Spider-Man PS4 y el placer de desplazarse por la ciudad
Soy de los que siempre defenderá Assassin’s Creed Unity, pese a ser un proyecto fallido hasta por la propia Ubisoft. Hizo muchas cosas mal, especialmente en cuanto a mecánicas de sigilo y combate, pero por otro lado lo bordó a la hora de desplazarte por los tejados de París. Todavía recuerdo ese primer gameplay con Arnó bajando de Notre Dame, fluido como ninguno, y esas piruetas de tejado en tejado que siguen dejándome boquiabierto aún hoy.
De juegos en los te puedes tirar horas de ático en ático os vengo a hablar hoy, aprovechando el estreno de Marvel’s Spider-Man para PS4. Su análisis todavía tardará un poco en llegar a esta casa -más de un finde, eso seguro-, pero de lo que sí os puedo hablar en profundidad es del desplazamiento por la ciudad de Nueva York, lo que sin duda se intuye como la joya de la corona de toda la propuesta. Insomniac ha hecho un trabajo magnífico en este apartado, logrando que verdaderamente sintamos que somos el trepamuros.
El balanceo era uno de mis mayores miedos con este lanzamiento, y también uno de los principales retos de estudio desarrollador. Tenían que lograr una simbiosis entre spidey y cada edificio, conseguir que cada porción de terreno recorrida se sintiese natural, fluida, y a la vez hacer que a los mandos nosotros hiciésemos algo más que pulsar un botón y mover el stick hacia adelante. Por suerte lo hacemos, y hasta es un desplazamiento que requiere algo de práctica para lograr el mejor rendimiento.
Porque hay que entender el entorno y sacarle partido. Es importante saber qué edificios nos dan el mejor impulso para ser veloces, en cuál nos conviene girar la esquina -y saber cómo hacerlo-, cuándo conviene tomar altura y cuándo ir a ras de suelo. Para esto hay que combinar el lanzamiento de la red (R2), con la que mantendremos la parábola tanto tiempo como pulsemos esa acción, con los impulsos que ofrece el entorno (L2 + R2 + X en el momento exacto), con los lanzamientos puntuales de red para mantener la trayectoria. El resultado es una navegación que entiendes rápido, pero que dominas con el tiempo, y que sobre todo es tremendamente gratificante de realizar. Además, gracias a su apartado gráfico también logra ser muy vistosa; es de esos juegos que te apetece enseñar, solo por esto.
Marvel’s Spider-Man logra que me olvide de los viajes rápidos, algo meritorio teniendo en cuenta que hablamos de un videojuego de mundo abierto. Finalmente, tenemos un lanzamiento que transmite exactamente lo que siempre habíamos querido sentir manejando al hombre araña por los tejados de la gran manzana, pero a la vez es un videojuego que nos pide de nuestra parte para que las cosas salgan lo mejor posible. Porque ese furgón no se va a detener solo, y esta vez puedes pararlo con todo el flow del amigo y vecino, pero tendrás que saber dónde lanzar cada red y cuándo caerle encima. Lo de Insomniac aquí es todo un hito, verdaderamente es algo que os encomiendo a probar.
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