RetroN 5, una máquina que se lo traga todo
La RetroN 1 era una máquina que leía cartuchos de NES y que se lanzó hace unos años; la RetroN 2 sumaba la posibilidad de leer los de Super Nintendo; RetroN 3 añadía Mega Drive. Retron 4 es tan superior según sus propios desarrolladores que se han saltado el número y han pasado al 5: por menos de 100 euros el próximo verano tendremos acceso a una máquina que leerá los cartuchos de Mega Drive y Genesis, NES y Famicom, Super Nintendo y Super Famicom y la familia Game Boy compuesta por la original, Color y Advance. Nada mal.
Dejando de lado el espacio que ahorrará en nuestras estanterías el quitar tres (o más) plataformas de un plumazo. Tendrá salida AV para televisiones de tubo y HDMI para las más actuales. Podremos configurar la salida de múltiples formas para que los juegos actuales no se resientan en nuestras pantallas de alta definición. Además de eso, ofrece la posibilidad de conectar mandos originales de NES, Super Nintendo o Mega Drive en ella, por lo que el control no se resentirá en nada con respecto a las consolas originales.
Entre otras funciones, permitirá el poder guardar partida en el momento en el que deseemos, obviando así los problemas de memoria del pasado... pero úsalo de forma responsable, no hagas trampichuelas con esa herramienta, bribón. Ahora en serio: un gran recurso con el que descuidar y olvidar el bajar sistemas de nuestros trasteros y desempolvar cajas sin mayores problemas... y eso sin olvidar lo grandioso que puede ser jugar a ciertos juegos en sus territorios originales: ¿Has visto lo bonitas que son las cajas japonesas de Super Famicom? Lo mejor es que ni siquiera son excesivamente caras comparado con el mercado PAL, que está al borde de la explosión.
El mercado de juegos clásicos PAL es elitista y cutre en todos los apartados: los precios están surrealistamente altos y la bajada, por estímulos del propio mercado, son prácticamente inviables. Los buenos samaritanos de la scene bajan los precios, los sitúan en números más o menos populares y son revendidos posteriormente más caros por los que lo compraron. No sabría decir si es algo malo o bueno, supongo que la compra – venta y el mercado funciona así y es difícil cambiar los inputs de una barriada sin reglas ni murallas.
¿Qué te impide vender un Final Fantasy VII por 30 euros? Absolutamente nada, pero no te sorprendas al verlo un par de meses después en la misma página por 100 o 150. Los cutres quitan valor a esos juegos argumentando una falta de fondos surrealista, pero ser coleccionista de cualquier cosa vale dinero, y es lógico que los videojuegos clásicos cuesten un pico, ¿pero hasta qué punto? Los juegos con caja e instrucciones PAL de Super Nintendo son un bien escaso y han subido a precios prácticamente inalcanzables. Un debate y tema con muchos matices, pero que con Retron 5 nos invitará a planteárnoslo.
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