Si hiciera otro Monkey Island...

Hay personalidades que parecen vivir atrapadas por su pasado. Después de haber creado una obra maestra, todo lo que venga detrás corre el riesgo de ser comparado con esta y no ser valorado en su justa medida. Por algo así el tristemente desaparecido Paco Menéndez decidió no escribir ni un solo videojuego más tras La Abadía del Crimen, a sabiendas de que difícilmente podría superarlo... y el dejar así las cosas tuvo como significado el que su último trabajo fue indiscutiblemente el mejor.

Sin embargo, un genio como Ron Gilbert parece estar condenado a vivir a la sombra de The Secret of Monkey Island, título por el que su nombre sale continuamente a la palestra y que, todo hay que decirlo, él mismo se encarga de evocar muy de vez en cuando. Cabe resaltar que todo lo que produjo tras marcharse de LucasArts, donde firmara en última instancia el gigantesco Monkey Island 2: LeChuck's Revenge, se alejaba diametralmente del clásico concepto de aventura gráfica que él mismo ayudó a instaurar en la empresa de George Lucas, cambiando su registro hacia otros campos que evitaban las siempre molestas comparaciones.

Curiosamente, cuando fundó Humongous Entertainment junto a la productora de LucasArts Shelly Day, algunos de los títulos que dirigió contaban con una nueva variante del popular motor SCUMM, usado por él mismo en clásicos como Maniac Mansion o Zak McKracken and the Alien Mindbenders. Lo interesante en este sentido es que notables títulos como los englobados dentro de las series Pajama Sam o Freddi Fish se escabullían de las mentadas comparaciones al situar una metodología lúdica orientada especialmente hacia los más pequeños de la casa.

Tal vez el caso más evidente lo hemos tenido con el reciente The Cave, juego que se podría clasificar como de aventuras pero cuyo concepto en lo que mecánica se refiere no es comparable con el factor lúdico de sus viejos éxitos. Para la ocasión, Gilbert llevaba el concepto de puzzles y enigmas hacia un terreno cercano al arcade, heredando matices de viejas glorias como The Lost Vikings o aquel The Goonies de Datasoft para US Gold. No obstante, y a pesar de las más que palpables diferencias, The Cave se sometió a juicio con Monkey Island en la mente de los críticos.

No es de extrañar que nuestro hombre viva con esa espinita, ahí hurgando y fastidiando al escapársele de sus manos el poder hacer algo con Guybrush y compañía. Su última intervención en la saga después de Monkey Island 2 fue allá por el 2009, en el quinto capítulo del Tales of Monkey Island de Telltale Games. Ahora, con la maniobra de Disney en torno a LucasArts y sus franquicias, el futuro de la obra está en la cuerda floja, y desde luego no parece que precisamente cerca de caer en Gilbert. ¿O tal vez sí?

En su bitácora particular en la red de redes, Gilbert posteó ayer mismo un texto en el que divaga acerca de un hipotético nuevo Monkey Island que tuviera entre manos. Aclara de forma contundente que no hay nada de realidad en ello, que no hay entrega a la vista por su parte. Pero ahí está, escribiendo y escribiendo sobre el eterno aspirante a pirata y de cómo haría las cosas de tener la sartén por el mango. Cuenta cosas interesantes, como que lo haría estilo 'retro', para no perder coherencia con las dos primeras entregas; que sería una aventura hardcore, huyendo de pistas y tutoriales; que habría puzzles integrados en las conversaciones... En fin, mejor que lo veáis vosotros mismos. Haya Monkey o no, es cuanto menos una lectura interesante de una de las grandes personalidades que nos ha dado la industria del videojuego.