo que hasta ahora había sido tan sencillo como apretar x y cuadrado.

 

 

Con Skate 3, un título para recordar y que voy a desempolvar en cuanto termine éste artículo, el género desapareció y fue relegado a los rincones del indie puro y los dispositivos portátiles. ¿Hay esperanza de un resurgir? ¿Hará caso alguna compañía a las voces que pedimos que regresen los board-games? Hubo un tiempo en el que las consolas que salían al mercado trataban de demostrar su potencial con títulos de deportes extremo, pero parece que ese tiempo ha pasado y ahora no hay lugar para un concepto tan ochentero, lo que no deja de ser extraño si os dáis un paseo por la playa o un skate park cualquiera:

 

Las tablas han vuelto, ahora sólo falta que alguien se de cuenta de ello. 

 

¡Nos leemos!

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