SUPERHOT y sus tres colores, más allá de lo artístico
Los colores son muy importantes en los videojuegos y en cualquier vertiente artística visual existente, ya que en ocasiones van mucho más allá de aportar una identidad artística a la obra en cuestión. Los colores transmiten sensaciones, nos alertan o nos relajan, ya que el cerebro responde de distintas maneras a diversas señales oculares. Por ejemplo, las señales de tráfico que indican peligro suelen ir acompañadas de un color rojo intenso, ya que para nosotros es mucho más efectivo que cualquier otro en ese sentido.
Los trucos visuales que se utilizan en los videjuegos a día de hoy son innumerables, sirviendo en ocasiones para que de forma inconsciente el jugador sepa hacia dónde debe dirigirse, con qué elemento puede interactuar y con cuál no, o para aportar un énfasis concreto en algunos elementos que el autor quiere que el jugador vaya relacionando a lo largo de su aventura. Con esto último podríamos destacar, por ejemplo, la utilización del color rojo en Deadly Premonition, que el jugador va asociando (de forma consciente o inconsciente) a diversos hechos concretos, ya que además contrasta de forma evidente con el resto de colores utilizados.
Pero los colores también pueden servir para otros propósitos, como podemos ver de forma evidente en el reciente SUPERHOT. Este videojuego solo utiliza tres colores muy básicos y muy diferentes entre sí, que aportan identidad artística a la obra pero que también van más allá, sirviendo de utilidad al jugador y conjugando de forma perfecta con la jugabilidad incluida en el titulo. Es decir, si SUPERHOT contara con otros colores o un diseño artístico y gráfico diferente, la experiencia sería también distinta.
El color rojo nos muestra claramente a los enemigos, mientras que el color negro impera en aquellos objetos que podemos coger y utilizar como armas. Estos dos colores, además, se sitúan siempre en unos escenarios que utilizan el color blanco, por lo que es muy fácil reconocerlos. En SUPERHOT, donde todo se basa en observar y reaccionar, esta decisión hace que el juego sea mucho más satisfactorio. Las tres acciones que puede realizar el jugador (disparar, coger objetos y desplazarse por el escenario) también se relacionan con los tres colores existentes (rojo, negro y blanco, respectivamente).
Esa sensación que transmite SUPERHOT, de juego sencillo pero complejo que se apoya en la mecánica novedosa del tiempo (que solo avanza cuando nos movemos) sería muy distinta si se hubiese decidido utilizar colores diferentes o un estilo gráfico más realista, por ejemplo, restando simpleza. Este es uno de los grandes ejemplos que nos indican que seleccionar bien el apartado visual de un videojuego también va más allá de una simple cuestión estética.
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